Capítulo 32. Nada de demostraciones Ivanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoLo abracé rápidamente para ocultar un poco mi incomodidad, no soy mucho de las que nos gusten las flores, ni tampoco estar melosa con nadie. Ese para nada era mi estilo y no me interesaba tampoco y ahora Cris se estaba atreviendo a ser más meloso conmigo porque veía como andaban Axel y Amaia y yo, quería parar esto y lo iba a hacer. Bajamos las escaleras de la Universidad y nos dimos cita para cenar en un hermoso restaurante.Nos sentamos en una mesa y Axel y Amaia seguían en lo suyo, pero cuando Cris tomó mi mano más de una vez para besarla, lo solté bruscamente y él se sintió mal, me molestaba que fuera de esa forma, no había la necesidad de estar encima de mi todo el tiempo, que dejara que Axel se portara así con Amaia, yo tengo mi forma de ser y melosa no era una de las formas de actuar de mi parte.–Lo siento, voy a tomar aire – Dijo Cris – Con permiso.Él, ya a estas alturas, ha debido intuir que
Capítulo 33. Un susto de muerteCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoLas cosas no resultaron bien en el paseo de la mina y sobra decir que me llevé el susto de mi vida. Estando ahí abajo, Ivanna se desvaneció y por poco se golpeaba la cabeza en una de las paredes de la mina y lo que era peor, que mientras yo sostenía en mis brazos a mi novia, Axel, no podía ni ayudarme para nada, pues Amaia se desmayó al igual que Ivanna y ahora sí, que cada uno tenía que atender a su chica.–Cris, voy a sacar a Amaia de la mina y una vez que salgamos nosotros, pido que alguien baje a ayudarte o ¿Puedes sacar a Ivanna en brazos? – Me preguntó Axel, con tranquilidad – Eso sería lo mejor.Alguien tendría que venir a ayudarnos, no iba a poder con Ivanna, es demasiado trayecto lo que hemos recorrido, que venga una brigada de rescate para que nos saque a los dos, él que se llevara a Amaia antes de que a ella le pasara algo, pues se desmayó al ver a Ivanna así.–No, Axel, no podría cargarla to
Capítulo 34. Mala experienciaCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoTomé de las manos a Ivanna para que se pudiera poner de pie, todavía la notaba desmejorada, no voy a dejar de recriminarme, ella no debió por nada del mundo haber bajado a la cueva o más bien hacer el intento de bajar a explorar con nosotros.–Cris, no se preocupen – Respondió la güera – No debí entrar aquí, sabiendo lo que me ocurre en lugares encerrados.Es correcto lo que acaba de decir, pero principalmente yo no debía dejar que eso ocurriera, ella es mi novia, mi responsabilidad, es cuidarla y proteger su integridad aunque ella se hubiera aferrado a bajar, pero estoy seguro de que esta escena no la va a vivir de nuevo estando conmigo.–Güera, ¿Cómo te sientes? – Preguntó Axel – Si te sigues sintiendo mal, esperamos un poco.Axel tenía razón, pero entre más tiempo pasáramos ahí, yo me inquietaba más de que le volviera a pasar, Ivanna sé que va a querer salir lo antes posible, ya voy conociendo a mi nov
Capítulo 35. En otra habitaciónIvanna Linares FloresGuanajuato, MéxicoAl regresar al hotel, yo obviamente me acerqué a recepción dejando atrás a Axel, a Amaia y al mentiroso de Cris. No podía creer que, de nuevo, yo estaba teniendo tan mala puntería en el tema del amor y nuevamente, estoy metida en una relación de mierda como es mi costumbre.Cris, era un mentiroso y recién me estaba dando cuenta de eso, por boca de una tía directa de él que vive aquí en Guanajuato y lo que son las cosas, nos tocó encontrármelas. Los tres me miraban cuando hablaba con el chico de recepción.–Buenas noches, joven. Quería saber si hay habitaciones disponibles solo para la noche de hoy – Quise saber – No importa del tipo de habitación que sea, será solo para pasar la noche de hoy.Estoy tan enojada con la vida, porque siempre se tiene que ensañar conmigo de esa forma, no doy una, pero esto no me va a volver a pasar, Cris que se vaya a dormir solo a otro lado, este definitivamente no ha sido mi día.–M
Capítulo 36. Pidiendo perdónIvanna Linares FloresGuanajuato, MéxicoCris había sido el que me había ocultado lo de tener otra novia y no haberla terminado antes de tener algo conmigo y ahora era la víctima, no entendía a Amaia, pidiendo que yo lo escuche, esto no tiene ni pie, ni cabeza. Yo no le iba a dar ninguna oportunidad a un ser tan manipulador como lo era él.–Porque soy una buena amiga, apelo a que escuches a Cris – Amaia me desafió – No tienes idea, de lo que él ha sufrido y tú tampoco la tienes, Axel.Ella estaba totalmente del lado del traidor de Cris, esto era inaudito, las cosas estaban al revés, él era el mentiroso, pero no le decían nada y yo que soy la víctima me pide que le dé una oportunidad para que hable de su supuesta verdad.–Amaia, tú y yo debemos irnos y dejar que la güera arregle sus asuntos, si es que los hay – Le dijo Axel – De la forma en que yo veo las cosas, ya no tiene, ni quiere tener nada que hablar con Cris.– ¿Saben qué? Estoy harta de la crueldad
Capítulo 37. Viaje inminenteCristóbal Mendoza RamírezGuanajuato, MéxicoPasé toda la noche después de lo que pasó con Ivanna, sin dormir y solo lloraba desconsolado en esa fría habitación que Ivanna había reservado para mí, una habitación que yo no hubiera deseado tener que ocupar. Tocaron mi puerta para llevarme mis cosas y me levanté desganado de la cama y sin tomarme la molestia de limpiarme ni el llanto, pensando que sería el botones, pero no era él. Era Amaia quién me trajo mis cosas.–Cris, en serio lo siento mucho – Ella estaba llorando – Vengo de la recámara de Ivanna y ella me dio tus cosas para que te las trajera. Me siento de la fregada y muy culpable, por todo esto.Ella no tenía por qué culparse, yo soy el que ha metido la pata en todo, si me hubiera sincerado desde un comienzo con Ivanna, nada de esto hubiera pasado, yo hubiera terminado con Liliana antes de tener algo que ver con la güera, pero tuve miedo a que me rechazara. –Pasa, Amaia – Me hice a un lado dejándola
Capítulo 38. El finalCristóbal Mendoza RamírezGuanajuato, MéxicoPodíamos hablar antes de que nos subiéramos en su auto, para ver en qué términos estábamos, mi pasantía estaba en peligro y aunque ella no me había dicho nada de eso, yo quería saber que terreno pisaba, no quería que llegando a la firma me prohibieran la entrada.–Hola, Amaia. No te preocupes, yo mismo iré a entregar mi llave a la recepción.Ya no me iba a esconder de Ivanna, ella se había mantenido alejada de mí como si yo tuviera una enfermedad contagiosa, toda la noche prácticamente la había pasado en vela y no me atreví a buscarla porque me iba a seguir rechazando.–Claro.No podía seguir siendo un cobarde, porque por eso justamente estaba en todo este problema con Ivanna, por no enfrentar mis cosas, por no decirle la verdad que yo tenía una relación con alguien y ahora mismo, me acerqué a Ivanna y entregué mi llave en recepción. Ella tenía puestos unos lentes oscuros y yo no podía saber con precisión si ella me mi
Capítulo 39. En depresión, parte 1Ivanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoMe dolía en el alma el haber terminado con Cris, que esa noche cuando salí de la firma, me interné en la oscuridad de la ciudad y me mojé con la lluvia que estaba cayendo por todos lados. No quería ya pensar en Cris, en su amor, ni en sus mentiras y tampoco quería pensar que fui una tonta, como efectivamente lo fui por haberme enamorado de él, por haberme ilusionado con una persona inmadura y más joven que yo, algo que nunca debí permitir que pasara y que pasó por mi falta de buen juicio.Nunca me había pasado algo parecido y tenía que sucederme con un chico menor que yo. Pensaba muchas cosas, estando en medio de la lluvia afuera de la firma cuando recibí una llamada y subí a mi camioneta para tomar mí teléfono y responderla.–Hola güera – Era Amaia – Quería saber, si te vas a venir a quedar conmigo y con Axel, vamos a pedir de cenar y quiero saber lo que se te antoja.Me agarraba en el inicio de una gra