Con ayuda de Antonio y el doctor MonteCarlo, subo al avión. Por dentro todo luce demasiado sofisticado, en películas había visto varias escenas dentro de aviones, pero este luce como el de una persona demasiado rica.— ¿Cómo te sientes ahora? —me preguntó el doctor Fitz cuando estuve arriba— Si sientes alguna especie de presión, lo que sea, debes decirme, tenemos que actuar de inmediato a cualquier cambio.— ¿Hay muchos riesgos todavía si mi esposa hace este vuelo? —preguntó Douglas a el doctor Fitz.— El estado de la señora ha mejorado mucho, pero eso no es motivo para asegurar un vuelo seguro. Aún hay muchas cosas que pueden pasar o no pasar, por ese motivo tenemos dos enfermeras y al doctor MonteCarlo.Nos espera un vuelo demasiado largo.NarradorTres hombres observan casi todo el tiempo a Aria, que se encuentra solo mirando el techo, siente demasiada adrenalina cuando el avión por fin despega, el solo imaginar que no están tocando tierra su respiración se acelera.— ¿Te sientes b
Narrador Después de esas palabras, Aria cayó por la medicación que le pusieron minutos antes. Dos enfermeros llegaron para subir a Aria a la ambulancia.Douglas caminó para interponerse frente al doctor Fitz y MonteCarlo.— Si muere ella, ustedes también —fue lo único que dijo Douglas, su seriedad dio a entender que habla totalmente en serio.Ninguno de los dos pudo responder, su poder de amenaza fue potente, ambos doctores tuvieron miedo de responder cualquier cosa que pudiese empeorar la situación.…— La paciente debe entrar a cirugía ahora —dijo el cirujano, en compañía de dos doctores especializados revisaron a Aria Fraser— Está muy débil, no podrá resistir más.— No hemos conseguido un donador —admitió el doctor Fitz.— Hay otras opciones, pero no tendrían el 99% de efectividad que se promete con la cirugía, pero pueden darle mas tiempo o acotarlo, necesitaremos el permiso del esposo o algún padre.— ¿Dónde está el señor Fraser? —preguntó el doctor Fitz a MonteCarlo— No lo sé,
Punto de vista de AriaMi cuerpo apenas responde, me siento demasiado cansada. Como cuando despiertas de un sueño por la tarde, pensando que se te ha hecho tarde para el trabajo, después te das cuenta de que solo se ha oscurecido, puedes estar tranquilo por un buen rato más.La luz de la habitación blanca me da migraña, siento mi garganta seca— Agua —pido, mi voz sale ronca.— ¡Ha despertado! —dijo en alto una enfermera— Hablen al doctor.No puedo volver a hablar, mi garganta duele. Miro por la habitación para ver si veo al último hombre que vi despierta, pero no aparece. Después siento un ligero dolor en el pecho, que se va intensificando.— ¿Duele? —me pregunta una enfermera— Te voy a inyectar algo para el dolor, no sentirás mas que un ardor entrar, pero será momentáneo.— Señora Fraser —Un nuevo doctor entra, no lo puedo reconocer— Mi nombre es Enzo Divaggi. Seré su doctor en esta estancia. ¿Tiene alguna molestia? ¿Puede describir todo lo que sienta física y emocionalmente, señora
— ¿Te sientes bien? —me pregunta el doctor cuando llegamos al hotel— El viaje puede ser agotado en tu estado, me gustaría que en vez de quedarnos en un hotel nos fuéramos a casa, pero reglas son reglas.— Me siento bien, no se preocupe doctor Fitz.Giro un poco para ver donde viene Douglas, pero logro ver que está hablando con el doctor MonteCarlo.— Debo preocuparme, si después de todo pueden asesinarme si te llega a pasar algo.Su respuesta me deja demasiado confundida— ¿De qué me está hablando, doctor Fitz? —comienzo a reírme, debe ser una broma.— ¿De qué hablan? —Douglas me asusta cuando de repente habla detrás de mí.— El doctor Fitz dijo un chiste, pero no es nada, amor —respondo tranquilizándolo, no quiero que los amenace pensando que “tenemos” algo. Mejor lo tranquilizo antes de cualquier amenaza.— El doctor Fitz debería centrarse en como te sientes, no en otra cosa —dice Douglas con la seriedad de siempre.— Eso es lo que hago, señor Fraser —dice el doctor Fitz con voz fing
— Estuvo preguntando por ti toda la mañana —Me informa Antonio— ¿Está todo listo? —ignoro lo que me ha dicho— Tenemos que irnos, ya no aguanta esta estúpida ciudad —estoy verdaderamente de mal humor.Con menos ayuda que hace dos días, terminamos en el avión privado, con destino a casa. Miro de reojo a Aria, que sonríe y platica con ese doctor que tanto me molesta, ella está sentada, parece sentirse mejor.— Lo va a matar, señor Fraser —El doctor Fitz aparece a mi lado— ¿No estará celoso del doctor Adriano, verdad?— ¿Por qué hace esa pregunta tan tonta?— Quiero saber, es curioso como alguien como usted, terminó con una mujer como la señora Fraser —su actitud por primera vez es molesta, tal vez se deba a mi mal humor— Simple curiosidad— Es mi esposa, doctor Fitz, cuide sus palabras.El vuelo fue peor que el primero, mi malhumor estuvo siendo alimentado por escuchar como Aria se ríe ante bromas estúpidas de esos doctores. Lo peor de todo, es que fuimos desviados por dos horas, debido
Me despierto en vuelta en las sabanas perfectamente. Miro a mi lado, pensando que quizá me encuentre el cuerpo de Douglas, pero siento una gran desilusión al ver que está vacía la cama.Con ayuda de mi tía Estela, me preparó para pasar el día. Después de estar limpia y con ropa, mi tía le dice al doctor Fitz que puede pasar. Se ve extraño con ropa normal, estoy acostumbrada a verlo con esa bata blanca que siempre usa.— Buen día, señora Fraser —Fitz luce increíblemente feliz, siempre ha estado serio, pero hoy no— ¿Cómo se siente el día de hoy?— Me siento bien —respondo— Tengo mucha energía.— Aunque te sientas, no debes creer que estás bien, tu cuerpo recibió sangre por lo que tu anemia no está tan abajo, pero sigues sufriendo de eso. Tu cirugía fue excelente, pero no debes andar por allí, fue una cirugía de muy alto riesgo, no tienes tu corazón, fue cambiado, es muy complejo.— ¿Mi cuerpo aún puede rechazarlo? ¿después de tantos días?— Si, el tiempo importante es de tres meses, per
NarradorLas miradas de Douglas y Dylan decían mucho mas de mil palabras. Douglas jamás pensó que pequeño hermano menor sería capaz de algo así, ese dinero es lo que menos le importa ahora.— ¿Lo hiciste tú, Dylan? —preguntó Douglas con una calma, que podría ser parecida a la de un león esperando un solo movimiento para salir detrás de su víctima.— ¿No me escuchaste? Justo pasé en ese momento, jamás haría algo para herir a otra persona…Las palabras de Dylan quedaron en el viento, Douglas lo sabía. Sus palabras son mentiras, pésimas mentiras.— Desaparece de mi vistaLa voz de Douglas es tan fría, que, al escucharla, Dylan temeroso dio un paso hacía atrás. Por unos segundos se arrepintió de darle la noticia el, personalmente. Tuvo la oportunidad de simplemente escribir un mensaje, pero quería tener la satisfacción de arruinarle sus planes en persona a su querido hermano mayor.— ¿Por qué, hermano? Solo pasé a saludar. ¿Tanto me odias?Douglas dejó salir un suspiro de autocontrol. Aun
— Te amo —dije arriba de su cuerpo. Douglas me mira con absoluta veneración— Quiero ser tuya, mi mente lo es desde el día que nos unimos en matrimonio, pero ahora quiero que hagas con mi cuerpo lo que deseas. — ¿Lo que deseo? —su voz se volvió especialmente ronca, sus manos hundieron sus dedos en mis caderas— ¿Qué es lo que deseo? — Lo sé desde que me viste, desde aquella vez que me pediste que me deshiciera de toda la ropa, aquella primera noche. ¿Crees que no vi como huiste por perder el control en tu cuerpo? Noté tu… — ¿Por qué esperaste tanto tiempo, Aria? ¿Por qué me hiciste esperar si lo sabes desde el primer maldito día? Su pecho respira con dificultad, puedo verlo con facilidad. Sube y baja como si estuviese controlando sus mas bajos instintos. Reí. ¿Por qué? No tengo la menor idea. Pasé mi dedo anular por la línea que divide su pecho y abdomen. No sé como es que me siento tan coqueta hoy. — Solo bésame —imploré. Douglas sujetó mi barbilla— ¿Tan rápido deseas que comenc