Estaba concentrada en mi trabajo cuando noté la llegada de una persona acompañada de sus guardaespaldas. Su presencia me abrumó; desde que lo vi en la reunión, no he podido sacarlo de mi mente. Sin embargo, me mantuve seria, negándome a permitir que cualquier sentimiento hacia él floreciera.A pesar de la tormenta de emociones que me invadían, me esforcé por mantener la compostura y continuar con mis tareas. No podía permitir que mi mente divagara hacia un hombre que me había causado tanto dolor.— Debo admitir que eres mucho más inteligente de lo que pensaba. Me pregunto cómo obtuviste este puesto. Tal vez te metiste en la cama de uno de los Hoffman, o de los dos. — Insinúa Harry con desprecio.— Señor Chrysler, usted no es bienvenido en esta empresa. — Declaré con firmeza.— Entraré a ver a Raúl y tú no lo impedirás. Me aseguraré de que te despidan, Alicia. — Amenaza Harry, ignorando mis palabras.— ¿Por qué tanto odio? Si yo lo lastimé como usted dice, es lo menos que se merece y l
Harry Chrysler....Estaba sumamente molesto conmigo mismo. No podía creer lo estúpido que fui al pensar que Alicia era la responsable. Una simple investigación reveló que la verdadera culpable era Estefanía, no Alicia.Quizás me cegué al pensar que Alicia solo estaba a mi lado por interés. Me negué a considerar la posibilidad de que realmente me amara de manera genuina, y me resultó más fácil alejarla de mi vida.Raramente he experimentado tanto arrepentimiento como ahora, por haberla despreciado y humillado de la manera en que lo hice. La idea de haberla lastimado de esa manera me hace sentir profundamente apenado y arrepentido. Desearía poder retroceder el tiempo y rectificar mis acciones.— ¡Por favor, perdóname! No quería hacerlo, fue un error. — Suplica Estefanía, con lágrimas en los ojos, mientras es arrestada por los oficiales.— Pasarás al menos tres años en prisión. — Afirmé, con frialdad en mi voz.— ¡Por favor, no! — Ruega Estefanía, desesperada por evitar su destino.— Llé
Alicia Montero.Durante las últimas horas, he estado recibiendo incesantes llamadas de Harry, hasta el punto de tener que bloquearlo por completo. Me invade un profundo temor de que pueda buscarme, pero más que miedo hacia él, es un miedo por mí misma, por caer nuevamente en su influencia tóxica.Al llegar a la oficina, noté que Raúl ya estaba allí antes que yo. Sostenía un ramo de rosas rojas en sus manos, pero en lugar de ofrecérmelas, las arrojó directamente a la basura. Quedé completamente sorprendida por su actitud, sin entender qué podía haber motivado ese gesto tan inesperado.— Buenos días, señor. ¿Esas flores? — Saludé con una sonrisa al ver las flores en el escritorio de Raúl.— Las han traído por error, señorita Montero. Hoy es viernes y Damon no tiene clases. Tal vez podríamos llevar el trabajo a mi departamento y pasar el día con él, si le parece. — Sugiere Raúl, con una mirada cálida hacia mí.— ¡Me encantaría! Pasar tiempo con Damon. Su hijo es encantador. — Respondí, e
La presencia de Harry frente a mi puerta me tomó por sorpresa y me llenó de incomodidad. No quería ni verlo ni hablar con él, pero no sabía qué hacer en esa situación tan incómoda. Antes de que Harry pudiera verme, sin pensarlo dos veces, me di la vuelta y bajé las escaleras del edificio tan rápido como pude. No me atreví a mirar hacia atrás, solo quería alejarme lo más rápido posible. Mis pasos eran rápidos y decididos mientras me dirigía hacia la salida. No me importaba tener que ir a un hotel o a cualquier otro lugar, lo único que quería en ese momento era evitar a Harry a toda costa. No podía soportar la idea de tener que verlo o hablar con él nunca más.Cuando estaba a punto de salir del edificio, chocó con el pecho de Raúl. Él sostenía su celular en la mano, era claro que ella lo había olvidado en el auto de él.— ¿Qué ocurre? Estás temblando. — Pregunta Raúl, notando mi nerviosismo.— Por favor, llévame lejos de aquí. — Rogué con una mirada llena de angustia.— Vi el carro de C
La furia de Harry era evidente cuando no paraba de gritar mi nombre y golpear la puerta de mi departamento. Sus voces resonaban en el pasillo y los golpes resonaban en mis oídos, mientras los vecinos empezaban a quejarse por el alboroto. — ¡Abre ahora mismo, Alicia! — Grita Harry, golpeando la puerta con fuerza.— ¡Lárgate o llamaré a la policía! — Respondí con voz firme, manteniendo la calma a pesar de la situación tensa.— ¡Alicia! ¡Alicia! — Continúa gritando Harry, aumentando la intensidad de su voz mientras se niega a irse.— ¡Vete de una vez, Harry! No tienes derecho a estar aquí. — Insiste Alicia, manteniendo la firmeza en su tono.— ¡No me ignorarás, Alicia! ¡Volveré y lo arreglarás conmigo! — Amenaza Harry antes de marcharse, aunque su tono sigue siendo agresivo.Durante el resto de la noche, no pude quitarme de la cabeza a ese maldito hombre. Su presencia se cernía sobre mí como una sombra oscura, perturbando mi tranquilidad. Cada vez que cerraba los ojos, su imagen aparecí
Nunca imaginé que sentiría esto al verlo después de tantos años. Maximiliano está a mi lado porque quería acompañarme en este momento de reencuentro con Carlos Montero, después de cinco años.Mi papá tiene el pelo gris y los ojos de color avellana como mi hermano. Me doy cuenta de que está muy delgado y envejecido. Lo encontraron en las calles pidiendo comida. El detective dijo que fue muy fácil encontrarlo, lo cual me confunde porque otros detectives tardaron años en hacerlo.Hay cosas que no comprendo.— Ally, te ves hermosa, idéntica a tu mamá. Y Max, estás enorme. — Comenta Carlos con una sonrisa tosiendo las palabras. Me han informado que está muy enfermo.— No finjas que nos extrañaste, eres un miserable. Le robaste su bebé a mi hermana y me dejaste en la ruina. — Responde Max con resentimiento en su voz.— Max, lamento mucho todo lo que hice. — Expresa Carlos con sinceridad en su tono.— ¿Cuándo te arrepentiste? ¿Antes o después de abandonar a mi bebé? Liam Chrysler me ha dicho
Harry Chrysler...Cuando el detective me contó que Alicia había sido alumna del mismo colegio que yo, no podía creerlo. ¿Cómo era posible que no la recordara?Aún estoy muy confundido. Hay cosas que no tengo del todo claras, pero he investigado y en el sótano de casa encontré algunas fotografías ocultas de nosotros dos cuando éramos adolescentes.Ahora entiendo perfectamente por qué siento todo lo que siento por ella, por qué la deseo y la quiero tanto. Ella fue mi gran amor. Mi padre volverá hoy en la noche de un viaje que realizó a Alemania por asuntos de negocios, pero cuando regrese me pagará por todo lo que me ha hecho. No puedo creer que me manipulara de esa forma.Cuando Ally me pidió vernos en su departamento, por supuesto que acepté de inmediato. No deseaba perder ninguna oportunidad para estar cerca de ella. Sin embargo, mientras subía las escaleras, me di cuenta de que el miserable de Raúl estaba saliendo. Tuve que contener mis celos, porque si no me controlaba, le rompería
Alicia Montero.Me equivoqué al revelarle la verdad a Harry. Después de confesarle todo, vi cómo su rostro se llenaba de furia y frustración. Sin darle tiempo a reaccionar, salió enfurecido de mi departamento, y yo, sintiendo una oleada de angustia, bajé tras él, dispuesta a solucionar lo que acababa de desencadenar.Corrí hacia la calle, pero Harry ya se había alejado, subiéndose a su carro y arrancando con rapidez. Mi corazón latía con fuerza mientras observaba cómo se alejaba, consciente de que conocía su destino. Sin perder un segundo, busqué desesperadamente un taxi, necesitaba seguirlo, no podía dejarlo solo en ese estado. Le indiqué al conductor que siguiera al carro de Harry. Cuando llegué a la empresa Imperio, el corazón me latía con fuerza y la adrenalina recorría mi cuerpo. Corrí por los pasillos, atravesando el bullicio de la oficina, con la urgencia de llegar lo más rápido posible a la oficina del señor Liam. A medida que me acercaba, pude ver a Harry a lo lejos, parado