Nunca imaginé que sentiría esto al verlo después de tantos años. Maximiliano está a mi lado porque quería acompañarme en este momento de reencuentro con Carlos Montero, después de cinco años.Mi papá tiene el pelo gris y los ojos de color avellana como mi hermano. Me doy cuenta de que está muy delgado y envejecido. Lo encontraron en las calles pidiendo comida. El detective dijo que fue muy fácil encontrarlo, lo cual me confunde porque otros detectives tardaron años en hacerlo.Hay cosas que no comprendo.— Ally, te ves hermosa, idéntica a tu mamá. Y Max, estás enorme. — Comenta Carlos con una sonrisa tosiendo las palabras. Me han informado que está muy enfermo.— No finjas que nos extrañaste, eres un miserable. Le robaste su bebé a mi hermana y me dejaste en la ruina. — Responde Max con resentimiento en su voz.— Max, lamento mucho todo lo que hice. — Expresa Carlos con sinceridad en su tono.— ¿Cuándo te arrepentiste? ¿Antes o después de abandonar a mi bebé? Liam Chrysler me ha dicho
Harry Chrysler...Cuando el detective me contó que Alicia había sido alumna del mismo colegio que yo, no podía creerlo. ¿Cómo era posible que no la recordara?Aún estoy muy confundido. Hay cosas que no tengo del todo claras, pero he investigado y en el sótano de casa encontré algunas fotografías ocultas de nosotros dos cuando éramos adolescentes.Ahora entiendo perfectamente por qué siento todo lo que siento por ella, por qué la deseo y la quiero tanto. Ella fue mi gran amor. Mi padre volverá hoy en la noche de un viaje que realizó a Alemania por asuntos de negocios, pero cuando regrese me pagará por todo lo que me ha hecho. No puedo creer que me manipulara de esa forma.Cuando Ally me pidió vernos en su departamento, por supuesto que acepté de inmediato. No deseaba perder ninguna oportunidad para estar cerca de ella. Sin embargo, mientras subía las escaleras, me di cuenta de que el miserable de Raúl estaba saliendo. Tuve que contener mis celos, porque si no me controlaba, le rompería
Alicia Montero.Me equivoqué al revelarle la verdad a Harry. Después de confesarle todo, vi cómo su rostro se llenaba de furia y frustración. Sin darle tiempo a reaccionar, salió enfurecido de mi departamento, y yo, sintiendo una oleada de angustia, bajé tras él, dispuesta a solucionar lo que acababa de desencadenar.Corrí hacia la calle, pero Harry ya se había alejado, subiéndose a su carro y arrancando con rapidez. Mi corazón latía con fuerza mientras observaba cómo se alejaba, consciente de que conocía su destino. Sin perder un segundo, busqué desesperadamente un taxi, necesitaba seguirlo, no podía dejarlo solo en ese estado. Le indiqué al conductor que siguiera al carro de Harry. Cuando llegué a la empresa Imperio, el corazón me latía con fuerza y la adrenalina recorría mi cuerpo. Corrí por los pasillos, atravesando el bullicio de la oficina, con la urgencia de llegar lo más rápido posible a la oficina del señor Liam. A medida que me acercaba, pude ver a Harry a lo lejos, parado
— ¿Qué haces aquí? Yo te defenderé, Ally — declaró Damon con determinación, mirando a Harry con desafío.— Pequeño mocoso, para tu información, Ally es mi mujer .— respondió Harry con una sonrisa irónica.— No es cierto, Ally se casará con mi papá y será mi mamá — aclaró Damon, sacándole la lengua a Harry con travesura.— Tan insoportable como su papá — replicó Harry, sacándole la lengua también a Damon.Al ver a Harry Chrysler parado frente a mi puerta, una oleada de incredulidad me invadió. ¿Qué hacía allí?. Pero lo que me sorprendió aún más fue verlo interactuando con Damon, como si se rebajara a la altura de un niño de cinco años. La actitud infantil de Harry era desconcertante, especialmente considerando su reputación de seriedad.Suspiré con exasperación y rodé los ojos ante su comportamiento. Con firmeza, tomé la mano de Damon y, con las llaves en la otra mano, abrí la puerta del departamento. — Dile que se vaya, no me cae bien — dijo Damon mirando a Harry con desdén.— Yo no
Cuando desperté, me tomé unos minutos para contemplar a Harry y Damon dormir. No pude evitar notar lo increíblemente parecidos que son. Tienen el mismo tono de ojos y cabello, y hasta comparten algunas características de personalidad. Ambos son bastante caprichosos.No me contuve y les tome una fotografía con mi celular.Después, me dirigí a la sala para preparar un delicioso desayuno. Me dediqué a hacer panqueques y café para Harry y para mí, y preparé leche para el pequeño Damon. Mientras cocinaba, eché un vistazo a mi celular y me di cuenta de que aún era muy temprano.Salí de mis pensamientos cuando Harry rodeó mi cintura y depositó un suave beso en mi cuello. Por un momento, me dejé llevar por el contacto físico y olvidé todo lo que sé sobre él y el dolor que me ha causado. A pesar de todo, su cercanía me hace sentir bien, aunque sé que no debería permitirme ser feliz con él.— Huele delicioso — comenta Harry, mientras disfruta del aroma que inunda la cocina.Me giré para mirarlo
Harry Chrysler.Caminé hacia el edificio, anhelando una noche apasionada con mi mujer.Estaba seguro de que pronto me perdonaría por mis errores pasados. Pero al acercarme, una escena caótica se reveló ante mis ojos: el edificio estaba envuelto en llamas y abarrotado de bomberos y equipos de emergencia. Un nudo se formó en mi estómago mientras el pánico se apoderaba de mí.Sin tiempo que perder, me lancé hacia adelante, ignorando las advertencias de los bomberos que intentaban detenerme. La desesperación me impulsó a golpear a uno de ellos y continuar mi camino hacia el edificio en llamas.Mi corazón latía con fuerza, sabiendo que Alicia estaba dentro, enfrentando el peligro.No puedo perderla, ella es la mujer de mi vida.No puedo perderla como ya perdí a mi hijo.Cada paso hacia el edificio ardiente era una lucha interna. Mis pensamientos estaban llenos de imágenes de Alicia, su rostro, su voz. No podía permitirme perderla, no ahora.Con cada paso, el calor se hacía más intenso, el hu
Alicia Cuando abrí los ojos, el blanco de la habitación del hospital me rodeaba, pero la claridad no disipaba la confusión que sentía. Me di cuenta de que estaba conectada a un respirador, y la realidad del incendio de la noche anterior comenzó a atormentarme de nuevo. Los recuerdos del fuego devorando todo a su paso y los gritos de angustia aún resonaban en mi mente. No entendía cómo podía seguir con vida después de esa pesadilla.Fue entonces cuando noté la presencia de Raúl a mi lado. Sostenía mi mano con firmeza, y al verme sollozar, me estrechó entre sus brazos con ternura. Su abrazo me brindó un poco de consuelo en medio de la confusión y el miedo que sentía.— Ya estás a salvo, hermosa.— Raúl murmura con un tono suave mientras me sostiene entre sus brazos.—Pensé que moriría.— respondí con voz temblorosa mientras me quite el respirador, mi cuerpo aún temblando por la experiencia traumática.— Tranquila, hermosa. No repitas eso. Yo no soportaría perderte. — Raúl responde con ur
Raúl Hoffman.Me encuentro parado frente a su habitación, aún incapaz de creer que está tan cerca, a solo unos centímetros de mí. Mi corazón late con fuerza, acelerado por la emoción y la incertidumbre de lo que está por venir.Al asomarme, la veo recostada, su cabello largo cae suavemente sobre sus hombros, sus ojos cerrados transmiten una tranquilidad que contrasta con el caos que siento dentro de mí. Su piel, suave y radiante, parece brillar a la luz tenue de la habitación.Solo lleva puesta una de mis camisas, una prenda que le queda demasiado grande pero que resalta su fragilidad y belleza. Su ropa se ha quemado por completo y por eso le preste mi ropa. Se ve jodidamente sexy vestida de ese modo.Me acerco lentamente, sin poder apartar la mirada de su rostro sereno. Sin poder resistirme, me inclino y deposito un suave beso en sus labios, sintiendo una mezcla de deseo y anhelo que me consume por completo.Cuando levanté cuidadosamente