Volviendo al tiempo actual...HANNAHHan pasado dos semanas desde que todo colapsó, desde que supe que mi mejor amiga me había ocultado su secreto que haberse acostado con el que será mi esposo. También han pasado dos semanas desde que Maxine se fue de casa después de que estuvo hospitalizada por lo que pasó con su bebé, bueno, con el bebé de Max y de ella porque a pesar de que la traición ha sido solo de ella hacia mí, los dos tienen la culpa. Me duele tanto saber que me oculto tantas cosas que merecía saber. Ella era mi mejor amiga, la única que tenía... y decidió arruinarlo todo por un hombre. No amo a Max, no es eso lo que me duele, lo que me duele es que ella fue capaz de acostarse con él en mi propia casa y aún cuando sabía que me voy a casar con él. Es obvio que Max y yo no somos una pareja normal que se ama y que tuvo una fase de novios como cualquier otra ni tampoco somos amigos, pero ante los demás lo somos. Aunque intento perdonarla no puedo hacerlo porque ella no sabía la
HANNAH El malestar de mi estómago persiste y se hace más intenso con cada cosa que como. No voy a decírselo a nadie porque no quiero añadirle un probelma más a mi pobre madre. Solo veo como sube y baja, va de un lado a otro con el tema de la boda mientras que yo estoy en un estado de máxima relajación que no me corrresponde, pero no estoy tan nerviosa como mamá. Sigo creyendo que la que se va a casar es ella y no yo, ni siquiera Natalia esta como mi madre. Ella apenas y me habla y cuando lo hace finge que le caigo bien, creo que no le gustó que le gritara a ella a y hijo, pero me importa poco. Cuando estoy enojada los estribos se me van, simplemente pierdo la cordura y me da igual que pase. Yo estoy terriblemente enojada. Con ambos y con la familia de Max, porque Natalia parece ser la típica mujer que ayuda a sus hijos con ese tipo de cosas. Yo no quiero una suegra de esa calaña, pero al final la vly a tener que soportar. Si de por sí la sola idea de tenerla cerca me daba miedo, ahor
HANNAHComo una loca, busco algún lugar libre en donde dejar el automóvil. La idea que ha cruzado por mi cabeza me ha descolocado al grado de sentir que estoy hiperventilando de los nervios. Mis manos rodean el volante con una fuerza desconocida y mis palmas están sudando más de lo normal. Sí, estoy nerviosa y siento que si no me calmo voy a chocar contra un poste, un árbol o con otro coche en cualquier momento. A lo lejor veo un espacio vacío, conduzco hasta ese sitio y aparco con una facilidad que me soprende, siempre tardo por lo menos quince minutos en lograr aparcar sin que quede mal estacionada, hoy fue la excepción. Tomo el bolso y bajo del auto esperando que a mi paso haya una farmacia. Antes de llegar al Spa, me gustaría quitarme esa idea loca de la cabeza, porque algo me dice que debe de ser imposible... siempre hemos sido cuidadosos y el último mes no hemos estado juntos, no me ha tocado y probablemente ya no lo vuelva a hacer, porque se ha ido. Él me ha dicho que no me qu
Mantengo la vista en la señorita que me ha recibido en el spa. Tiene una sonrisa amplia y parece estar demasiado feliz por atenderme, ¿ella también estará invitada a la boda? Conociendo el alcance de mi madre, tal vez sí. Me quedo quieta esperando a que borre esa cara y que me diga lo que debo de hacer. Creo que aún no es mi turno y lo se porque este lugar es muy pequeño y hay alguien siendo atendido ahora mismo. Siento una presión en el pecho, y creo que ese sentimiento es por lo que traigo en el bolso. Ese pequeño dispositivo color blanco con rosa me está taladrando la corazon y la razón. Me grita que la tome entre mis manos y la destape y orine en ella. No quiero hacerlo, no estoy preparada. Me levanto de la silla como si está me quemara, me acerco a la recepción y digo con voz ahogada —¿Puedo usar el baño?— La señorita me ve asustada y también confundida. —Por supuesto, está al fondo, es la primera puerta —contesta demasiado sonriente y eso no ayuda en nada a mi mal humor. Realm
Y de pronto ya no quiero que me den ningún masaje. No quiero que nadie me toque y lo único que quiero es hacerme una prueba en la que analicen mi sangre y que no haya probabilidad de que haya un error. Compré dos pruebas, ¿pero qué tan confiables son? No lo sé,, tal vez este resultado este mal y en serio quiero confiar que es así. Mi corazón late desbocado sintiéndose arañado, adolorido por lo que acabo de saber. Esta noticia es ridícula, ¿por qué hoy tuve que saberla? ¿Por qué este bebé no decidió mostrar síntomas unas semanas antes? Este bebé en serio está jugándome una mala broma.—Todavía no naces y ya me estás dando algunos problemas, bebé. Eso no es muy justo de tu parte, pero no voy a enojarme, en realidad estoy muy triste. —Hablo en voz baja y tranquila. —Ahora debemos de idear un plan para que puedas nacer, porque de otra forma tendré que hacer algo que no quiero. Pero no puedo arruinar las cosas con tus abuelos, ellos tienen puesta su fe en mi y tu llegada no creo que sea un
MAXINELos días han pasado y el dolor que siento no se va. Sigue una tormenta en mi corazón que al final del día me hace sentir la persona más miserable del mundo. A lo largo de la semana he estado tan deprimida que he pensando en la posibilidad de cortar de lado a lado todo mi brazo. Ya no importa lo que piense, lo que sienta o lo que diga, me siento la mujer más inservible del mundo porque... no pude mantener a salvo lo único que me había hecho sentir acompañada. El bebé inconscientemente me lo una luz que no sabía que necesitaba o que me ayudaría a tener las ganas de comerme al mundo. No es que antes no tuviera metas, es que antes solo era mi egoísmo moviéndome, motivándome, después fue el bebé mi motor. Ahora no tengo nada, ya no estoy embarazada ni mucho menos estoy feliz, pues la única familia que he tenido me ha dado la espalda por mis malas decisiones. Si, se que debía de respetar a Hannah y no lo hice, pero ya no espero que me perdone porque no soy tan cínica. No debería de e
—Maxine, por favor cariño, ponte de pie. Se supone que no debía de decir nada, pero hay alguien esperándote. Créeme que si por mi fuera lo echaría de casa, pero insiste en verte.— Pestañeo sin entender a quien se refiere, pero en mi pequeño corazón se siente una descarga de adrenalina y emoción. Siento un destello de esperanza y un hueco en el estómago. ¿Es Max el que está aquí? Es que no puede ser nadie mas que él y sólo el. Nadie tendría las ganas de verme, sólo el y lo dudo un poco pues fui demasiado dura la última vez que lo vi. Era necesario, fui una espantosa persona solo porque queria que se quedara con Hannah. Ya no puedo robarle las cosas y hacerla sufrir más. Solo quiero que ella sea feliz si es que así lo quiere porque ella puede quitarme al hombre de esa noche solo porque puede. Ella es la mujer perfecta para Max y nadie me aceptaría como su esposa, en cambio Hannah es Perfecta. Encaja perfectamente en ese papel de esposa y buena mujer que toda suegra quiere. Con razón Nat
MAXINE¿Me me esperaba esto? Sinceramente no, esperaba otra persona, a la cual amo y echo de menos a pesar de que nuestro amor fue tan rápido y por consecuente, efímero. De las cosas que no creí que serían posibles han sido exactamente las cosas que me han pasado el último mes. No creí que me embarazaría, al menos la Maxine de principios de año no creería para nada lo que me está pasando. La Maxine de hace una semana no se hubiera imaginado que el mejor amigo del hombre que le ha puesto la vida patas arriba está a su lado, o más bien abrazándola tan fuerte que siente que no necesita nada más para estar bien y feliz, O bueno, no tan feliz sino más en paz, más tranquila. —Estoy aquí —susurra Bastian en mi oído. Su voz es grave y es ligeramente parecida a la de Max., pero la de él es aún más seductora. Creo que eso fue lo que me hechizó de él desde que me lo encontré en ese antro al que fui con Hannover y su novio.— No deberías de estarlo esperando, pero lo entiendo porque sé que lo qu