(23)Hacerle frente a alguien, siempre ha sido difícil, pero hacerles frente a tantas personas, era incluso más difícil. Eso era lo que teníamos que hacer Nate y yo, mientras mirábamos a nuestra familia y amigos, mirándonos con detenimientos, mientras entrabamos por las puertas del despacho, de los padres de Nate.–¡Querido! –Dice la madre del señor Wagner, al verlo entrar conmigo de la mano. –¡Estoy tan alegre que los dos estén bien! –La mujer se veía aliviada de vernos sanos y salvos.–¡Y qué bueno que están juntos! –Dijo con felicidad Lucy Wagner, haciendo notar ese hecho a todos en el lugar, incluyendo a la señorita Christine, a quién no había conocida aún.No pude evitar ver su mirada, parecía destrozada al verme junto con Nate.–Sí, estamos juntos. –Responde el señor Warner, haciendo contacto con los ojos de la joven. –Lo lamento mucho. –Se disculpa como todo un caballero. –Siempre supiste que amaba a Nía, y es por eso, que en este momento no me da pena, volver de la mano con la
(24)Mi cuerpo se siente sentimental, mientras veo como esa enorme roca, que llevo puesto en uno de dedos delgados, brilla con la luz del fuego, que se encuentra enfrente de nosotros. Yo no puedo dejar de ver el anillo, ya que no podía creer que Nate Wagner ahora es mi promedio y próximamente mi esposo.–¡No puedo creerlo! –Le confesé mientras reía de felicidad.Nate me toma de los hombros, mirándome con detenimiento.–No hay ninguna persona, con la cual quiera compartir mi vida. –Me responde mientras nuestros labios se juntan. –Solo tú. – Nuestras lenguas de inmediato, empiezan a tener una pelea, mientras que las manos de Nate, se van directamente a mi cintura pequeña. A ese punto, yo no puedo controlar mis deseos. Quería ser suya esta noche, había pasado tanto tiempo, que lo único que quería hacer, era caer ante sus brazos, como toda una chica tonta.Después de ese gran beso, supe de inmediato que era lo que quería. Así que me doy la media vuelta, dejándole ver mi espalda descubiert
(25)Por la mañana, somos despertados por una persona, que entrar a la habitación sin avisar, para ir a abrir las cortinas de par en par. Nate y yo, no podemos evitar sentir como la luz del sol, nos quemaba nuestros cuerpos desnudos.La persona que había hecho esa barbaridad, no era menos, que la señorita Lucy Wagner.–¡Lucy! –Gritó su hermano tapándome con las sábanas, para que ella no pudiera ver mi cuerpo. ¿Pero por qué lo hacía? Ella es una chica también. –¿Qué demonios estás haciendo? –Pregunta el joven desvelado.–¡Hoy tenemos muchas cosas que hacer! –Nos avisa mientras que los dos, no estamos de buen humor, como para hacer muchas cosas. Así que veo como Nate se levanta de la cama, para poder hablar con su hermana.–Nía y yo, tendremos que ir a testificar contra la señorita Ferguson. –Así que, al escuchar ese nombre, de inmediato me siento en la cama, para poder ver a los dos hermanos.–¿En realidad tendremos? –Le pregunté algo preocupada.–No hay de que temer, ya no tiene un ar
(26)Al salir de esa sala, nadie más pudo hablar con ella. No había nadie quién le sacara conversación, parecía que no quería hablar más. Nate sin duda al verme salir de esa habitación, se miraba confundido y extrañado, sabía que él estaba preguntándose quien demonios era su secretaría y que tanto, le dejo ver de su vida, para que pudiera aprovecharse de él. Así que al verlo, mirarme como un pequeño niño, yo de inmediato corrí hacía él, abrazándolo con fuerza mientras pasaba mis manos por su cabeza.–No pienses en nada. –Le susurre al oído, mientras me armaba de valor. –Solo piensa que el mal sueño se acabó. –Junto mi mirada con la de él, mientras acaricio su cara. –Estamos juntos de nuevo y no habrá nadie, que me separe de nuevo de ti.Él al escucharme, me abraza con fuerza, mientras puedo sentir como su cuerpo se aferra mí. Quizás era miedo, o solo era sorpresa al saber todo lo que pasaba alrededor suyo, y no haberse dado cuenta, pero ya me tenía a mí. Las cosas malas ya habían pasa
(27)Ya estaba confirmado, Nate Wagner y Nía Williams, estaban comprometidos.Nuestras caras estaban pegadas, en las portadas de todos los periódicos y revistas de Nueva York. Era una conmoción la que habíamos causado, ya que nadie pensó que uno del hombre más rico de Nueva York, estuviera saliendo con alguien y menos, que estuviera saliendo con una diseñadora sin dinero y con una familia promedio. Quizás toda la ciudad se estaba preguntando, como una persona sin dinero, se estuviera comprometiendo con una persona, como uno de los hombres más ricos de la ciudad.Todas las revistan querían la foto de la prometida de Nate Wagner, así que siempre que iba a la empresa, ya había muchos camarógrafos, esperando nuestra llegada a la empresa. No puedo evitar estar un poco asustada de los flashes, pero a pesar de tener esos inconvenientes, Nate siempre estaba conmigo, para ocultar mi cara o para protegerme, de los hombres arrebatados, que no medían su fuerza al solo querer una fotografía.Mi vi
(28)La sorpresa que Nate tenía para mí, no era algo que pudiera haber previsto.Después de la comida, Nate y yo fuimos en la camioneta, a un lugar que realmente no conocía. Estábamos ya en Long Island, justamente en Halsey Lane en Water Mill, un lugar algo lejano de la quinta avenida, en donde se encontraba la empresa Wagner. Este lugar era un barrio privado y muy lujoso en Nueva York. Yo estaba realmente sorprendida de estar en este lugar, pero al mismo tiempo, no sabía porque estábamos en este barrio de ricos.–¿Qué hacemos aquí? –Le pregunté a Nate, mientras el hombre no dejaba de sonreír con todos sus dientes.–Pronto veras. –Dijo con algo de misterio, mientras la camioneta pasa enfrente de grandes mansiones, que para mí eran sorprendentes. Hasta que la camioneta se detuvo, enfrente de una gran mansión de techos azules, mientras que las paredes eran blancas, junto con un enorme jardín que era casi del tamaño de un estadio.–¿Qué es esto? –Le pregunté a Nate sin aliento, mientras
(29)Nate me suelta, para poder saludar a su madre.– ¡Madre! –Besa sus mejillas con respeto. – ¡Me alegro que estés aquí! –Su madre era tan bella, mientras usaba un vestido negro ceñido, junto con unos tacones altos de color negro.– ¡Querida! –Dijo la mujer acercándose a mí. –Estoy realmente emocionada, de realizar tu boda juntas. –Claramente tenía un poco de miedo, ya que no sabía que tenía en mente la madre de Nate, para la boda.Así que cuando me senté con ella, me pude dar cuenta, como estaban hechas las cosas en la mente de un millonario. La madre de Nate quería gastar mucho dinero en la boda, quería que fuera en uno de los mejores jardines de Nueva York, mientras que ella esperaba que todo fuera ostentoso. En mi cabeza, no cabía tanto gastadero de dinero, así que le hice saber más de una vez a la mujer, que no quería algo tan grande.–Realmente siempre pensé en mi boda, como algo familiar. –Le dije con un poco de miedo, mientras me mostraba fotografías, de todos los lugares en
(30)Tenía que ser sincera conmigo misma, me sentía como un pedazo de basura.Pero aun así tenía que seguir con mi trabajo, no podía negar que no dejaba de ver mi celular, tratando de tomarlo para marcarle a Nate. Pero no podía, había una parte de mí, que quería ser fuerte ante él, demostrándole que también era importante en este matrimonio.Mi trabajo termino muy tarde esa noche, eran las doce de la noche y apenas los diseñadores, estaban acabando de hacer algunas prendas, que logré aceptar, lo que fue muy difícil, ya que tuve que quitar muchos buenos diseños. Pero a pesar de que quería ir a casa, no dejaba de pensar en Nate. Quizás había herido su corazón, así que mientras estoy pensando demasiado, puedo escuchar como la puerta se abre, de inmediato miró hacía la puerta, para darme cuenta que es Lucy.–Luces miserable. –Me comenta mientras trae su bolso consigo.–Me siento miserable. –Le contesté pasando mis manos por mi cara. –Pero tenemos que irnos. –Le contesté levantándome de mi