Ibrahîm Farûq.Esta rodeada, no se me vas a escapar, la tengo pegada a la pared. Este shousito de celos la verdad que hizo que me encendiera un poco, se ve tan tierna que dan ganas de morderla y comerla a besos. ¡Hay Sophia que me has hecho! Junto sus labios con los míos, por los momentos se hace la fuerte pero después solo se deja llevar por la sensación, rodea sus brazos en mi cuello para despegarse y verme directo a los ojos.—Disculpa Ibrahîm —dice con un tono avergonzado —. Me comporte como toda una celosa, se que nosotros aún no somos na... —pongo mis dedos en su labio viéndola con algo que no se explicar. —Sophia, yo nunca te haría daño, no arruinaría una de las mejores cosas que me ha sucedido —digo por que es la verdad, ella ha hecho que mi vida ahora tenga sentido. Ahora no pienso solo en ser el orgullo de la familia, ahora no pienso solo en mi futuro. Ahora pienso en que no se trata de agradar a los demás, para verse bien sino en que tienes que seguir tu camino y pelear
CAPITULO ESPECIAL. •28•Era de medianoche en el hermoso estado de Florida.Las luces despampanantes demostraban la belleza de Jacksonville, una ciudad hermosa llena de vida a su alrededor donde la música suena haciendo que el momento sea emocionalmente inolvidable. Una hermosa mujer caminaba nerviosa en las oscuras calles, no sabía por dónde ir, ella era nueva en ese lugar. Los hombres que la veían, la elogiaba, su belleza era tanta que muchos la ofendian pensando que la hermosa mujer era de la vida galante, sin ella darse cuenta. Ella no sabía nada de ese lugar, estaba perdida. Y para empeorar las cosas, no sabia el nombre de la calle en la cual estaba viviendo. Muchos dirán que la palabra ¡Hola! Solo es una manera de empezar una conversación, y tienen razón, pero para esa mujer un ¡Hola! fue el cambio que su vida necesitaba. El venir de un lugar retirado a la ciudad provoca cierta vergüenza a la hora de comunicarse o mejor dicho relacionarse con gente desconocida, por lo menos as
Sophia Pavanelli.¡Que rico!Siento como el cuerpo se alivia cada vez que mis articulaciones se estiran, es como cuando andas con unas ganas de ir al baño, y bum te sientas y relajación, se siente tan bien. Me gusta mucho estar acostada en mi cama y pensando en lo que me tengo que poner para esta noche. Hoy saldremos con todos los muchachos a comer por la manía de Tahira de salir en grupo, así es ella, le encanta tener a todos sus amigos cerca. Eso la vuelve muy especial. Estoy, me levanto o no me levanto, es que se siente tan bien estar acostada en la cama y más cuando el colchón es bien suave. De grande me van a decir Doña pereza.Quedo viendo la mesita que tengo a mi lado y me fijo en el libro que compré aquella vez con Alexandro. (Los deseos del jefe) y les contaré que me pareció, resulta que el amor todo lo puede, bueno a él le termino gustando mucho la chica, después de tanto sexo desenfrenado y como a ella siempre le gustó, se unieron en pareja vivieron felices, y sí, siguier
Sophia Pavanelli.El transcurso de la noche la pasamos muy bien, todos charlando, metidos en nuestro rollo, todo va de maravilla.Tahira y Rebecca están contándose los últimos chismes, solo espero que se ahorre lo del chupón. Bueno como sea, yo estoy aquí escuchando las tonterías de Yasser al igual que Zahida que al parecer, creo, ya le estoy cayendo mejor, al entrar me saludo de abrazo, eso es un avance. Zafir y Ibrahîm, están hablando serios como grandes personajes. Río por esto último. La verdad es que todo esta saliendo, como dicen, a la perfección.—¡Ya, hagamos algo todos! —dice Yasser emocionado como siempre, empezando todo. —¿Como qué? —pregunta Zahida. —Me quiero emborrachar —se queja para después mostrar una sonrisa diabólica —. ¡Tengo una idea!—Contal no sea una estupidez, por mi bien —comenta Tahira. —¡Claro que no! —voltea los ojos —. Quiero que juguemos aquel juego donde uno hace una pregunta y si has hecho lo de dicha pregunta, tienes que beber un shop. —Termina
Una palabra.¡Maravilloso! Sí, esa es la palabra indicada para la cena de esta noche, fue como de ensueño. Lo único con lo que estoy inquieta es con respecto a lo que Zafir dijo. No comprendo por qué hablo de una manera tan indirecta. Talvez se refería a alguien más y no precisamente a Ibrahîm, pero es que siento que fue justamente para él. Ahorita estamos por salir del restaurante, todos con sus camionetas blindadas y toda la cosa. Me despido de Rebecca, Tahira y Yasser ya que los hermanos tuvieron que salir temprano, por un llamado de su padre. Nos montamos al lujoso auto de Ibrahîm para después arrancar, me acomodó en el auto, y quedo viendo atravez del espejo, como la ciudad brilla como un diamante en bruto, una sensación satisfactoria. —¿Sucede algo linda? —Ibrahîm me ve intrigado —. ¿Te duele o quieres algo? Lo quedo viendo, y me resulta tan tierno verlo preocupado por mí. —No, solo contemplaba la ciudad. Sonríe y solo veo como de la nada, su rostro muestra tristeza. —¿
Una semana después.Yo siempre me pregunto ¿Que por qué la vida nos lleva a momentos el cual nosotros nunca imaginamos? En muchas ocasiones para bien y otras para mal. Pero si algo he aprendido es que cuando la vida te da un golpe, solo puedes esperar el remedio. Yo siempre decía que mi vida estaba planeada para algo mejor. Pero nunca imaginé tener una relación con el hijo de unas de las personas más importantes del mundo. Aunque la verdad, hubiera preferido que no hubiera sido así. Mi mente no deja de pensar que en cualquier momento este sueño puede acabar y que tengo que estar preparada para soportar el futuro que me depara, algo en lo que ya tengo experiencia.A Ibrahîm lo he notado un poco distraído, como si algo lo estuviera perturbando, he querido saber de que trata para así, poder ayudarle o por lo menos darle consuelo y aunque el sexo es buen remedio, siento que no es suficiente. He querido sacarle información a Tahira, por que creo que ella sabe de que trata. Pero al igua
Ibrahîm Farûq.Mi cabeza no deja de dar vueltas, no deja de pensar en el sufrimiento que la hermosa chica tuvo que pasar. Ella no se merecía eso.Siempre me ha mostrado una cara bondadosa llena de mucho amor y alegría cual repartir. Nunca me hubiera imaginado que alguien tan buena haya tenido un pasado tan duro y doloroso o que alguien tan alegre haya pasado por mucha tristeza. Yo sabía que había sufrido, pero nunca pensé que de una manera tan destructiva, tan indigna, tan horrible.Si algo así me hubiera sucedido a mi, creo que probablemente ya estaría muerto. Sophia me ha enseñado que la esperanza es lo último que se pierde cuando hay un problema, que no me tengo que rendir con el primer golpe que siento en el rostro. Sophia Pavanelli la chica que hizo que mi rostro se convirtiera en uno sensible, generoso, alegre y amoroso lleno de luz. Mucho tiempo atrás ni me lo hubiera imaginado pero ahora que me di cuenta de este nuevo yo, siento miedo, por que no quiero que la vida de Sophia
Mi corazón está a tope, siento que esto sobrepasa mi nivel de valentía.Han de pensar que soy un completo desastre, fea copia de un principe valiente, pero es que se que con esta noticia, mi padre se alterara a más no poder, estoy muy seguro que me echara en cara todo lo que ha hecho por mi, los lujos, la buena vida que al final no han sido suficiente. Siempre trato de complacerlo en todo, ser alguien del cual él se sienta más que orgulloso.Pero creo que él nunca se conforma.Me he puesto a pensar de que yo no merezco nada de lo que tengo, que soy un imbécil que trata a los demás como esclavos o por lo menos así era antes. Solo de pensarlo, me hace sentir terrible, yo no conocía la vida de los demás y aún así los humillaba. Volteo a todos lados, buscando a mi padre. Pero no está. —¿Mi padre donde se encuentra? —le pregunto a la joven aseadora. —El señor Farûq está en el gran Salón —responde. —Gracias.Salgo apresurado al gran salón, no se por que pero se me hace extraño que se en