Andrés como siempre era visto por las madres de familia, Madison en vez de ponerse celosa fue que empezó a reír ya que la que verdaderamente estaba en tal estado era Aria. — Mira esas lagartonas, mami. Desnudan a papito con la mirada, anda, ve y defiende tu lugar como su esposa, que sepan que papaito tiene dueña. — Cariño no es necesario que yo haga eso, tu padre me da mi lugar porque así tiene que ser. Recuerda algo, nunca tienes que pedirle a alguien que te dé algo que por derecho te pertenece, si tú vienes a defender el lugar que se supone que tienes es porque no lo posees. — Entiendo mami, pero de vez en cuando no está tan mal darle a las viejas lagartonas una lección. — Aria — Madison habló con tono de advertencia — ve donde tu padre y tu hermano, por favor no vayas a hacer cosas locas. Aria se fue donde Andrés y Arián, la competencia dió inicio y King demostraba que su físico no era solamente apariencias. Él llegó a la meta mientras cargaba a sus hijos, el resto de padres de
Todo lo que Madison sabía acerca de Sarah lo mencionó, ella mostró algunas evidencias en su contra y lo único que se quedó callada fue la manera como esa mujer drogó a Andrés.— Siento que hay algo que no me estás contando, tienes que hablar Madison porque ahora no hay nada que no te crea con lo que me has dicho respecto a Sarah.— Lo otro está relacionado contigo pero no puedo entrar en detalles, no es conveniente para ti, Andrés. No puedo perderte ahora que te tengo.— Pues no entres en detalles pero al menos dime qué es en lo que me encuentro involucrado, creo que me lo merezco.— Pero si juras por lo más sagrado que hay, no vas a intentar recuperar lo que perdiste. No quiero quedarme sin ti y también estoy hablando por los niños.— Está bien, te lo juro por nuestros tres hijos y por ti, no voy a recuperar lo que perdí.— Sarah usó una droga muy peligrosa en ti, está en ciertas dosis deja la mente como un lienzo en blanco y justo eso fue lo que hizo para que tú me despreciaras por
Andrés lanzó la tablet completamente furioso, Madison lo observaba con total calma mientras el hombre lanzaba miles de maldiciones.— ¡Los clientes se han ido! Por un demonio solo han transcurrido unos cuantos días y la empresa se encuentra en total peligro y todo por esa locura que Sarah hizo.— Ten calma, verás cómo las cosas van a mejorar. Recuerda que no hay un anochecer sin un amanecer.— Quisiera tener tu seguridad pero no puedo Madison, la empresa de mis padres se está yendo por la borda y todo por Sarah, lo que más me enfada es que no se encontró nada para poder detenerla y por lo tanto no puedo quitar las acciones que le di.— Andrés, ten calma y confía más en que las cosas van a mejorar. — No entiendo cómo te encuentras tan tranquila, tú eres la que más lleva que perder.— Entonces no te preocupes — ella se levantó y puso sus brazos en los hombros de Andrés — te amo, sé que eso no te va a ayudar mucho ante la situación pero quiero que lo sepas, al igual que no te dejaré sol
La mudanza de toda la familia dió inicio, cada casa había sido creada pensando en las necesidades de cada uno de sus miembros. Madison se encontraba en el cuarto que compartiría con Andrés, ella usaba una camiseta informal y holgada. Al abrir una de las cajas miró las fotografías que tenía con sus hijos cuando tenían unas escasas horas de nacidos.— Cariño — Andrés entró al cuarto — ¿Dónde va esto?— En la sala — ella miró el cuadro donde estaban sus padres y Ana — ven a ver, aquí están los niños el día que nacieron.Andrés al ver a sus hijos sonrió, él tomó las fotos con tal afecto que logró enternecer a Madison.— Por cierto, hace tiempo estoy que te quiero preguntar algo. Un día de tantos escuché como hablabas por celular con alguien, le decías que le extrañabas y que también le amabas.— Era mi mamá, siempre que necesitaba alguna palabra de aliento era a ella a quien recurría.— Oh, ya veo.Madison colgó sus manos en el cuello de Andrés y le dió un beso, sus piernas se anudaron a
Madison se levantó de su silla y le dió la mano a dos hombres de negocios, ella los acompañó hasta la salida y después de eso fue donde Andrés.— Ya he vendido dos apartamentos, los señores se miraban muy entusiasmados en mudarse.— Es bueno saberlo, bueno con eso ya nos encontramos saturados con ese edificio y ahora los números se miran mejor que antes — él se levantó y tomó a Madison de la cintura — todo esto es gracias a ti, me has salvado de la ruina.Madison en el momento que sintió el perfume de Andrés se puso verde, trató de respirar profundo pero eso solo empeoró todo ya que sus fosas nasales tenían el olor impregnado.— ¡Buagh!El impecable traje de Andrés terminó teñido de verde, él tuvo recuerdos al ver esto y sonrió.— Como que se te está haciendo costumbre vomitarme encima.— Lo siento, ese perfume que usas me da asco. Iré a buscar un traje y pediré que lleven tu ropa a la tintorería.— No te preocupes — él caminó a un armario y sacó un traje — aquí tengo ropa de repuesto
Andrés llevó a Madison a una tienda que se encontraba en la playa, una mesa se encontraba dispuesta para ellos y más allá había una pista de baile.— Espero que todo esto te guste — Andrés movió la silla y Madison se sentó — quería hacerlo para celebrar nuestro aniversario, aunque no sea para estas fechas.— Todo me encantó, te agradezco que te tomarás estas molestias. Ellos cenaron y Andrés fue a la pista de baile con Madison, la pareja bailó delante del personal que los atendió esa noche y que los veían con una sonrisa de lado a lado.La música de esa noche era en vivo, una banda tocaba un blues suave y muy romántico. Los ojos de Madison se enfocan solamente en los de Andrés y viceversa.— Espero estar a tu lado más tiempo, Madison Benett De King.— Te amo Andrés King.Ellos se besaron mientras bailaban, el frío llegó y Andrés puso un chal encima de Madison, él había preparado todo con antelación.— Creo que es hora de irnos, espero que Aria se portará bien con Rose. No tienes idea
Madison miró la sangre que se deslizaba en el rostro de Kathleen, ella en el momento que intentó salir fue inútil ya que el carro que las había impactado se encontraba ahí mismo.— ¡Ayuda, por favor alguien ayúdeme!El carro manejó en retroceso y Madison se sintió tranquila pero eso se fue al demonio en el momento que miró bajar a varios hombres que gritaban peligro por todos lados.— ¡No! Suéltenme.Madison fue sacada del cabello, ella intentó defenderse por todos los medios posibles pero fue inútil, uno de los hombres le dió una bofetada que hizo que la mitad de su rostro se durmiera y retumbara, se arrastró y ahí mismo le dió una patada en el vientre que hizo que sacará el aire.— ¿Sarah los manda, no es cierto? — Madison habló con los dientes llenos de sangre — ¡Respondan!— Cree lo que quieras, nos asignaron un trabajo y eres tú.Una patada más fuerte fue dada a Madison, ella en ese momento sintió como una punzada atravesó su vientre y su entrepierna se humedeció casi al instante
Madison subió en el avión, con ella iba un doctor y una enfermera para revisar su estado. Andrés también era su acompañante y la veía con preocupación.— Santorini te va a recibir, se interesó mucho cuando le dijimos que teníamos informes de Charlie.Madison se limitó a asentir, Logan la miró con un poco de preocupación y se sentó al lado de Andrés.Al arribar a su destino, bajaron del avión y el mismo hombre de antes fue quien los recibió. Él se encontraba rodeado de mucha seguridad y en el cuerpo de Madison se vieron unos puntos rojos que le advertían mucho.— No era necesario que me amenazara de esta forma.— Son meras formalidades, espero que lo entiendas jovencita.— No me venga a hablar como si fuera una idiota, dígale a sus hombres que dejen de apuntarme, esto no me causa temor y puede verlo en mis ojos.Santorini miró directamente a los ojos de Madison, ella se miraba completamente vacía y se notaba que le importaba muy poco su vida. Alzó las manos y todos los puntos rojos que