Sandía (II)

Toqué su pecho y bajé lentamente la mano, sintiendo la tela de su camisa ligeramente húmeda por el sudor, siguiéndola con la mirada. Cuando llegué a la zona bajo su ombligo, lo miré fijamente:

- Tal vez el propósito de Dios al dejarme con vida era éste: encontrarte... Y borrar lo malo de tu vida...

- ¡No tengo ninguna duda, mi amor! - Tomó mi barbilla entre sus dedos, levantándola hacia él - Siéntete libre, si quieres... Pues... Tócame. - Se rió, arrugando la frente.

-¿Estás seguro? Tu padre... Todavía es nuevo.

- De la forma en que le gustabas, puedo apostar que todo lo que querría es vernos así... Juntos. Ya fue bastante difícil dejar ir mi deseo durante la noche. No puedo contenerme más, ¡sobre todo sabiendo que volverás a dejarme, mi amor!

Nuestras lenguas se entrelazaron la una con la otra de forma voraz. El beso no era dulce ni suave en absoluto, sino una necesidad de más y más. Sentí que me humedecía mientras acercaba aún más mi cuerpo al suyo, tratando de encontrar el aire que
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo