Capítulo XXXIV
Una nueva misión. Parte IV
Naim se levantó de la cama, aún era temprano, el sol estaba empezando a salir, y los pájaros habían apenas empezado a cantar, se asomó por la ventana por la cual solo se observaban algunos guerreros que hacían guardia durante esa primera hora, más adelante se veía el horizonte, la habitación donde se encontraba el joven héroe, daba directo al horizonte por el este, de frente al nacimiento del sol, así que quedo allí observando el nacimiento del sol, hasta que termino de salir completamente, observar ese cielo de color naranja hermoso, mientras que las nubes hacían una hermosa danza, dejando su estela por todo el firmamento, hasta que el sol termino de salir completamente. Naim estaba absorto en sus pensamientos, que haría, a donde iría, porque se estaba yendo, estaba definiendo todo eso que atormentaba su cabez