Mi corazón late desbocado al ver a Emma parada enfrente de mí, con una sonrisa amplia y llena de felicidad la recibo.

—Pasa— me aparto del camino y dejo que entre a la habitación del hotel— Pensé que llegarías más tarde —no pasan de las ocho de la noche.

—Amo a mis amigos, pero ya no aguantaba estar lejos de ti— dice, deja su bolso en una silla y viene directo a mí —eché de menos estos labios— me proporciona un casto beso— por cierto, entable una conversación con mi loba, ella, al igual que yo estamos muy ansiosas por saber la fecha en la que nos marcaras.

—¿Qué pasó con la Emma que odiaba la sola posibilidad de pertenecerle a alguien?— la acojo en mis brazos y la atraigo hacia mi pecho — Lo haré cuando sienta que los dos estemos listos y de acuerdo, te prometo que será más especial, que lo que pasó en la camioneta. 

—Nunca había tenido sexo en un auto, fue mi primera vez y para decir verdad fue perfecto— los dos suspiramos al unísono.

—No trates d