— Ellos han sido preparados con diferentes artes de defensa personal y de combate, además de eso se tratan de políglotas que pueden ayudarte si necesitas traducción de cualquier idioma, algunos de ellos tienen conocimiento en bombas y muchas otras cosas.— Vaya, eso es increíble. Supongo que no esperaba menos de los empleados de la familia King.— Siempre buscamos lo mejor de lo mejor, en especial si se trata de la seguridad de aquellos que nos importan.Ellos entraron al edificio, tanto hombres como mujeres al ver a Andrés hicieron una reverencia.— Les presento a mi esposa y a mis hijos, mantener la seguridad de ellos va a ser su prioridad por encima de cualquier cosa, no lo olviden.Andrés llevó a Arián a la biblioteca, ellos al entrar vieron los cientos de libros que se encontraban perfectamente ordenados e incluso habían máquinas que los ayudaban a preservar.— En esta biblioteca puedes encontrar casi todos los libros que seas capaz de imaginar.— ¿El diario científico de Leonard
Madison apartó a Andrés de su lado y acarició su mejilla con cariño, justo en ese momento llegó Preston que miró la escena.— Madi…Madison miró al hombre y sus ojos mostraron dolor, en el momento que se iba a acercar fue que Andrés la detuvo.— Por favor Andrés, suéltame.— No, él no tiene nada que hacer aquí y se supone que debe de estar con nuestros hijos.— Le debo una conversación, es lo que haría contigo si los papeles fueran inversos. Luego te busco, por favor.Andrés se enfadó, sus grandes zancadas al salir lo hacían notar. Madison se acercó a Preston y ellos fueron a una zona de descanso.— Así que al final lo has escogido a él, pensé por un momento que tenía una oportunidad contigo. Sabes bien que puedo darte el mismo nivel de vida que Andrés te ofrece, nunca te he maltratado, estuve ahí cuando llorabas por su culpa.— Sabes bien que mis sentimientos hacia ti no son esos, fui muy clara desde el inicio porque justamente quería evitar esto. Al mismo tiempo es de tu conocimient
Tanto Madison como Andrés vieron con sorpresa a Aria.— Cariño, quiero que me digas en dónde viste eso — Andrés se puso a la altura de la niña — vamos, habla.— ¿Prometes no enojarte?— Prometo no enojarme.— Es en las novelas que mira la abuelita, ella no se da cuenta pero yo miro a escondidas esa telenovela. Son muy audaces, se dan unos besotes que me dejan así — ella llevó sus manos a su cara y abrió la boca muy grande — me gustaría hacer eso algún día, ¿Puedes tú besarme así?— Ok, no — él se rió nervioso — hablaré con mamá para que no mire esas cosas, además tú no tienes que andar viendo a escondidas porque eso no hacen las niñas buenas.— Pero papi, es que se ve divertido. Una de ellas le reinicio el windows por completo a una vieja histérica, así como Sarah — Aria miró a Madison — ¿Cuándo vas a hacer eso mami? Me gustaría verlo en vivo y a todo color.— Cariño deja de ver ese tipo de cosas — Madison la cargó — eso no es para niños de tu edad, ya sabes lo que puedes ver y lo que
Andrés como siempre era visto por las madres de familia, Madison en vez de ponerse celosa fue que empezó a reír ya que la que verdaderamente estaba en tal estado era Aria. — Mira esas lagartonas, mami. Desnudan a papito con la mirada, anda, ve y defiende tu lugar como su esposa, que sepan que papaito tiene dueña. — Cariño no es necesario que yo haga eso, tu padre me da mi lugar porque así tiene que ser. Recuerda algo, nunca tienes que pedirle a alguien que te dé algo que por derecho te pertenece, si tú vienes a defender el lugar que se supone que tienes es porque no lo posees. — Entiendo mami, pero de vez en cuando no está tan mal darle a las viejas lagartonas una lección. — Aria — Madison habló con tono de advertencia — ve donde tu padre y tu hermano, por favor no vayas a hacer cosas locas. Aria se fue donde Andrés y Arián, la competencia dió inicio y King demostraba que su físico no era solamente apariencias. Él llegó a la meta mientras cargaba a sus hijos, el resto de padres de
Todo lo que Madison sabía acerca de Sarah lo mencionó, ella mostró algunas evidencias en su contra y lo único que se quedó callada fue la manera como esa mujer drogó a Andrés.— Siento que hay algo que no me estás contando, tienes que hablar Madison porque ahora no hay nada que no te crea con lo que me has dicho respecto a Sarah.— Lo otro está relacionado contigo pero no puedo entrar en detalles, no es conveniente para ti, Andrés. No puedo perderte ahora que te tengo.— Pues no entres en detalles pero al menos dime qué es en lo que me encuentro involucrado, creo que me lo merezco.— Pero si juras por lo más sagrado que hay, no vas a intentar recuperar lo que perdiste. No quiero quedarme sin ti y también estoy hablando por los niños.— Está bien, te lo juro por nuestros tres hijos y por ti, no voy a recuperar lo que perdí.— Sarah usó una droga muy peligrosa en ti, está en ciertas dosis deja la mente como un lienzo en blanco y justo eso fue lo que hizo para que tú me despreciaras por
Andrés lanzó la tablet completamente furioso, Madison lo observaba con total calma mientras el hombre lanzaba miles de maldiciones.— ¡Los clientes se han ido! Por un demonio solo han transcurrido unos cuantos días y la empresa se encuentra en total peligro y todo por esa locura que Sarah hizo.— Ten calma, verás cómo las cosas van a mejorar. Recuerda que no hay un anochecer sin un amanecer.— Quisiera tener tu seguridad pero no puedo Madison, la empresa de mis padres se está yendo por la borda y todo por Sarah, lo que más me enfada es que no se encontró nada para poder detenerla y por lo tanto no puedo quitar las acciones que le di.— Andrés, ten calma y confía más en que las cosas van a mejorar. — No entiendo cómo te encuentras tan tranquila, tú eres la que más lleva que perder.— Entonces no te preocupes — ella se levantó y puso sus brazos en los hombros de Andrés — te amo, sé que eso no te va a ayudar mucho ante la situación pero quiero que lo sepas, al igual que no te dejaré sol
La mudanza de toda la familia dió inicio, cada casa había sido creada pensando en las necesidades de cada uno de sus miembros. Madison se encontraba en el cuarto que compartiría con Andrés, ella usaba una camiseta informal y holgada. Al abrir una de las cajas miró las fotografías que tenía con sus hijos cuando tenían unas escasas horas de nacidos.— Cariño — Andrés entró al cuarto — ¿Dónde va esto?— En la sala — ella miró el cuadro donde estaban sus padres y Ana — ven a ver, aquí están los niños el día que nacieron.Andrés al ver a sus hijos sonrió, él tomó las fotos con tal afecto que logró enternecer a Madison.— Por cierto, hace tiempo estoy que te quiero preguntar algo. Un día de tantos escuché como hablabas por celular con alguien, le decías que le extrañabas y que también le amabas.— Era mi mamá, siempre que necesitaba alguna palabra de aliento era a ella a quien recurría.— Oh, ya veo.Madison colgó sus manos en el cuello de Andrés y le dió un beso, sus piernas se anudaron a
Madison se levantó de su silla y le dió la mano a dos hombres de negocios, ella los acompañó hasta la salida y después de eso fue donde Andrés.— Ya he vendido dos apartamentos, los señores se miraban muy entusiasmados en mudarse.— Es bueno saberlo, bueno con eso ya nos encontramos saturados con ese edificio y ahora los números se miran mejor que antes — él se levantó y tomó a Madison de la cintura — todo esto es gracias a ti, me has salvado de la ruina.Madison en el momento que sintió el perfume de Andrés se puso verde, trató de respirar profundo pero eso solo empeoró todo ya que sus fosas nasales tenían el olor impregnado.— ¡Buagh!El impecable traje de Andrés terminó teñido de verde, él tuvo recuerdos al ver esto y sonrió.— Como que se te está haciendo costumbre vomitarme encima.— Lo siento, ese perfume que usas me da asco. Iré a buscar un traje y pediré que lleven tu ropa a la tintorería.— No te preocupes — él caminó a un armario y sacó un traje — aquí tengo ropa de repuesto