Linda sacó los huevos del fuego demasiado pronto. Me pregunté si se habrían solidificado del todo. Sin embargo, cuando los abrió sobre un tazón, las claras de los huevos, al menos, parecían enteras. Sin embargo, cuando los cortó por la mitad para quitarles la yema, la yema amarilla estaba viscosa.

No pareció importarle y los echó en un tazón de todos modos. Una elección audaz.

Nathan se acercó y miró dentro del tazón. "¿Te parece que está bien?".

Linda asintió. "Cocino los huevos menos tiempo del necesario para que la parte amarilla salga mejor. También facilita la mezcla".

Julián me dijo: "Me pregunto a quién van a hacer probar esto, porque... a mí no".

Realmente esperaba que tampoco fuera yo.

Nathan se echó hacia atrás. Su cara se arrugó como si quisiera corregirla, pero al final, decidió permanecer neutral.

Linda mezcló los demás ingredientes con los huevos y empezó a revolver. Levantó una mitad de huevo para añadir a la mezcla, pero el huevo resbaló y cayó al suelo.

"Pequeñ