Ibrahîm Farûq.La noche se vuelve mas brillante y las ganas más inmensas.La tengo conmigo, por fin esta donde siempre la quise tener, junto a mi saciando la necesidad que había entre nosotros. Su cuerpo es apetitoso, sus líneas son perfectas tal y como el doctor las recetas, ella es sensacional.—Ibrahîm, no creo que sea correcto hacerlo aquí —la escucho decir y la magia desaparece. Dejo de darle besos en el cuello, la veo y por más que la quiero encima de mí, tengo que aguantarme un poco. —Sí quieres nos detenemos —digo, ya que con ella he tenido muchos errores y no quiero que piense que solo la quiero encima y ya. —Disculpa, Ibrahîm —comenta —. Se que yo te incite. —No tienes porque Sophia, acuérdate que tu eliges —digo tomando su mejilla.Se acerca a mi y une sus labios con los míos —. ¡Al llegar a casa podemos seguir! —dice con una sonrisa seductora.—¡Pero eso sí, no te me escapas! —digo pegándola a mi, siguiendo el beso. Se separa y veo como se comienza a ordenar el vestido
Ibrahîm Farûq.Me acuesto en la cama, ni siquiera me he quitado la ropa. Mi padre ha hecho que esta noche se vaya a la mierda, no se que cree, solo por ser mi padre no significa que tiene el derecho de comprometerme a la fuerza. Se que se escucha como niña quejosa pero es que enoja, porque creen que te pueden llevar en el bolsillo cuando se les plazca. Me sorprende, como mi mentalidad a cambiado mucho, meses pasados no me hubiera importado lo que mi padre hubiera hecho pero ahora siento que me quiere encerrar en una cárcel. ¡Lo que hace una chica! Talvez un vaso con leche me haga bien, el estrés lo tengo en lo alto. Bajo a la cocina, llamaría a servicio pero he aprendido a ser considerado con los demás.Al llegar me detengo en seco. No fue mala idea bajar.Al parecer no estoy solo, veo a Sophia, feliz comiendo un pedazo de pastel, ni siquiera se ha dado cuenta de mi presencia, me quedo un poco tonto viéndola ahí sentada, tan relajada, tan hermosa, tan deseable. Visualizo su cuerpo
Sophia Pavanelli El sudor recorre mi frente, mis nervios están exaltados, mi respiración se ha agitado a nivel alto. ¡Por favor no me hagas nada! Digo poniendo mis manos en la cara tapando mis ojos a más no poder. ¡Sophia!¡Sophia! Escucho una voz a lo lejos, mi mente quiere reaccionar pero no puede. ¡Sophia, despierta! Mis ojos se abren y lo primero que veo es a Ibrahîm, encima mío con una cara de temor.—Disculpa —digo casi llorando —. No se controlar los sueños —viendo como sus ojos transmiten preocupación. —No tienes de que Sophia, nadie puede —dice envolviendome en sus brazos. —¿Me puedes decir que soñaste?—Mejor después.Asiente y solo sigue con el abrazo, sin dejar de pensar en el sueño que tuve. ¡Esto se está pasando de límites!Porque mis sueños insisten en que recuerde eso, yo siempre digo, hay que dejar el pasado atrás y seguir hacia el futuro, si mi sueño trata sobre lo que pienso pueda ser mi familia, de todo modos no me interesa ellos me abandonaron como un an
¡Mierda!.¡Mierda!.¡Mierda!.¡Por qué me pasa esto a mi!Saben que es lo peor, que creo que esto solo a mí me sucede. Estoy en la cocina tirada y se preguntarán ¿como? si estaba en el cuarto de Ibrahîm ¡desnuda! Pues él imbécil no quizo ayudarme sino que prefirió que me viniera desnuda caminando, me dijo que usara su ropa pero lo descarté de inmediato ¿que tal? y alguien me mira con la ropa de Ibrahîm, me comen viva. Bueno les cuento, todo iba bien el desayuno y todo, cuando de repente se me ocurrió, puedo irme en toalla caminando hasta mi cuarto, no creo que nadie me vea, claro si soy precavida. ¡O eso creía yo!Todo iba bien yo caminando con la toalla ¡tranquila! Yo llegando a la cocina feliz por que todo iba bien hasta que me resbaló y pasa lo peor. La toalla se me cae y como que al destino le gusta verme en ridículo en eso Zafir y Yasser dentran a la cocina, yo tirada en el suelo con solo la ropa interior puesta, se me callo la cara de vergüenza. ¡Y henos aquí!—¿Sophia te g
Ibrahîm Farûq.Esta rodeada, no se me vas a escapar, la tengo pegada a la pared. Este shousito de celos la verdad que hizo que me encendiera un poco, se ve tan tierna que dan ganas de morderla y comerla a besos. ¡Hay Sophia que me has hecho! Junto sus labios con los míos, por los momentos se hace la fuerte pero después solo se deja llevar por la sensación, rodea sus brazos en mi cuello para despegarse y verme directo a los ojos.—Disculpa Ibrahîm —dice con un tono avergonzado —. Me comporte como toda una celosa, se que nosotros aún no somos na... —pongo mis dedos en su labio viéndola con algo que no se explicar. —Sophia, yo nunca te haría daño, no arruinaría una de las mejores cosas que me ha sucedido —digo por que es la verdad, ella ha hecho que mi vida ahora tenga sentido. Ahora no pienso solo en ser el orgullo de la familia, ahora no pienso solo en mi futuro. Ahora pienso en que no se trata de agradar a los demás, para verse bien sino en que tienes que seguir tu camino y pelear
CAPITULO ESPECIAL. •28•Era de medianoche en el hermoso estado de Florida.Las luces despampanantes demostraban la belleza de Jacksonville, una ciudad hermosa llena de vida a su alrededor donde la música suena haciendo que el momento sea emocionalmente inolvidable. Una hermosa mujer caminaba nerviosa en las oscuras calles, no sabía por dónde ir, ella era nueva en ese lugar. Los hombres que la veían, la elogiaba, su belleza era tanta que muchos la ofendian pensando que la hermosa mujer era de la vida galante, sin ella darse cuenta. Ella no sabía nada de ese lugar, estaba perdida. Y para empeorar las cosas, no sabia el nombre de la calle en la cual estaba viviendo. Muchos dirán que la palabra ¡Hola! Solo es una manera de empezar una conversación, y tienen razón, pero para esa mujer un ¡Hola! fue el cambio que su vida necesitaba. El venir de un lugar retirado a la ciudad provoca cierta vergüenza a la hora de comunicarse o mejor dicho relacionarse con gente desconocida, por lo menos as
Sophia Pavanelli.¡Que rico!Siento como el cuerpo se alivia cada vez que mis articulaciones se estiran, es como cuando andas con unas ganas de ir al baño, y bum te sientas y relajación, se siente tan bien. Me gusta mucho estar acostada en mi cama y pensando en lo que me tengo que poner para esta noche. Hoy saldremos con todos los muchachos a comer por la manía de Tahira de salir en grupo, así es ella, le encanta tener a todos sus amigos cerca. Eso la vuelve muy especial. Estoy, me levanto o no me levanto, es que se siente tan bien estar acostada en la cama y más cuando el colchón es bien suave. De grande me van a decir Doña pereza.Quedo viendo la mesita que tengo a mi lado y me fijo en el libro que compré aquella vez con Alexandro. (Los deseos del jefe) y les contaré que me pareció, resulta que el amor todo lo puede, bueno a él le termino gustando mucho la chica, después de tanto sexo desenfrenado y como a ella siempre le gustó, se unieron en pareja vivieron felices, y sí, siguier
Sophia Pavanelli.El transcurso de la noche la pasamos muy bien, todos charlando, metidos en nuestro rollo, todo va de maravilla.Tahira y Rebecca están contándose los últimos chismes, solo espero que se ahorre lo del chupón. Bueno como sea, yo estoy aquí escuchando las tonterías de Yasser al igual que Zahida que al parecer, creo, ya le estoy cayendo mejor, al entrar me saludo de abrazo, eso es un avance. Zafir y Ibrahîm, están hablando serios como grandes personajes. Río por esto último. La verdad es que todo esta saliendo, como dicen, a la perfección.—¡Ya, hagamos algo todos! —dice Yasser emocionado como siempre, empezando todo. —¿Como qué? —pregunta Zahida. —Me quiero emborrachar —se queja para después mostrar una sonrisa diabólica —. ¡Tengo una idea!—Contal no sea una estupidez, por mi bien —comenta Tahira. —¡Claro que no! —voltea los ojos —. Quiero que juguemos aquel juego donde uno hace una pregunta y si has hecho lo de dicha pregunta, tienes que beber un shop. —Termina