Cuando Linda se lanzó hacia mí, cuchillo primero, tanto Julián como Nicolás se movieron a la vez.

Nicolás corrió hacia mí. Me agarró por la cintura y tiró de mí hacia él, protegiéndome detrás de su cuerpo.

Julián, mientras tanto, fue directo hacia Linda. Agarró a Linda por la muñeca y la retorció. El cuchillo cayó al suelo.

"¡Que alguien traiga a Joseph de vuelta aquí!", gritó Julián a uno de los guardias. Salieron corriendo de la habitación, haciendo lo que se les había ordenado. Los otros rodearon a Linda.

Desarmada, se encogió sobre sí misma, al parecer dándose cuenta de lo que había hecho. Tenía los ojos muy abiertos y vacíos. Le corrían lágrimas por la cara.

Nicolás me echó hacia atrás, aunque mantuvo las manos sobre mis hombros.

"¿Estás bien?", me preguntó.

"Sí". Aquel cuchillo nunca tuvo oportunidad de alcanzarme con ambos hermanos moviéndose como si fueran en tándem.

Aun así, Nicolás me revisó, dejando caer su mirada a lo largo de mi cuerpo.

"A nadie le gusta Piper, ¿p