Ayyyyyyyyyyyyyyyyy, yo se que van a querer matarme, pero ya casi estamos en el final, tenmos que darle drama. jajajaja Besoooooos.
La amnesia temporal de Maggie había dejado su mundo patas arriba. Ella luchaba por comprender las palabras del médico y procesar la realidad que se le presentaba. Su mente era una maraña confusa de pensamientos, y la sola idea de estar embarazada de un hombre al que apenas recordaba la llenaba de confusión y miedo. Nathaniel, por otro lado, se encontraba atrapado en una tormenta de emociones. Ver a Maggie mirándolo como si fuera un desconocido era una herida que le cortaba el alma. A pesar de la alegría que sentía por haberla visto despertar, la situación era un desafío emocional abrumador. El médico decidió tomar la palabra nuevamente, tratando de guiar a Maggie a través del torbellino de su mente. —Señorita Lewis, sé que esto debe ser abrumador, pero estamos aquí para ayudarla. Es comprensible que esté confundida, pero estamos aquí para brindarle apoyo y cuidados. El embarazo es una noticia importante, y estamos comprometidos a garantizar su bienestar y el de su bebé. —Los… ¿Los
Nathaniel nunca había estado tan nervioso, sentía que a cualquier paso en falso que diera podía hacer que la chiquilla se arrepintiera de haberse ido con él y eso era lo que menos quería pues estaba decidido a ayudarla a recuperar los recuerdos. Aunque sabía que también existía la posibilidad de que eso tomara meses, por eso había decidido que jugaría un nuevo juego de seducción, uno en el que le demostrara a la chiquilla lo loco que estaba por ella y el pequeño. Él los amaba más que a nada y no iba a perderlos, esa no era una opción. Llevó sus ojos a donde ella se encontraba viendo todo el apartamento con curiosidad y con pasos tentativos se acercó a ella consiguiendo que girara a mirarlo. —¿Te gustaría un pequeño recorrido por el lugar? Maggie no sabía cómo sentirse o qué hacer en esos momentos y siendo sincera lo único que quería era que alguien le resumiera que había pasado en los últimos meses para no sentirse tan perdida. Aún así, se encontró asintiendo en dirección del cast
Cuando despertó Maggie se encontraba un poco desorientada al principio, pues a primera instancia no consiguió reconocer en dónde estaba y tuvo la esperanza de que todas las sorpresas ocurridas el día anterior pudieron haber sido solo un mal sueño, sin embargo al mirar a su alrededor, los recuerdos comenzaron a regresar. Se sentía incómoda por la situación era como si su mente y su cuerpo no pudieran ponerse de acuerdo sobre cómo reaccionar o sentirse con lo que estaba pasando, pero al mismo tiempo intrigada por lo que el futuro, pues el Nathaniel que había visto el día anterior era uno totalmente distinto al de sus recuerdos. Dejando salir un suspiro se puso en pie y se arregló antes de salir del cuarto pues según lo hablado, esa mañana estaría yendo junto al castaño a la primera cita prenatal. Dios, ¿cómo fue que se dejó embarazar? Debía admitir que una de las cosas que la tenía más contrariada, era el hecho de no poder recordar haber estado con Nathaniel, pues sea como sea ella
La empresa se alzó enfrente de Maggie tal cuál como ella la recordaba, sin embargo sabía que había tenido sus cambios en el interior, pues Nathaniel ya le había contado sobre la guardería que había mandado a hacer en el primer piso para que Dan pudiera estar cerca de ella. Eso fue algo que la había dejado sin aliento y estaba segura que cuando ocurrió debió haber sido igual. Sin embargo, si creía que estaba preparada para todo lo que venía y lo que se iba a encontrar estaba muy equivocada, pues Nathaniel estaba decidido a recrear para ella cada momento importante que había tenido. —Ahora tienes tu propia oficina— le dijo y esa vez sí la tomó por absoluta sorpresa pues eso era algo que no le había dicho en su relato la noche anterior. —¿Qué…? Pe..Pero si dijiste que sería tu asistente y además solo han pasado algunos meses— le dijo y luego un pensamiento atravesó su mente —¡No me digas que me has dado una oficina solo porque empecé a salir contigo! Nathaniel estaba conteniendo las g
Lorena estaba decidida a meterse en la oficina de Nathaniel y buscar información que pudiera servirle, pero en el camino vio la oficina de la bastarda y una idea mucho mejor le atravesó la mente. Si Nathaniel no era de ella, entonces no sería de nadie y esa vez se iba a asegurar que el castaño quedara tan decepcionado de su amada mujercita, que no querría volver a verla nunca más. Con una sonrisa perversa entró a la oficina y fue directo al computador de la empresa, por un instante pensó que perdería tiempo tratando de adivinar la contraseña, pero al parecer la tonta ni siquiera había puesto una, lo que hizo mucho más sencillo su trabajo. Sentándose frente al escritorio se apresuró a ver entre los archivos abiertos que había ahí que pudiera servirle y fue entonces cuando la campana ganadora se encendió. Ella ya sabía exactamente qué era lo que iba a hacer. Rápidamente abrió la pestaña del navegador donde estaba el correo corporativo de la mocosa y con una sonrisa maliciosa se enca
Maggie vio a Lorena salir de la sala de juntas hecha una furia, los susurros seguían estando presentes por parte de los directivos y ella no podía sentirse más incómoda por la confrontación y la manera en que Nathaniel había reaccionado le confirmó sus sospechas de que esa no había sido la primera discusión con la rubia. Y bueno, ella no era tonta, pudo darse cuenta con facilidad que toda la rabia de la mujer tenía que ver con nada más y nada menos que celos, lo que hizo que una sensación extraña se instalara en su estómago y la pregunta sobre si esa era o no la ex de Nathe,comenzó a girar en su mente. Odiaba no recordar las cosas. Sin embargo, el resto de la junta pasó con normalidad y quedó impresionada al conocer el esquema de estrategia que ella misma había diseñado, estaba orgullosa de la mujer en que se había convertido y ahora más que nunca quería recuperar sus recuerdos. Mientras todos salían de la sala, no se dio cuenta que se había quedado ida, perdida en sus pensamientos
Nathaniel estaba hecho un torbellino de nervios y emoción. Las palabras que había dicho la chiquilla antes de desmayarse no dejaban de repetirse en su mente una y otra vez: Te recuerdo. Esas dos palabras habían conseguido que un maremoto de sentimientos se arremolinaran dentro de él y la desesperación porque ella despertara y le dijera si verdaderamente lo recordaba lo estaba matando, sin embargo, el médico le había dicho que debía dejar que ella despertara sin perturbaciones, por lo que había decidido acostarla en el sofá de la oficina mientras caminaba de un lado a otro esperando a que ella abriera los ojos. Estaba a punto de mandar a la m****a las recomendaciones del doctor y buscar un poco de alcohol, cuando un leve quejido lo hizo girar a ver a la chiquilla que finalmente estaba despertando. Maggie sentía que la cabeza estaba a punto de estallarle, y mientras habría los ojos no conseguía recordar bien qué fue lo que pasó, sin embargo, en el momento en que la figura de Nathani
La espera en el apartamento era insoportable. Tanto Maggie como Nathaniel habían decidido encontrarse con George en su propia casa, pues lo que menos querían eran dejar a Daniel solo y además sospechaban que la conversación que tendrían debía ser lejos de oídos curiosos. —Tengo un mal presentimiento—Las palabras de Maggie consiguieron que él girara el rostro hacia ella y aunque no quisiera admitirlo, él también lo tenía. Estaba cansado de que la vida se empeñara en joderlos cada vez que las cosas parecían empezar a mejorar y estaba seguro que no iba a soportar amenazas ni estupideces del hijo de puta de George, no le importaba si los había ayudado en el rescate, él no confiaba en el tipo. —Nena todo va a estar bien, por mi vida que no voy a permitir que nada vuelva a pasar. Nathaniel no era tonto, sabía qued Maggie tarde o temorano ib a cansarse de toda la m****a que él había llevado a su vida y eso le ateraba. Lo último que quería era perderla y debía demostrarle que él podía cuid