La gente a mi alrededor grita y celebra a los participantes, diez motociclistas, incluidos Lila y Damián, competirán por la copa dorada y una jugosa recompensa. La sensación de que algo no está bien aún se instala en mi pecho, Lila me aseguró que solo se trataba de adrenalina por ser la primera vez que estaba presente en una carrera, pero que no debía darle importancia.No quise decirle nada más pero no es adrenalina. La he sentido antes y no es igual al sentimiento que tengo hoy en mi pecho, tengo miedo pero tratare de alejarlo por que no quiero arruinar este día. —¿Qué hace una mujer tan bonita sola y en este lugar? –cuestiona uno de los corredores parándose frente a mí. —No estoy sola. –respondo tajante y alza las cejas. —Pues yo no te veo acompañada. —Y eso no significa que lo esté. —Eres justo como me gustan, altaneras y de cara inocente. Apuesto a que lo haces delicioso y que te mueves como perra en celo.—Mucho cuidado con como le hablas a mi novia. –espeta Damián empuján
Mi cabeza no deja de dar vueltas, mi pecho late como si nos encontramos en una carrera, mis pies y mi cuerpo entero se sienten como si nada estuviese por debajo de nosotros, como si estuviera flotando. Veo a mi hermana hablar frente a mí pero no escucho que dice. La veo mover mi cuerpo pero no la siento, ni siquiera sé si estoy respirando, o soñando o si esto es real...todo a mi alrededor dejó de tener sentido, entonces lo siento. Siento el escozor en mi mejilla y observo los ojos apenados de mi hermana frente a mí, su bofetada me hace regresar al presente y mis pies dejan de sostenerme, me dejo caer al suelo y lloro, suelto todo lo que se atoraba en mi garganta y siento unos brazos fuertes abrazarme, su perfume me indica que no es Lila sino Anthony. —Todo va a estar bien, Damián va a estarlo. ¿De acuerdo? Pero necesito que estés tranquila por qué cuando despierte él va a necesitarte fuerte. —No quiero perderlo, tú... tú sabes lo que él me dijo y yo, no fui capaz de responder. No
Entro a la habitación de Damián gracias a un permiso especial que Anthony pudo conseguirme, el estómago se me contrae al verlo con vendas por todo el cuerpo y cubriendo su cabeza, el corazón se me encoge...esto no debía pasar. Me acerco a él y tomo la mano que tiene libre. Dejo un beso sobre ella y mis lágrimas comienzan a caer sin poder evitarlo. —Por favor despierta Damián. No puedo ni quiero seguir esta vida sin ti, ¿qué hago si no te tengo? Tienes que abrir los ojos y...no importa si no me recuerdas, si no recuerdas quién soy y lo que me dijiste antes de que sucediera todo esto. Pero quiero verte despierto. »Seria capaz de darte mi vida, de renunciar a lo que tengo y lo que soy con tal de que tú estuvieras bien, por qué siendo honesta si no estás conmigo no quiero nada. –confieso con un nudo formándose en mi garganta. Él no despierta mágicamente como en las películas o hace sonido alguno, Damián se mantiene ahí, callado, dormido, y yo aquí sin saber si cuando despierte va a re
Mientras Lila y Anthony salen a buscar ayuda para salvar a Tania, Leah hace llamadas importantes que los ayudarán a avanzar más rápido en su objetivo. Adán Martell movería mar y tierra para ayudar a su hija, así que no se niega a brindarle todo a su alcance a ella y por supuesto a Anthony. Por otro lado, Mildred es testigo del avance de Damián, abre los ojos un poco y trata de moverse otro poco pero es casi imposible. Murmura el nombre de su amada Tania lo que le indica que la memoria no la perdió. Sale en busca del médico y este entra a la habitación. Los ojos de Damián están completamente abiertos, el médico revisa el monitor y sus ojos. Parece que todo está normal hasta ahora. —¿Sabes que día es hoy? –cuestiona pero Damián niega–, ¿Recuerdas tu nombre? —Damián Mendoza. —¿La reconoces a ella? —Es mi hermana. ¿Dónde está Tania? ¿Qué sucedió? —Llevas dos días en el hospital, te trajeron de la carrera en muy mal estado. Paro cardio respiratorio mientras venías en ambulancia, la
Este lugar es horrible, hay demasiada humedad, animales que por mucho me dan asco y para rematar la escena, no hay persona que pueda ayudarme en miles de kilómetros...o eso dijo Sebastián cuando me dejó aquí, encerrada y amarrada para evitar que escape.Dos de sus hombres están custodiando el lugar en donde estoy y ninguno es amable, claro que no esperaba una suite pero si alguien que tuviera empatía por mi. —Ya me aburrí de esperar. –asegura llegando hasta mi uno de los hombres que me custodian.—¿Qué carajos estás diciendo? No puedes tocarla, es la esposa del jefe. —¿Crees que eso me importa? Fui contratado para matar, no para ser su niñero. –espeta furioso–, al "jefe" le hacen falta pantalones para matarla. —Eso es verdad. –concedo por qué estar muerta sería mejor en este momento. —¿Ves? Hasta ella sabe de qué hablo. Prometo ser rápido y no causarte dolor. –murmura hacia mi. —¡Deja de decir estupideces! Vuelve a tu lugar o vamos a tener un serio problema y no quiero matarte.
—¿Estás seguro de que va a funcionar? —Si, ese collar tiene un dispositivo que nos dará la ubicación exacta de Tania. Tienes que llamar a Lila y decirle que...Damián se silencia de golpe al ver el rostro sonriente de su amada Tania. Ella aparece del brazo de Sebastián mientras él da una breve declaración a la cámara. Ambos aparecen en televisión, en el evento más exclusivo del año. —Señor del Valle es un gusto tenerlo aquí esta tarde. —El placer es mío. —¿Nos puede decir cómo se siente con la noticia que acaba de darnos el día de hoy? —Estoy realmente feliz, imagínate que hace poco más de dos meses me casé con esta increíble mujer y ahora seremos padres. –asegura y sonríe hacia ella. Tania no se ve muy feliz pero finge una sonrisa cuando la mujer se acerca para hablar con ella. —¿Qué nos dice la madre afortunada? ¿Esperabas esto? —Realmente si. De hecho gracias a qué vamos a tener un bebé tan pronto, nos iremos a vivir lejos de la ciudad, el campo nos espera, ahi veremos cre
Adán y Alexander junto a sus hombres, esperan pacientes a Sebastián, hoy recibirá su merecido por haber dañado a Leah y por haber engañado a quién sabe cuántas mujeres más. Adán no va a permitir que el idiota que dañó a su hija siga libre haciendo lo mismo con otras mujeres, así sea lo último que haga. —¿Estás seguro de hacer esto? —Jamás en la vida estuve tan seguro de hacer algo, Alexander. Si ayudando a Tania ayudo a mi hija, lo haré. —Bien, yo te apoyo. Anthony me pidió que fuéramos cuidadosos, después de todo es su hermano. —Y su novia la hermana de Tania, tiene opiniones divididas seguro. —Solo, no te ensañes con él, ¿de acuerdo? No quiero que mi hijo se sienta culpable por su hermano. —De acuerdo. Pero no entiendo su afán de protegerlo cuando él solo lo ha hecho a un lado, siempre compitiendo con él incluso odiandolo. —Sabes que Anthony es noble y bueno gracias a Gin. No le quitemos esa maravillosa virtud. Él sale desesperado de la fiesta y ellos logran verlo, se acerc
—¿Me puedes explicar que es esa estupidez que le dijiste a Tania? –cuestiona Lila con molestia apenas entra a la habitación de Damián. Damián y Leah miran atónitos a Lila, Mildred solo lo hace con bastante molestia. —Esas no son maneras de entrar a la habitación de mi hermano, –señala Mildred–, pediré que la visita sea restringida.—Mildred no es necesario. –asegura Leah quien se acerca a ella–, ¿Qué fue lo que sucedió? —Damián ayer le rompió el corazón a mi hermana, terminó con ella por qué dijo que no quería ser una carga para Tania cuando es más que obvio que no lo sería. –confiesa Lila y Leah mira a Mildred, la culpable de aquellas horribles ideas, quien parece muy sorprendida. —¿Eso es verdad, Damián? —La relación entre Tania y yo es cosa mía y de ella y no pienso discutirla con nadie y no pienso disculparme por ello. —Tania te adora. –declara Lila y Damián la mira de reojo–, jamás la vi tan dispuesta a dar la vida por alguien como lo hizo contigo. —¿Cómo puedes decir eso