Si Egan tenía miedo de llevar a Katya al club donde sus socios, su tío y él se reunían en el Nido, llevarla a la reunión era una completa incoherencia. Sin embargo, ambos ya estaban allí y no había marcha atrás.Al llegar al lugar donde sería la fiesta, Katya se sorprendió al encontrar un edificio, cuyo primer piso era un club nocturno lleno de luces neón y autos muy caros estacionados afuera. Habían muchos hombres en trajes, formales y otro un poco más informal, pero todos cumplían con las normas de etiquetas. Había también mujeres, en vestidos de cóctel que las hacían lucir esbeltas y perfectas. Katya no sentía inseguridad usualmente, pero debía admitir que si ella se ponía de pie junto a alguna de esas mujeres, ella se vería pequeña y débil. Sin embargo, no le prestó demasiada atención a ello.– ¿En qué piensas, Katya? –Egan preguntó, tomando la mano de ella y dejándole un beso en ella.Katya giró su rostro hacia él y suspiró.– No sé mucho del tema, en realidad, pero estoy segura
Egan estaba completamente tenso mientras aquella chica rubia le llenaba el rostro de besos, pero era Katya quien sentía que no podía respirar y el corazón le palpitaba un latido menos con cada segundo que trascurría. Sin embargo, fue el tal Danilo, el otro chico que recién había llegado, quien lució enojado.– ¡Vanessa!Pero la chica lo ignoró por completo con un ademán de sus manos.– Estoy hablando con Egan. Por favor, Danilo, ¡cállate! –Ella giró todo su cabello, golpeando el rostro de Egan en el proceso, y aquello pareció despertarlo a él. Al igual que Katya, quien reaccionó frunciendo su ceño y apretando sus puños. Ella nunca, jamás en su vida, le había golpeado a alguien. Pero una necesidad que no podía ignorar comenzó a crecer en su interio–. Entonces, amore mío, ¿cómo te ha ido este último año en Sacra Corona?Katya sintió aquello como una bofetada. La mujer conocía el nombre secreto de la casa de Egan.– ¿Disculpa? –La voz de Katya hizo a Egan reaccionar. Él intentó hacer que
– Katya, quiero explicártelo…Pero, sin darle tiempo de nada, Katya vio una puerta con el símbolo de una mujer y entró. Era un baño para visitas, ella lo suponía, y cuando entró allí trancó la puerta con seguro. Un momento después, la manilla sonó forzada y la puerta se sacudía. Egan estaba empezando a desesperarse.– ¿Te importa? –Gritó Katya–. ¡Está ocupado! ¡Y, además, es el baño de damas!Katya le preocupó que Egan golperá la puerta hasta que le abriera, pero solo se escuchó un suspiro.– No me importa, ¡ábreme! –Katya hizo caso omiso y el movimiento a través del espejo llamó su atención. Era ella misma, obvimente, pero al mismo tiempo no lo era: el vestido era hermoso, no lo podía negar, y se ajustaba a su cuerpo en los lugares correctos como si hubiese sido confeccionado solamente para ella. Pero el maquillaje, el peinado, las joyas… esa no era ella. Con rapidez deshizo el elaborado moño y dejó su cabello suelto por sus hombros, el maquillaje lo limpió con agua y dejó su piel res
– ¿Quién fue el maldito y cuál es su ubicación? –Katya no pudo evitar reír–. Hablo en serio, Katya, lo buscaré ahora mismo. A la m****a la fiesta.– ¿Y cómo sabes que es un solo novio? –El ceño de Egan cayó, y Katya estaba ya hiperventilado de la risa en ese punto.– Katya… –Ella negó con su cabeza–. Solo dime, ¿con cuántos has estado? No es que me moleste, pero me intriga lo que dices.Katya bufó.– Con uno solo, Egan, he estado con un solo hombre en mi vida.– ¿Y quién es? –Era obvio que Egan ya sospechaba quien era.– No te hará bien saber. –Katy negó.Egan frunció su ceño.– Solo dime, Katya. Necesito saber quién es el maldito afortunado que te conoció por primera vez y aún así no supo valorarte como era.Katya volvió a reír. Si supiera que era Ivan, probablemente el chico dejaría de existir cuando ambos volvieran.– Nadie importante –respondió Katya–, y ni siquiera fue agradable. Solo… –a Katya le incomodaba hablar de eso. Pero Egan había tenido la confianza de hablar de cosas per
Después del discurso, Egan bajó del escenario y permitió que la música empezara a sonar y las botellas de vino llenaran las copas. Katya estaba emocionada por unirse a los demás, pero cuando Egan la dirigió hacia los ascensores, ella supo que había una idea diferente para él. Ignoraban a todos los que le pasaban por un lado, y Egan entró en el elevador con rapidez tirando de Katya. Egan respiraba con dificultad y Katya se preocupó porque le estuviese dando algún tipo de ataque de pánico.Egan presionó el último botón con rapidez y miraba con impaciencia el pequeño número del ascensor avanzar.- Egan, ¿qué sucede? -Preguntó Katya, finalmente.Él simplemente la miró en respuesta, como si ella debiese suponer lo que sucedía. Pero Katya realmente no lo hacía.- Katya, lo que yo prometo que haré, siempre lo cumplo. Mi palabra es lo que más vale para mí, creo habértelo dicho una vez.Pero con cada segundo que trascurría y el ascensor apenas iba por el piso 4, Egan parecía desesperarse más. K
Egan juró que intentó mantener la compostura, pero escuchar la voz ronca y excitada de Katya, más su respiración cortada solo le llevó un mínimo de un segundo pensar en la respuesta.Egan se giró con rapidez y se dejó caer de espaldas contra el colchón de la cama, llevándose a Katya con él. Ella dio un gritico de sorpresa, pero aún así no dio ninguna resistencia, cuando ella quedó encima de Egan y él la guió para que sus rodillas quedaran a los lados de las caderas de Egan. Con sus diestras manos, él la ayudó a bajar un poco más su rostro para que pudiese besarse.Katya se sentía bajo un hechizo, y cuando los labios de Egan abandonaron sus labios para ahora dedicarse a sus pechos, uno por uno, con un hábil manejo de su lengua, sus dedos, sus labios. Egan pasó de uno a otro sin dejarlos descansar, para cuando Katya lanzó un gemido ahogado, Egan ya estaba apretando el pezón de uno con sus dedos y succionando y jugueteando con su lengua en el otro. Era demasiado para Katya, en menos de l
Egan subió por todo su cuerpo y le dejó un casto beso sobre sus labios, invadió sus confines con su lengua una vez más antes de bajar rápidamente sobre Katya, pasando su lengua por un camino sobre su cuerpo desde su pecho, estómago, ombligo e, inmediatamente, bajó por su braga. Egan besó por encima de su ropa interior, adorando la humedad de ella. Katya gimió el nombre de Egan en un cántico de placer, sus manos se tomaron de las sábanas a su alrededor, tirando y aplastando de ellas.Con sus manos, Egan bajó lentamente sus bragas, liberando finalmente el resto de su hermoso cuerpo. Con sus dedos comenzó a trazar círculos encima del clítoris de Katya, haciéndola retorcerse, gemir y tensarse. Egan se abrazó a una de sus piernas para estabilizarla cuando todo su cuerpo se tensó en el acto. Él disfrutó como la boca de Katya se abría con gemidos silenciosos, de verla morderse el labio para evitar gritar su nombre o algún tipo de plegaria al cielo.Pero cuando un primer dedo entró en ella,
- Te amo, Katya Koslov. Muchísimo.Otra cosa que Egan decía sin pensar. Pero en esta ocasión, ésta había hecho la boca de Katya abrirse con sorpresa. Ella lo miró a los ojos, aún buscando una pisca de hipocresía. Pero cuando notó la sinceridad en sus palabras, que en ese momento el que habló fue el corazón de Egan y no su boca, él pudo ver cómo Katya se mordió el labio y sus ojos se llenaron de lágrimas.- Caruso -corrigió Katya-. Soy Katya Caruso, ¿no?Ahora fue el turno de Egan de ser el sorprendido. Él tomó los laterales del rostro de Katya y sus labios se unieron una vez más. Bajó por su cuello, dejando una hilera de besos desde su garganta hasta su pecho. Los dientes de Egan mordieron suavemente la curva de sus pechos, calmando la mordida con un suave beso de disculpas un momento después.Él se movió una vez encima de ella y pude ver la emoción de la anticipación en el semblante de Katya mientras él rozaba su pene contra la entrada de ella. Egan vio también un poco de preocupació