Andrés lanzó la tablet completamente furioso, Madison lo observaba con total calma mientras el hombre lanzaba miles de maldiciones.— ¡Los clientes se han ido! Por un demonio solo han transcurrido unos cuantos días y la empresa se encuentra en total peligro y todo por esa locura que Sarah hizo.— Ten calma, verás cómo las cosas van a mejorar. Recuerda que no hay un anochecer sin un amanecer.— Quisiera tener tu seguridad pero no puedo Madison, la empresa de mis padres se está yendo por la borda y todo por Sarah, lo que más me enfada es que no se encontró nada para poder detenerla y por lo tanto no puedo quitar las acciones que le di.— Andrés, ten calma y confía más en que las cosas van a mejorar. — No entiendo cómo te encuentras tan tranquila, tú eres la que más lleva que perder.— Entonces no te preocupes — ella se levantó y puso sus brazos en los hombros de Andrés — te amo, sé que eso no te va a ayudar mucho ante la situación pero quiero que lo sepas, al igual que no te dejaré sol
La mudanza de toda la familia dió inicio, cada casa había sido creada pensando en las necesidades de cada uno de sus miembros. Madison se encontraba en el cuarto que compartiría con Andrés, ella usaba una camiseta informal y holgada. Al abrir una de las cajas miró las fotografías que tenía con sus hijos cuando tenían unas escasas horas de nacidos.— Cariño — Andrés entró al cuarto — ¿Dónde va esto?— En la sala — ella miró el cuadro donde estaban sus padres y Ana — ven a ver, aquí están los niños el día que nacieron.Andrés al ver a sus hijos sonrió, él tomó las fotos con tal afecto que logró enternecer a Madison.— Por cierto, hace tiempo estoy que te quiero preguntar algo. Un día de tantos escuché como hablabas por celular con alguien, le decías que le extrañabas y que también le amabas.— Era mi mamá, siempre que necesitaba alguna palabra de aliento era a ella a quien recurría.— Oh, ya veo.Madison colgó sus manos en el cuello de Andrés y le dió un beso, sus piernas se anudaron a
Madison se levantó de su silla y le dió la mano a dos hombres de negocios, ella los acompañó hasta la salida y después de eso fue donde Andrés.— Ya he vendido dos apartamentos, los señores se miraban muy entusiasmados en mudarse.— Es bueno saberlo, bueno con eso ya nos encontramos saturados con ese edificio y ahora los números se miran mejor que antes — él se levantó y tomó a Madison de la cintura — todo esto es gracias a ti, me has salvado de la ruina.Madison en el momento que sintió el perfume de Andrés se puso verde, trató de respirar profundo pero eso solo empeoró todo ya que sus fosas nasales tenían el olor impregnado.— ¡Buagh!El impecable traje de Andrés terminó teñido de verde, él tuvo recuerdos al ver esto y sonrió.— Como que se te está haciendo costumbre vomitarme encima.— Lo siento, ese perfume que usas me da asco. Iré a buscar un traje y pediré que lleven tu ropa a la tintorería.— No te preocupes — él caminó a un armario y sacó un traje — aquí tengo ropa de repuesto
Andrés llevó a Madison a una tienda que se encontraba en la playa, una mesa se encontraba dispuesta para ellos y más allá había una pista de baile.— Espero que todo esto te guste — Andrés movió la silla y Madison se sentó — quería hacerlo para celebrar nuestro aniversario, aunque no sea para estas fechas.— Todo me encantó, te agradezco que te tomarás estas molestias. Ellos cenaron y Andrés fue a la pista de baile con Madison, la pareja bailó delante del personal que los atendió esa noche y que los veían con una sonrisa de lado a lado.La música de esa noche era en vivo, una banda tocaba un blues suave y muy romántico. Los ojos de Madison se enfocan solamente en los de Andrés y viceversa.— Espero estar a tu lado más tiempo, Madison Benett De King.— Te amo Andrés King.Ellos se besaron mientras bailaban, el frío llegó y Andrés puso un chal encima de Madison, él había preparado todo con antelación.— Creo que es hora de irnos, espero que Aria se portará bien con Rose. No tienes idea
Madison miró la sangre que se deslizaba en el rostro de Kathleen, ella en el momento que intentó salir fue inútil ya que el carro que las había impactado se encontraba ahí mismo.— ¡Ayuda, por favor alguien ayúdeme!El carro manejó en retroceso y Madison se sintió tranquila pero eso se fue al demonio en el momento que miró bajar a varios hombres que gritaban peligro por todos lados.— ¡No! Suéltenme.Madison fue sacada del cabello, ella intentó defenderse por todos los medios posibles pero fue inútil, uno de los hombres le dió una bofetada que hizo que la mitad de su rostro se durmiera y retumbara, se arrastró y ahí mismo le dió una patada en el vientre que hizo que sacará el aire.— ¿Sarah los manda, no es cierto? — Madison habló con los dientes llenos de sangre — ¡Respondan!— Cree lo que quieras, nos asignaron un trabajo y eres tú.Una patada más fuerte fue dada a Madison, ella en ese momento sintió como una punzada atravesó su vientre y su entrepierna se humedeció casi al instante
Madison subió en el avión, con ella iba un doctor y una enfermera para revisar su estado. Andrés también era su acompañante y la veía con preocupación.— Santorini te va a recibir, se interesó mucho cuando le dijimos que teníamos informes de Charlie.Madison se limitó a asentir, Logan la miró con un poco de preocupación y se sentó al lado de Andrés.Al arribar a su destino, bajaron del avión y el mismo hombre de antes fue quien los recibió. Él se encontraba rodeado de mucha seguridad y en el cuerpo de Madison se vieron unos puntos rojos que le advertían mucho.— No era necesario que me amenazara de esta forma.— Son meras formalidades, espero que lo entiendas jovencita.— No me venga a hablar como si fuera una idiota, dígale a sus hombres que dejen de apuntarme, esto no me causa temor y puede verlo en mis ojos.Santorini miró directamente a los ojos de Madison, ella se miraba completamente vacía y se notaba que le importaba muy poco su vida. Alzó las manos y todos los puntos rojos que
Madison se quedó con los niños y también con Nick, él había llamado a la universidad para no asistir, eso fue una sorpresa para su madrastra.— No tenías que faltar a la universidad, me encuentro bien.— Puedes encontrarte de diez mil formas, pero, la palabra bien no figura en ellas. Madi, entiendo que lo que pasaste no es fácil, sin embargo te tienes que recuperar.— Tiempo al tiempo, hijo, tiempo al tiempo.Andrés entró en ese momento y se fue al lado de Madison, ella se encontraba con sus hijos y esposo que le daban un apoyo incondicional muy grande.— Quiero ir donde Sarah — Madison intentó levantarse pero fue detenida — no me hagas esto, Andrés.— No, ya te he apoyado en todo lo que has querido. Pero en esto no pienso hacerlo, debes descansar, ¿Quién sale del hospital y se va a otro país? No puedes forzar a tu cuerpo a tanto, no es correcto cariño.— ¿De qué me sirve quedarme en cama? Esto no va a resolver nada de lo que pasó, solo estoy perdiendo el tiempo y más nada.— Madison,
Madison se sorprendió al ver la similitud que ellos tenían, Santorini tuvo un momento de decepción y dolor, pero después regresó a ser el mismo.— Para nuestra desgracia, si, él es mi hijo y me ha robado de la manera más vulgar que puedes pensar.— ¡Yo no te he robado nada! Simplemente tomé lo que…— Por derecho te corresponde, si — él movió la mano con indiferencia — ese cuento chino ya me lo sé, el problema aquí es que tú no te mereces nada; bien sabías que mi sucesión iba a pasar a manos de tu hermana, ella sí sabe lo que hace y no es un animal incivilizado, pero en fin, la culpa es mía por dejarte hacer lo que se te viniera en gana.— Di que siempre me has odiado, que maldices que sea tu hijo.— Nunca te he odiado y tampoco maldigo que seas mi hijo, me lamento haber permitido que las cosas se salieran tanto de control. A pesar de todo te quiero y es por eso que no te mate en cuanto te vi, pero tendrás que pagar por los errores que has cometido.Charlie fue tomado a la fuerza por d