Capítulo XXXIII

La batalla. Parte II

El miedo recorría absolutamente todo el lugar, sin dejar espacio para ninguna otra acción, lo que recorría la mente de cada persona, era algo indescriptible. Medivir y Palpatar intentaron acercarse, pero les fue imposible, un grupo de raíces les impidieron el paso inmovilizando por completo a Medivir, y el fuerte viento impedía que Palpatar siquiera pudiera acercarse a donde estaba Medivir, era muy fuerte, lo desestabilizaba y le impedía el paso, no podía ni siquiera volar unos pocos metros hasta el árbol más cercano, le era imposible siquiera tomar alguna acción, solo le quedaba aferrarse al árbol para no desaparecer.

- ¡Todos ustedes pagarán por lo que han hecho, no los dejaré vivir en paz, así que acepten las consecuencias de sus actos, sean verdaderos hombres! - Gritó el joven mago, se escuchó en todo el lugar su voz, muchos se preocuparon, sabían que las consecuencias iban a ser graves. Uno de los Omantres fu