. Podría ser que ella... Su reacción, le dio a Jack la respuesta que quería. Sus ojos se entrecerraron con un un toque de alegría. −Cuando llevé a Gianna al chequeo de rutina, me encontre con Catherine. Dijo, que esta embarazada de ocho meses. La calma en el rostro de Lucian, finalmente se rompió, mirando su hermano con agudeza, pregunto −¿Qué quieres decir? −No intento decir nada. − sonrió, su expresión era burlo y a la vez divertida, era similar a Gianna cuando expresión su opinión en el auto. −Odias profundamente Catherine, por lo que es imposible tocarla, ¿verdad? La cara de Lucian se volvió roja, ante el evidente sarcasmo de Jack, lo enfrento −¿A dónde quieres llegar? Habla de una vez. −No quiero llegar a ninguna parte − El se encogió de hombros como si no fuera su problema − Solo quiero recordarte, si no has tocado a Catherine, no debes preocuparte, pero si te acostaste con ella ... Jack, detuvo sus palabras, se puso de pie y caminó frente a Lucian, inclinando su cuerpo
En realidad, no le importaba si no tenia herederos, pero pensó en las excusas que su madre usó para obligarlo a casarse nuevamente que casi tuvo un dolor de cabeza. Es probable que su madre siga insistiendo en conseguirle una nueva esposa. Si el tuviera un hijo, ella estaría satisfecha. ¿Un hijo? ¿Un hijo de el y Catherine? Sus ojos continuaban mirando a las dos personas que todavía caminaban abrazados. Sus ojos se tornaron fríos, lentamente. Catherine, miró el sol poniente en la distancia el sol iluminaba su bonita figura, en verano siempre hacia demasiado calor por lo que se sintio un poco mareada. Desde el inicio de su embarazo, tiene miedo de cometer algún error y poner en peligro él bebe en su vientre. Es lo más importante para ella. Del otro lado, frente al grupo de villas, hay un pequeño parque con árboles frondosos y pequeños estanques. Es un pequeño ambiente familiar, niños de todas las edades vienen a jugar aquí. Su hijo, también vendrá cuando tenga la edad adecuada.
¿Casarse? ¿Es la mejor decisión? ¿Cuándo el niño sea grande, y pregunté por su papá, que le dirá? Pero lo que más le preocupa es la actitud de Lucían. ¡No! Él no puede enterarse, no puede, pero tampoco quiere lastimar a Sergio. No lo merece. De nuevo la vida la pone en una situación difícil, pero ella tiene que proteger a su bebe. Si Lucían descubre la verdad, le ordenaría desaparecerlo. Ella aun no puede olvidar sus palabras. −Sergio… − De repente levantó la cabeza para mirarlo, con de determinación en sus ojos − Acepto casarme contigo. Él se quedó sin palabras, no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Acepta casarse conmigo? Miró a Catherine, el sol poniente le tiñó su rostro de rojo, pero sus manos estaban frías, y aún temblaba de miedo. Pensando en las palabras de Lucían hace un momento entendía el porqué de su decisión, suspiró suavemente en su corazón. −Si esto es lo que quieres, entonces nos casaremos. Catherine trago y se acercó un poco más, se sentía terrible no que
Lucían se quedó en la ciudad de Washington, por dos días más. Después de terminar el traspaso, volvió a New York, en una semana estará manejando su nuevo cargo. Como regresó temprano, no notificó a nadie sobre su llegada. Después de bajar del avión, alquilo un coche y se dirigió a la mansión, el coche pasó la puerta de salida del aeropuerto y no muy lejos había un coche aparcado a un lado de la carretera. Una mujer estaba parada frente al auto mirando la capota abierta, sosteniendo su teléfono móvil en la mano, tenía una expresión preocupada y molesta. −Detente − ordeno al conductor, quien se detuvo a un lado de la carretera de inmediato. Lucían bajo del auto y se sorprendió de ver quien era la mujer. − ¿Qué sucede? − el miró a Natalia de pie al costado de la carretera, mirando su auto contrariada. − ¿Lucían? – dijo sorprendida de verlo en ese momento. Un poco avergonzada señalo su auto – Traje a un cliente al aeropuerto, pero cuando regresaba, el auto se descompuso. Quería llamar
—Tu y él bebe estarán a salvo. Lo prometo — le dijo Lucían. El rostro de Catherine se puso pálido, sostuvo la mano de Lucían con fuerza. Era extraño, el no aparto su mano. Ella apoyo su cuerpo en su pecho, podía sentir todo su cuerpo temblando y su frente sudorosa. Envolvió un brazo alrededor de sus hombros y miro sus ojos llenos de pánico — Calmate, no pasara nada. —Yo… estoy cansada — Ella sentía que su cuerpo se desgarraba del dolor, era tan fuerte que creía que no lo soportaría más, se sentía cada vez más débil y a punto de desmayarse. — Lucían, no dejes que nada le pase a mi bebé, por favor no dejes que nada le pase. Su cuerpo se inclinó y comenzó a tensarse. Sus manos todavía sostenían su ropa, pero el cuerpo débil empezaba a deslizarse hacia abajo. El vio caer a Catherine al suelo. La atrapo antes de que cayera, la abrazó y la acunó en sus piernas sentándose con ella en el suelo, le dijo en voz baja — ¿Estoy aquí? No dejare que nada te pase. Catherine no podía creer que Luc
—¿Distocia? — Lucían había escuchado este término, miró al doctor sin comprender — ¿Qué se debe hacer? —Este tipo de distocia se da en pocos casos, pero puede comprometer la vida del bebé cómo la de madre, presentando mayor riesgo para ella, el bebé viene de hombros y es muy difícil el parto natural, significaría un desgarro y eso sería grave para la madre, también el bebé podría sufrir daños. Podríamos hacer una cesaría, pero ella ha perdido mucha sangre no es conveniente hacer ese tipo de cirugía ahora, además que el niño ya está en el canal de parto y estamos contra el tiempo, puede tener muerte por asfixia perinatal. —¿Qué? — Lucían entro en pánico, mirando a Catherine cuyo rostro estaba pálido como el papel, ni siquiera podía hablar de dolor. Ansioso, tomó una decisión por ella. — Si hay algún riesgo para ella, entonces sálvela. «Ella y Sergio tendrán otros hijos en el futuro» Lucían, solo puede pensar de esta manera. En ese momento Catherine abrió los ojos ansiosa y miró al
Los dos hombres se miraron, sin entender del todo. Lucían, dijo sin explicar — Haz lo que te digo. Los dos hombres no preguntaron más, guardaron cuidadosamente los cabellos, se dieron la vuelta y se fueron. Lucían, parecía pensativo y solemne mientras veía a los dos hombres marcharse. Quería irse, parado en la puerta de la sala, sus cejas se condensaron, finalmente regresó y se sentó, mirando a Catherine en la cama. El sol poniente en el horizonte, tiñó la sala con una capa de oro. La luz sobre el rostro de Catherine hizo que se viera un poco más rosado, no tan pálido como antes. «Mi bebe...» Una voz débil, una súplica tan persistente. Lucían estaba confundido, mirando a la mujer frente a él. De repente descubrió, que no entendía a las mujeres. Al menos, no entiende a Catherine. No es necesario realizar una prueba de paternidad. Estaba casi seguro de que la bebé que dormía en la cuna a su lado era su hija. La niña tiene su color de cabello, además que algunos rasgos familiares
Lucían miró la ansiedad y el pánico en su rostro, y no habló. Simplemente miró por encima el rostro de la niña, con un toque de alegría en las comisuras de sus labios. Estaba seguro de que era suya. —Está bien. Dices que el niño no es mío, entonces creo que no te importa hacer una prueba de paternidad, ¿verdad? —¡No! — gritó Catherine, estaba demasiado rígida y lastimo la herida de su cuerpo, la expresión de su rostro era de miedo, tomo la mano de Lucían y hablo suplicante — Ella no es tuya, no tienes derecho a hacer ninguna prueba, por favor vete. El no habló, solo apartó la mano de Catherine de él, y la extendió para tocar a la pequeña bebe. Ella estaba nerviosa, no quería que él se acercara, y exclamo — ¡No, Lucían! ¡No puedes…! «Esta es su hija, él no la deseaba. ¿Cómo puede dejar que se la llevara?» —¿Es mía verdad? — Él ya sabía la respuesta, pero quería que Catherine lo aceptará, quería escucharlo de sus labios. —¿Es de Sergio — Catherine, dijo inflexible —Lucían este niño