Madison se sorprendió al ver la similitud que ellos tenían, Santorini tuvo un momento de decepción y dolor, pero después regresó a ser el mismo.— Para nuestra desgracia, si, él es mi hijo y me ha robado de la manera más vulgar que puedes pensar.— ¡Yo no te he robado nada! Simplemente tomé lo que…— Por derecho te corresponde, si — él movió la mano con indiferencia — ese cuento chino ya me lo sé, el problema aquí es que tú no te mereces nada; bien sabías que mi sucesión iba a pasar a manos de tu hermana, ella sí sabe lo que hace y no es un animal incivilizado, pero en fin, la culpa es mía por dejarte hacer lo que se te viniera en gana.— Di que siempre me has odiado, que maldices que sea tu hijo.— Nunca te he odiado y tampoco maldigo que seas mi hijo, me lamento haber permitido que las cosas se salieran tanto de control. A pesar de todo te quiero y es por eso que no te mate en cuanto te vi, pero tendrás que pagar por los errores que has cometido.Charlie fue tomado a la fuerza por d
El señor Santorini se encontraba en la prisión, una mujer fue llevada ante él y ella lo saludó con respeto.— Sarah, es el nombre de la mujer que quiero que te hagas cargo, no la mates pero si quiero que la tortures lo más que puedas. Se metió con una mujer que cuenta con mi protección e hizo que perdiera a su bebé, muéstrame tu fidelidad y tendrás grandes recompensas.— Sí señor.Santorini salió de la cárcel y la mujer se dirigió a la celda de Sarah, ella se miraba asustada, fue tomada del cabello y le dieron una bofetada tan fuerte que toda su cabeza quedó retumbando.— ¿Así que te crees mucho para meterte con una mujer embarazada? Vas a pagar caro lo que hiciste y la sangre inocente que derramaste.Madison se encontraba en la oficina cuando Andrés entró, él se miraba con cierta angustia.— ¿Qué sucede?— Me han llamado de la prisión, las reclusas golpearon a Sarah a un punto que por poco la matan. En estos momentos se está recuperando de una cirugía que tuvieron que hacerle por var
Madison fue dada de alta, ella no se quedó al lado de Andrés sino que fue a la prisión. Sus lujosos zapatos contrastaban con el ambiente decadente de dicho sitio.— Quiero ver a Sarah — ella le habló a la celadora — supongo que sabes quién soy.— Si — ella abrió la reja — pasa, te llevaré donde ella.Madison entró al cuarto en que tenían a Sarah, ella se encontraba bastante golpeada y uno de sus pies estaba enyesado hasta arriba de la rodilla.— Quiero en este momento que me digas lo que le hiciste a Andrés, le han puesto el antídoto para la droga que le has dado y terminó en coma.— No te lo diré nunca — ella sonrió y mostró la ausencia de algunos dientes — vas a sufrir como yo lo estoy haciendo en estos momentos.— Escucha — ella se acercó aún más — no estoy jugando, si en estos momentos no me dices porque el antídoto no funcionó; voy a ordenar que te quiebren los huesos que no te han quebrado, haré que sufras un infierno estando en la tierra.— No eres capaz de hacerlo, las mujeres
Madison pasó a la habitación, ella acarició el rostro de Andrés y su rostro de dolor fue conmovedor. Los ojos grandes que tenía se inundaron de lágrimas que se deslizaron por sus mejillas.— Es mi culpa, todo esto es mi culpa — tomó a Andrés entre sus brazos — ¿Por qué me has abandonado? Te dije que te necesitaba.Madison miró a los niños, ellos se encontraban llorando por la muerte de Andrés y fue en ese momento que supo que debía ser fuerte. Aria fue consolada por Arián.— No, tú no me puedes hacer esto — Madison colocó a Andrés en la camilla y lo miró con rabia — ¿Qué crees que voy a hacer sola? Tenemos tres niños que criar, también Nick te necesita, debes volver, tienes que volver.Madison miró en la esquina del cuarto un desfibrilador, lo tomó y se lo colocó a Andrés, él se sacudió en la camilla pero seguía inconsciente; nuevamente lo hizo y en la tercera descarga fue que el hombre abrió sus ojos y la miró.— Madison… Yo… He vuelto…Los doctores al saber que Andrés había regresad
Madison miró que Rose venía saliendo de otra habitación, ella decidió no prestarle atención y después de eso se acercó.— Me gustaría comenzar a preparar la habitación de mi hija, ¿Me puedes ayudar?— Creo que vas a tener que esperar un poco, en estos momentos me encuentro ocupada con lo de la línea de maternidad que he sacado y con costo me da tiempo de comer. En un espacio que tenga prometo ayudarte con la habitación de mi sobrina, por cierto, ¿Cómo le van a poner?— Aún no sabemos el nombre, supongo que podemos empezar por ahí, en lo que tú de desocupas.— ¡Si! Es una buena idea, muy bien, tengo que irme así que adiós.Rose se fue de la casa y Madison la miró con un poco de intriga, ella solo alzó los hombros y se fue caminando rumbo a la habitación de Andrés.— ¿Qué sucede, cariño? — Rose está rara, no sé, hay algo que no me termina de cuadrar. Le pedí ayuda para la habitación de la bebé y me dijo que no podía ya que se encuentra ocupada con una línea de ropa de maternidad.— Bue
Madison bajó las escaleras mientras usaba un vestido blanco con la espalda desnuda, este era largo y de algodón puro. Andrés que se encontraba al pie de las mismas, subió y besó cada una de sus manos.— Estás hermosa, realmente soy un hombre afortunado al tenerte. No solo Andrés y Madison estaban listos, ellos iban con toda la familia. Finalmente llegaron a un parque de atracciones y este se encontraba cerrado sin embargo cuando pisaron, todas las atracciones se encendieron y los puestos se abrieron.— ¿Qué es esto?— Es un parque de atracciones, es privado y de nuestra propiedad.Los niños anduvieron en todas las atracciones posibles, ambas familias se divertían y después de un rato fue que todos se reunieron en cierto punto.— Mira al cielo.El cielo fue iluminado por fuegos artificiales que tenían diversas formas, en cierto punto comenzaron a formarse varias palabras y Madison leyó la oración final que formaban cada una de ellas.“¿Te quieres volver a casar conmigo?”Madison miró
Andrés mostró el nuevo edificio que contaba con más facilidades que el anterior, muchos de los invitados quedaron fascinados al verlo e incluso compraron casi de inmediato; dejando solo unos cuantos a la disposición de los otros interesados.— Les agradecemos por su asistencia, ahora disfruten de la fiesta. Si tienen alguna duda, mi esposo o yo estaremos encantados de atenderles. Madison hablaba con los demás invitados mientras su mano se encontraba debajo del brazo de Andrés, todos rodeaban a la pareja más poderosa a nivel nacional y muchos estaban interesados en pertenecer a su círculo social por intereses creados, pero sus intentos se veían frustrados al ver que a ninguno de ellos les interesaba tal cosa.— Madison — Andrés la miró palidecer — ¿Te encuentras bien, cariño?— Si, es solo que tu hija me dió una patada en los riñones. Creo que me voy a sentar un momento y después sigo contigo.La barriga de Madison era muy grande, ella caminaba un poco abierta y muchos miraban el círc
Andrés caminaba por los pasillos de la prisión, él se encontraba delante de Sarah que aún seguía en la misma cama que Madison la fue a ver.— Necesito que me digas qué es lo que piensas al decir esas cosas, no puedo creer que cayeras tan bajo, Sarah.— Me encuentro embarazada y el bebé es tuyo, iba a decirlo pero las cosas se complicaron. La doctora lo revisó y se encuentra bien de milagro, es un niño.— No sé si ese hijo es mío, quizás te enredaste con alguien más y ahora quieres que me haga cargo de un bebé que no lleva mi sangre.— ¡El hijo es tuyo! Exijo que nadie me toqué ya que soy una mujer embarazada, no puedes permitir que alguien me vuelva a dar una golpiza.— Adiós, Sarah — Andrés se levantó de donde estaba sentado — vendrá alguien a hacer unos análisis de sangre y así me daré cuenta si ese bebé es mío, en caso de que no lo sea, te aconsejo que le informes al verdadero padre en caso de que sepas quién es.Andrés subió al carro y Madison lo esperaba en él, ella miró a su esp