Capítulo 31 Daniela. Cuando las puertas del ascensor se abren, llegamos hasta el último piso en donde al parecer está su penthouse. El sale mucho antes que yo y veo la perfecta oportunidad de poder subir de nuevo al ascensor. Sin embargo, cuando hago el intento de salir, soy agarrada por una de mis muñecas y arrastrada hasta estar frente a una gran puerta de madera. El gran cuerpo de Guillermo me tapa la vista y no puedo ver cuales son los dígitos que él esta tecleando en la puerta para que se abra. Una vez los dos dentro del penthouse, veo que todo es enorme y no recuerdo que me haya fijado en estos detalles el día que salí huyendo. Es que ahora estoy segura de que estuve aquí por el diseño de las escaleras. Me giro al sentir el pitido que hace la puerta, pero no logro alcanzar ver que fue lo que él hizo. – ¿Qué es lo que pretendes hacer con todo esto Guillermo? – le pregunto manteniendo la distancia. – No pretendo absolutamente nada, simplemente no puedo permitir que otro ho
Capítulo 32 Daniela Me remuevo entre las sábanas de la cama y siento como todo el cuerpo me duele. Es como si me hubiese pasado un camión por encima, pero debo de admitir que disfrute de todo lo que pasó anoche. Me volteo para quedar frente a frente con el hombre causante de mi dolor y este está profundamente dormido. Lo digo porque su respiración esta calmada y un ligero ronquido sale de su boca. Me levanto sin hacer ningún tipo de ruido y voy en dirección al baño para tomar una ducha rápida antes de ir a mi casa. Debo cambiarme y después ir a buscar a mis niños. Mientras estoy en la ducha, paso las manos por mi cuerpo y recuerdo todas las sensaciones que sentí ayer mientras estaba entre sus brazos. Cuando salí del baño, me di cuenta de que él aún estaba dormido. Así que busqué con la mirada mi ropa y no creo que sea capaz de ponerme eso otra vez. La gente pensará que soy una cualquiera que solamente vino para acostarse con alguien. Reviso sus cajones hasta que encuentro el de
Capítulo 33 Guillermo Después de la increíble noche que había pasado con Daniela, ambos fuimos a la mansión de mis padres a buscar a los niños y de ahí a la escuela. Luego de dejarla en su empresa y que ni siquiera se despidiera de mí con un simple beso, no pude evitar reírme cuando estuve solo en el auto porque sé que no me la va a poner fácil. Cuando llegué a mi empresa y no vi a mi secretaria, pensé que la pobre había dimitido después de lo que presenció ayer. Sin embargo, cuando entré a mi oficina, la vi organizando todo lo que se había caído ayer. – Buenos días señor – me dijo muy tranquila. – Buenos días señorita Ariadna. Quería pedirle disculpas por el incidente de ayer. – No se preocupe, todo está perfectamente bien. – Bueno me alegra. Quiero que sepa que la persona que vino ayer, tiene la entrada prohibida en la empresa y en caso de que pase algo. Usted no intente detenerlo, mi primo Leonel puede llegar a ser una persona bastante agresiva. Simplemente llame a seguridad
Capítulo 34 Daniela El fin de semana había llegado y pasaríamos todos estos días en la mansión de la playa de los De Luca. Mis niños estaban muy emocionados porque pasarían todo el fin de semana en la playa y porque querían contarle a sus abuelos todos los logros que habían tenido en tan pocos días en la escuela. Solo llevaban dos días ahí y aparte de tener muchos amigos eran unos de los más destacados en el salón. Sus maestros eran buenas personas y les daban la enseñanza que realmente ellos necesitaban. No como los otros que solamente los daban por inexistentes y mis niños por eso les hacían tantas maldades juntas. Ya yo tenía todo listo para que ellos pasaran un fin de semana increíble y Guillermo me pasó un mensaje anoche en donde me decía que pasaría a recogernos bien temprano para llevarnos hasta allá. Los niños le habían dicho a su tía Jina que fuera con ellos y sorpresivamente esta nos contó que ella también estaba invitada. Al parecer Herbie la había invitado y las cosas
Capítulo 35 Guillermo El fin de semana lo había pasado en compañía de mis amigos, mi familia, mis niños y su bella madre. Tanto que no nos percatamos cuando el final de este llegó y a todos nos había parecido muy poco tiempo para estar juntos. Como bien saben, la primera noche me metí en la habitación de Daniela y digamos que con ella hicimos algunas travesuras. Las cuales me llevaron a pasar una espectacular noche entre los brazos de ella, sin embargo, cuando intenté hacer lo mismo la noche siguiente. Esta le había puesto seguro a la puerta y aunque le insistí para que me abriera, no lo hizo. Esa noche si me la había jugado buena la condenada, aún así ella seguiría siendo completamente mía. Hoy regreso al trabajo, sin embargo, esta mañana había recibido una llamada de Daniela. En la cual me pedía que estuviera bien temprano en su casa porque tenía algo urgente de que hablar conmigo. Mientras estaba manejando, me preguntaba que era eso que la mantenía tan preocupada tras la llama
Capítulo 36 Daniela Ver a Ariadna delante de mí después de tanto tiempo fue una verdadera sorpresa, aún más al saber que al parecer está trabajando para Guillermo. Sin embargo, aún cuando ya había dicho las primeras palabras. Ella se mantenía en silencio y me parecía que hasta estaba sudando frío. – ¿Después de tanto tiempo te comió la lengua el gato? – pregunté para ver si esta vez si se atrevía a pronunciar alguna palabra. – No Daniela, no me comió la lengua el gato – dijo en un tono poco audible. – ¿Trabajas aquí? – pregunté mirando todo a mi alrededor. – Así es – solo me dijo eso. – ¡Vaya! Me sorprende que hayas hecho algo de provecho con tu vida. Que yo recuerde, siempre decías que te buscarías a un hombre con dinero que te diera la vida de reina que según tú te merecías. – Y tienes razón, en ese entonces era una estúpida que no valoraba la vida. No obstante, después de lo que pasó contigo todo el mundo se me vino encima. Se que lo que hice estuvo mal y nunca debí meterm
Capítulo 37 Guillermo Estaba hablando muy animadamente en mi oficina con Daniela, provocando su enojo porque debo reconocer que cuando sus mejillas se enrojecen se ve súper tierna. Cuando de pronto se empezaron a escuchar los reclamos de una mujer a la cual conocía perfectamente bien debido a su repugnante y chillona voz. Nunca en mi vida pensé que volvería a escucharla, pensé que me había librado definitivamente de ella y sin embargo, ahora vuelve a aparecer. Miro a Daniela con frustración porque me moría por besarla apasionadamente y ahora no voy a poder hacerlo. Únicamente me sorprende que ella tiene el ceño fruncido y una expresión de fastidio en su hermoso rostro ¿Será que ella también esperaba ese beso tanto como yo? - ¿Guillermo quién es esa tipa que dice ser tu esposa? ¿Estás casado y no me dijiste nada maldito? - Me reclamó Daniela como si estuviese celosa y me apartó de ella con un empujón. - No estoy casado Daniela y luego te contaré todo porque ahora solo te haré un
Capítulo 38 Guillermo. Hace poco menos de tres semanas mis niños oficialmente se habían convertido en unos completos de Luca, aunque un apellido no los identifica porque igualmente son mis cachorros y de eso no hay duda. En todo este tiempo, no hemos tenido ninguna noticia de Cíntia desde aquel encuentro con ella en mi oficina. Aún así, había tomado todas las medidas de protección necesarias para que los niños estuvieran sanos y salvos sin ponerlos en alerta. Debía mantenerlos tranquilos y que ellos no se perturbaran por nada, solo debían estar concentrados en sus estudios. Para hacerles un poco exactos con las medidas que tomé para cuidar a mis niños, el mismo día en que todo sucedió con Cíntia. Cuando Daniela se marchó, llamé a David y le pedí que me trajera los mejores accesorios especiales para los niños. Aunque también pedí uno para Daniela para estar yo tranquilo. No me perdonaría si algo le pasara a ella y se que mis niños no me lo perdonarían a mi, ya que ellos aman a su m