Se encontraron en la puerta del restaurante más exclusivo de la zona.Las chicas tenían puesto tapados largos, no eran muy gruesos, pero servían para cubrirlas de la suave brisa nocturna que se hacía sentir.Al sacarse los abrigos, los dos primos quedaron deslumbrados.Eran bellas, sí, pero aparte tenían esa frescura de la juventud.Piero no podía dejar de imaginarse el tenerla nuevamente en sus brazos, estaba su hija presente y él apenas podía disimular la atracción casi animal que sentía por Mora.-¿Por qué me hacés esto?Le preguntó en el oído a Mora.-¿Qué te hago?Le preguntó ella a él de la misma manera.-Nena, me hacés hervir la sangre.Camila, como si supiera que no podía interrumpir en ese momento, tomó su celular y no levantó la vista de la pantalla.Esperaba que su papá pudiera convencer a Mora para que sea su novia, aunque no sabía porque pero pensaba que eso iba a ser difícil.Sin embargo, veía que su tío quería como novia a Sofía y la besaba, a lo mejor a su papá le daba
Quería amanecer con ella, no lo hizo muchas veces, pero le encantaba sentir su presencia en la almohada.Quería guardar en su alma cada momento que vivían juntos.La penetró sin poder contenerse, Mora lo había extrañado demasiado y al sentirlo, tan apasionado, llegó al delirio en unos minutos.-Te amo, nena, te amo.-Síii, yo también, te amo, te amo.Ella tampoco pensaba, solo decía lo que sentía.Piero la miró, temblaba tanto como ella y al escuchar que le decía que lo amaba, fue el mimo que estaba necesitando.Inmediatamente, comenzó a bombear como un loco, apretando los pechos de Mora y besando no sabía que parte de su cuerpo, todo era exquisito.Luego de tener el orgasmo más potente de su vida, y cuándo recuperó el aliento, se dio cuenta que no fue cuidadoso, hacía tanto que estaba imaginando tenerla, que en él, solo existía su costado animal, ese que despertaba Mora, como nadie más lo había despertado.-¿Fui muy brusco?Le preguntó, no podía agregar nada más a sus palabras.-No,
Piero terminaría con su dignidad y de verdad bailaría a su compás como un títere en sus manos, se arrastraría a sus pies, sería una sombra para el gran ceo y siempre temiendo que él la vuelva a mirar de forma despectiva y pensaba que nunca ocuparía el lugar que tuvo en su vida su primera esposa, por más que él dijera que la amaba como nunca amó a nadie, era una locura todo esto, lo mejor era callarse la boca y esperar que él, en unos días, parta a su zona de confort.-Gracias.Se vistió presurosa y se estaba alejando, el ceo no sabía por qué huía, sabía que ella estuvo a punto de confesarle que estaba embarazada, podrían ser felices estando juntos.-Mora, te amo, quedate conmigo, por favor.-No puedo.Dijo con voz de niña.-Dejate de tonterías, sos el gran amor de mi vida, sos la que me provoca un incendio incandescente cuando nos amamos, por favor, mi alma te necesita, mi cuerpo no puede pasar de vos, nunca me vas a borrar de tu vida ni yo te voy a poder olvidar jamás.Mora se acercó
Mora estaba bajando por el ascensor, con una Camila muy feliz, porque finalmente su maestra preferida era la novia de su papá, ella quería que se casen y tenerla como mamá, estaba segura que su verdadera madre estaba de acuerdo.Camila adoraba a Mora, porque ella siempre la cuidaba y la mimaba.El ascensor paró a un piso de distancia y para sorpresa de Mora, al abrirse las puertas, se encontró con Amadeo, que subió rápidamente, mirándola con ojos acusadores.-¿Quién es?Le preguntó él, señalando a la criatura.-Soy Camila y ya me conocés.Le contestó la pequeña, que sabía muy bien quién era ese hombre, no le gustó nunca su actitud, pero no le tenía miedo.Con su inocente soberbia, pensaba que iba a arreglar cualquier situación y que nada le impediría ser feliz con Mora y su papá.-¿Salís con el hijo de puta?-Por favor, tené en cuenta que está Camila.-Me importa una mierda, vos sos mía y siempre lo vas a hacer.Le dijo, obsesionado con esa idea.-Las personas son libres y vos la vas
Bruno se repartía conteniendo a Sofía y a Piero.Si algo le llegaba suceder a Mora, su primo no se lo iba a perdonar nunca, porque se sentía responsable por varios motivos, Mora recibió la bala que iba hacia Camila.Falló la seguridad, Bruno estaba seguro que luego iban a replantear muchas cuestiones.Era la mujer que Piero amaba y aún no hacía un año que Katy había fallecido.Nadie sabía por qué Amadeo estaba armado.-Tardan mucho, le tengo que avisar a mis papás.Dijo Sofía, en medio del llanto, que nunca había desaparecido.-Esperá a tener un informe.-Tanto tiempo escondiendonos, para evitar que alguien supiera…¿Sally y Lorena son custodios?Preguntó Sofía y desde que las vio irse con Camila, tenía esa pregunta atravesada.-Sí, las estaban cuidando por si aparecía Amadeo.Dijo sabiendo que Sofía no se iba a conformar con esa respuesta.Sofía se dio cuenta que Piero siempre supo que su hermana estaba embarazada.-Él sabía.-Sí, lo importante es que las estaban cuidando, Sally alejó
Entró Ricardo, diciendo que Camila estaba por llegar, que era mejor que entrara Amadeo en ese momento, que les prometió retirarse luego de hablar con Mora, que él y otro custodio iban a estar presentes.Piero salió de mala gana.-Perdón.Le dijo Amadeo cuándo estuvo en la habitación.Ella se asustó al verlo, luego vio a Ricardo y se tranquilizó un poco, pero la angustia no cedía.-Perdón, te amo tanto que no hice más que equivocarme, nunca le hubiera disparado a Camila y mucho menos a vos, solo quise demostrarte poder, te perdí y soy el único responsable, no te culpo, pero te juro que estaba a tus pies, no solo mi fortuna, sino yo también.-Lo sé, perdón por no amarte como te merecés.Sus palabras no reconfortaron a Amadeo, pero todo hablaba de lo maravillosa que era Mora.-Te amo.Le dijo el Ceo.-Y te voy a respetar, te deseo lo mejor para vos y para el bebé.Mora estaba muy asustada, tenía miedo de que más adelante intentara algo.-Amor, veo miedo en tu mirada, aunque no me puedas
Sofía entró a un cuarto en donde se guardaba la ropa de cama para la gente que necesita internación.No podía más con su genio, tenía mucha bronca, Bruno estaba casado y tenía hijos, tenía que reconocer que esa elegante y alta mujer, era linda, a pesar de que aparentaba haber pasado por varios años los 30.Se abrió la puerta de ese cuarto y ella se escondió detrás de un mueble, aunque sobresalían sus zapatos, el guardaespaldas salió discretamente, pero le avisó a Bruno, quién unos segundos después entró a ese cuarto y la encontró llorando, él no sabía a ciencia cierta porqué.Aunque la discusión con su hermana y su prima, más todo lo vivido, era motivo suficiente.-Bebita, cielo, yo estoy acá.-¡Andate! ¡Te odio!Bruno no entendía qué sucedía.-¿Qué sucede?-¡Sos un caradura! ¡Pasaste la noche conmigo y estás casado!-¿Casado?-¿Es tu novia?Bruno no recordaba a ninguna mujer que se le pudiera haber acercado como para que ella piense eso.-¿De qué hablás?-Sos un falso, te reís de mí.
Sofía y Bruno almorzaron, más bien merendaron, con Camila y luego la niña volvió al hotel.Piero comió algo de pasada, no tenía hambre, pero se ocupó que la comida de Mora sea nutritiva, de ahora en adelante, él quería cuidarla y brindarse por entero.Estaba con ella en la habitación de la clínica.Le iba a pedir que vivieran juntos desde ese momento y cuándo ella estuviera mejor, se casarían.Se lo iba a proponer al día siguiente, si es que Mora estaba mejor.Sofía se asomó a la habitación y vio que estaban los dos durmiendo, entonces decidió hablar con sus padres.Les contó lo sucedido y le dijo quién era el padre del bebé, les dijo que en cuánto Piero se enteró, estaba feliz, que se iba a casar con Mora, eso no lo sabía pero lo suponía.Sofía no quería que viajen angustiados o nerviosos.-Mora, en cuánto le den el alta, vuelve a Buenos Aires, no es necesario que vengan.-Salimos en un rato.Le contestaron, no iban a quedarse de brazos cruzados si su hija estaba en esas condiciones.