Me desperté envuelta en la calidez de Damon, mi pequeño acurrucado entre mis brazos. Anoche sus ojos curiosos buscaron respuestas sobre su padre, pero decidí desviar la conversación, entre cuentos y caricias, manteniendo su inocencia intacta. La noche en mi departamento había sido tranquila, ya era habitual para él dormir con él.Al amanecer, noté que mi bebé aún dormía, así que me deslicé cuidadosamente fuera de la cama y me dirigí a la cocina. Mientras preparaba los panqueques, el sonido del timbre rompió la tranquilidad de la mañana. Al abrir la puerta, me encontré con Harry, quien entró como si el lugar también fuera suyo, sin previo aviso.—¿Qué haces aquí? ¿Acaso no te cansas de perseguirme? —le espeté a Harry con un dejo de exasperación en mi voz.Él me miró con firmeza y respondió— Jamás me cansaré, pero esta vez no vengo a repetirte lo mucho que te amo. Vengo a decirte que Raúl no es el hombre adecuado para ti. Él no te merece.—Baja la voz, Harry. Damon está aquí —le advertí
Harry Chrysler Han sido varias semanas en las cuales me he intentando acercar a Alicia; sin embargo, no he tenido respuesta. Me evade todo el tiempo. Me estoy volviendo completamente loco al no saber nada de ella.Aunque me consuela saber que tampoco está con Raúl. Faltan menos de dos días para su famosa boda; sin embargo tengo la esperanza de que ella se dé cuenta que Raúl no es para ella y si no lo hace soy capaz de presentarme en la ceremonia y robarmela. Mi mujer jamás será de otro. Tal vez la solución para que se olvidé del pequeño Damon es volverla a embarazar.Estoy parado en medio de mi departamento, el reloj marcando el tiempo que se escapa rápidamente. El sol ya se oculta más allá de los edificios, y me doy cuenta de que estoy a punto de llegar tarde a mi reunión con mi padre. De repente, un sonido insistente rompe el silencio del lugar: el timbre de mi departamento. Mis pensamientos se dispersan por un momento mientras me pregunto quién podría ser a esta hora. Me apresuro
Alicia Montero.Me encuentro observando a Harry mientras duerme profundamente a mi lado. Sus ojos azules brillan suavemente en la tenue luz de la habitación, y su piel suave y ligeramente bronceada me cautiva. No puedo evitar sentirme cautivada por su belleza, una que me ha hechizado desde el momento en que lo conocí.Siento su cuerpo musculoso acurrucado junto al mío, su calor reconfortante me envuelve y me hace sentir protegida. Es el amor de mi vida, el hombre al que siempre he deseado tener a mi lado. Pero mi corazón se divide, porque antes que nada está Damon, mi pequeño, mi razón de ser.Raúl me ha dejado sin alternativa. Si no accedo a convertirme en su esposa, me ha amenazado con quitarme la posibilidad de ver a Damon para siempre. Incluso ha insinuado la posibilidad de llevarse a Damon lejos de mí, y la idea es insoportable. Desde que descubrió mi beso con Harry, Raúl ha cambiado drásticamente su actitud hacia mí. Ya no es el hombre cariñoso y comprensivo que solía ser, y ent
Harry Chrysler.Estoy sentado frente a mi padre en la sala de estar. Su mirada es serena pero llena de preocupación, como si supiera lo que estoy a punto de hacer. La luz tenue de la lámpara de pie crea sombras danzantes en las paredes, añadiendo una atmósfera de tensión al ambiente. Mis manos están entrelazadas, tratando de contener la ansiedad que bulle dentro de mí.Pero yo ya he tomado mi decisión. Mi mente está hecha, y nada de lo que él pueda decir cambiará eso. No puedo soportar más estar aquí, en este lugar que una vez llamé hogar. Cada palabra que sale de su boca me empuja más hacia mi resolución.— Lo siento, papá, pero diga lo que diga, no me voy a quedar. Y te advierto, si te atreves a tocar a Alicia, te juro que te mataré con mis propias manos.— Le advertí.— Harry, entiendo que no soy alguien que admita fácilmente sus errores, pero me he equivocado contigo y con Alicia. Ella es una mujer digna de ti y una digna madre de mi nieto.— Afirma papá.— Por fin lo reconoces, ¿no
Seis años antes.Harry Chrysler.Al llegar a la casa de Alicia, me encontré con una escena desgarradora. Su rostro estaba marcado por el rastro de lágrimas recientes, y su expresión reflejaba una mezcla de angustia y desesperación. No podía evitar sentir un nudo en el estómago al verla en ese estado, preguntándome qué había ocurrido para que estuviera tan visiblemente afectada.Alicia parecía temblar ligeramente, como si estuviera luchando por contener sus emociones. Su mirada perdida revelaba el dolor que había estado sufriendo en silencio. Era evidente que la muerte de su madre había dejado una profunda marca en Alicia, y el hecho de que su propio padre no estuviera ahí para consolarla solo empeoraba las cosas. No soportaba que su familia la lastimará y que ella sintiera lo que yo sentía con mi papá.Únicamente una vez yo la hice llorar cuando ella descubrió que la aposté con Nicolás. Tarde mucho tiempo en recuperarla, pero lo hice.— Bonita, ¿por qué lloras? No tolero verte así —p
Harry Chrysler Abro los ojos con lentitud, luchando contra la neblina que nubla mi mente. Una sensación de desconcierto me envuelve cuando mis pupilas se ajustan a la brillante luz blanca que inunda la habitación del hospital. Mis primeros instintos buscan en vano una pista sobre mi paradero, pero las paredes impolutas y la ausencia de cualquier rastro personal me dejan con más preguntas que respuestas.Una sombra se desliza por el borde de mi visión, y al girar la cabeza, me encuentro con una figura uniformada. Una enfermera, de semblante amable, se inclina sobre mí con una sonrisa alentadora, como si mi despertar fuera una pequeña victoria en su rutina diaria.¿Quién soy? ¿Cómo he llegado aquí? — Tranquilo. Si me estás escuchando, mueve la cabeza o tus manos una vez —pidió la voz que resonaba a su alrededor.— Te escucho perfectamente. ¿Quién mierda eres? ¿Y dónde estoy? —respondo confundido y desorientado.— Sufriste un accidente hace siete meses. Tu carro volcó y así estuviste
Actualidad Alicia Montero.El día de mi boda con Raúl debería ser el más feliz de mi vida, pero la sombra de Harry sigue persiguiéndome. A pesar de querer a Raúl con todo mi ser, sé que mi corazón todavía pertenece a Harry. La pasión y el deseo que siento por él son incomparables, pero también sé que nuestro amor es tóxico y maldito. Ha traído consigo un torrente de sufrimiento.Sin embargo, sé que con Raúl y nuestro hijo Damon puedo construir la familia estable que siempre he deseado. Amo a Damon con todo mi corazón y deseo ser su madre. Aunque sé que Harry siempre estará en mi mente y mi corazón, es con Raúl que puedo encontrar la estabilidad y el amor verdadero que necesito para ser feliz.Caminar hacia el altar con mi vestido blanco y largo, mi peinado alto. Mi único apoyo, mi hermano gemelo Maximiliano, es un momento lleno de emociones encontradas. Mientras avanzo, veo a Raúl, con su cabello rubio brillante y sus ojos verdes que siempre me han cautivado. Él representa todo lo qu
Alicia Montero.Cuando llegué a mi departamento con Damon en brazos, sentí un torbellino de emociones recorrer mi ser. Mi pequeño estaba tan asustado por la situación en la boda que apenas podía contener las lágrimas. Lo abracé con fuerza, tratando de transmitirle todo el amor y la seguridad que podía ofrecerle en ese momento tan difícil para él.Mientras caminaba por el pasillo hacia la habitación de Damon, recordaba los largos años de espera y las lágrimas derramadas en mi búsqueda por tener un hijo. Y ahora, aquí estaba, sosteniendo a mi pequeño milagro en mis brazos, incapaz de creer que este niño tan perfecto y hermoso fuera realmente mío.— Tranquilo, bebé, no me gusta verte llorar —susurro acariciando con suavidad el cabello del niño.— Quiero ir con papi, ese señor malo le pegó —respondió el pequeño entre sollozos.— Amor, Harry no es malo, pero ahora no pienses en eso. Estás aquí conmigo y con mami —console tratando de calmarlo con cariño.— Mi amor, sé que escuchaste muchas