Capítulo 37. Viaje inminenteCristóbal Mendoza RamírezGuanajuato, MéxicoPasé toda la noche después de lo que pasó con Ivanna, sin dormir y solo lloraba desconsolado en esa fría habitación que Ivanna había reservado para mí, una habitación que yo no hubiera deseado tener que ocupar. Tocaron mi puerta para llevarme mis cosas y me levanté desganado de la cama y sin tomarme la molestia de limpiarme ni el llanto, pensando que sería el botones, pero no era él. Era Amaia quién me trajo mis cosas.–Cris, en serio lo siento mucho – Ella estaba llorando – Vengo de la recámara de Ivanna y ella me dio tus cosas para que te las trajera. Me siento de la fregada y muy culpable, por todo esto.Ella no tenía por qué culparse, yo soy el que ha metido la pata en todo, si me hubiera sincerado desde un comienzo con Ivanna, nada de esto hubiera pasado, yo hubiera terminado con Liliana antes de tener algo que ver con la güera, pero tuve miedo a que me rechazara. –Pasa, Amaia – Me hice a un lado dejándola
Capítulo 38. El finalCristóbal Mendoza RamírezGuanajuato, MéxicoPodíamos hablar antes de que nos subiéramos en su auto, para ver en qué términos estábamos, mi pasantía estaba en peligro y aunque ella no me había dicho nada de eso, yo quería saber que terreno pisaba, no quería que llegando a la firma me prohibieran la entrada.–Hola, Amaia. No te preocupes, yo mismo iré a entregar mi llave a la recepción.Ya no me iba a esconder de Ivanna, ella se había mantenido alejada de mí como si yo tuviera una enfermedad contagiosa, toda la noche prácticamente la había pasado en vela y no me atreví a buscarla porque me iba a seguir rechazando.–Claro.No podía seguir siendo un cobarde, porque por eso justamente estaba en todo este problema con Ivanna, por no enfrentar mis cosas, por no decirle la verdad que yo tenía una relación con alguien y ahora mismo, me acerqué a Ivanna y entregué mi llave en recepción. Ella tenía puestos unos lentes oscuros y yo no podía saber con precisión si ella me mi
Capítulo 39. En depresión, parte 1Ivanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoMe dolía en el alma el haber terminado con Cris, que esa noche cuando salí de la firma, me interné en la oscuridad de la ciudad y me mojé con la lluvia que estaba cayendo por todos lados. No quería ya pensar en Cris, en su amor, ni en sus mentiras y tampoco quería pensar que fui una tonta, como efectivamente lo fui por haberme enamorado de él, por haberme ilusionado con una persona inmadura y más joven que yo, algo que nunca debí permitir que pasara y que pasó por mi falta de buen juicio.Nunca me había pasado algo parecido y tenía que sucederme con un chico menor que yo. Pensaba muchas cosas, estando en medio de la lluvia afuera de la firma cuando recibí una llamada y subí a mi camioneta para tomar mí teléfono y responderla.–Hola güera – Era Amaia – Quería saber, si te vas a venir a quedar conmigo y con Axel, vamos a pedir de cenar y quiero saber lo que se te antoja.Me agarraba en el inicio de una gra
Capítulo 40. En depresión, parte 2Ivanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoNo me quería ver como una mujer patética, que a mis años estaba sufriendo por un hombre menor que yo y que había sabido engañarme, eso no era para nada bueno para mi autoestima.–Claro que sí, güera. Cris estaba muy triste si me lo preguntas, parecía que había perdido a un familiar cercano, lloró desconsolado – Dijo Amaia casi llorando – Dijo que te ama y que le costará mucho estar en la firma, sin poder estar a tu lado.Pero las cosas no le habían salido como le hubieran gustado, no sé para qué hace su teatro de que le duele el que hayamos terminado, si él se lo había buscado por sus mentiras, nadie le dijo que podía jugar conmigo, yo no soy plato de segunda mesa, que se quede con esa chica de Yuriria. Sus lágrimas no me van a convencer de nada.–Eso debió de pensarlo dos veces, antes de hacer todas las tonterías que hizo. Cristóbal es un mentiroso y yo lo terminé, no sé él sinceramente que esperaba. Me
Capítulo 41. Sin reconciliación aún Cristóbal Mendoza RamírezGuanajuato, MéxicoMe sentí muy triste desde el día que Ivanna y yo terminamos y todos los días que siguieron a eso. Me dolía en el alma verdaderamente todo lo que pasó y que mi adorada Ivanna, decidiera dejarme y terminar con el hermoso amor que ambos compartíamos, mi amor es 100 por ciento verdadero, yo no le he engañado con nadie, ni siquiera he ido a Yuriria desde que entré en la firma.Eso me llenaba de un dolor profundo y muy difícil de describir y lo que agravaba más las cosas, era tener que verla en la firma y no poder romper esa distancia que nos separaba, porque era eso, yo ya no podía acercarme a ella, porque yo solo era su pasante y nada más. Me concentraba en estar sentado en los cubículos haciendo mi trabajo y solo eso porque no podía aspirar a más.–Demonios, no sé lo que es lo que le está pasando a la licenciada – Dijo Leandro muy molesto – Parece que últimamente todo le parece mal.Ivanna estaba de un humo
Capítulo 42. Una buena estrategiaCristóbal Mendoza RamírezGuanajuato, MéxicoClaro que me he dado cuenta de que ella también ha estado triste, las pocas veces que la he visto, y ha hecho todo lo posible para que esos encuentros sean menos, yo no la quiero perder, la amo con todas las fuerzas de mi alma. No sé qué voy a hacer sin ella.–Es lo que he tratado, pero en la firma apenas si nos vemos. Ella se las ha ingeniado para no encontrarse conmigo y ahí no le puedo decir nada. No la quiero perder.Tengo que proponerle que nos veamos en algún sitio neutral donde podamos hablar a gusto, donde ella deje de ser esa jefa fría y me dé la oportunidad de contarle toda la verdad. Pero antes sé que tengo que arreglar todo ese desastre que tengo por vida.–Entonces lucha por ella, mira, yo quiero ayudarte y se me ocurre un plan. Solo que para poder ayudarte quiero saber algo, ¿Has hablado ya con tu mamá? Con todo lo que ha pasado, ya tu tía debió decirle que con quién andabas era con Ivanna y n
Capítulo 43. No es tan fácil Ivanna Linares FloresGuanajuato, MéxicoMe dolía la situación de estar como estaba con Cris, no era para nada bueno, ni tampoco era lo óptimo. Sentí un poco de enojo por la forma en que nuevamente él y Amaia habían hecho las cosas, pero también era cierto que en la firma yo no estuve muy abierta a ser abordada por él, después de todo lo que pasó y de su mentira que seguía causándome daño.–Ivanna, me gustaría que entráramos al cine como amigos, claro – Me pidió – Sería algo bueno para ambos, ahora que ya establecimos una tregua.Pero no íbamos a estar de amigos como si nada, no soy ninguna tonta para pasearme con él por todos lados, una cosa muy distinta es que nos hablemos y que tengamos esta tregua, a que vayamos a retomar lo que habíamos tenido como si nada hubiera pasado.–No te equivoques Cris, una cosa es la tregua que hemos establecido y la otra es que esperes que yo, muy contenta, me vaya a ir contigo a alguna parte. De hecho, tengo que irme ahor
Capítulo 44. En un hiloIvanna Linares FloresGuanajuato, MéxicoAhora solo tenía que irme a casa o a caminar un rato para reflexionar en todo lo que va a pasar a partir de ahora, las cosas con Cris, bebían quedar muy claras, a mí no se me iba a quitar esta desilusión de un día para otro y aquí está la prueba, lo puedo ver que se disculpe, que llore o que haga lo que quiera, pero conmigo eso no funciona.–Claro, que te vaya bien mi güera.A mí en estos momentos no me conmovía nada, me podía decir todas las palabras bonitas que le pudieran salir por eso hermosa boca que tenía, pero no estaba para soportar nada que me quisiera hacer levantar el ánimo, pues sentía como una desazón en el corazón. Como si todo fuera en una mentira, como si sus palabras fueran vacías.–Gracias, Cris.Me alejé caminando lo más que pude de Cris y él pareció quedarse en dónde estuvimos hablando y no quise ni mirar atrás. Me afectaba demasiado hacerlo y era algo que dolía mucho también. Pero, no podía ser bland