Al llegar la noche, Arya vuelve a la recámara de Ayden. Se regaña mentalmente por esa situación. No quiere estar ahí, no quiere provocarlo y que todo se derrumbe. Pero a la vez, no quiere alejarse. Lo necesita. Tanto como el calor al fuego. —¿Crees que Robín esté tan bien como dice? —inquiere Ayden tomando su pijama. —No lo sé, pero quiero suponer que así es —responde ella. Sentándose en la orilla de la cama—. Este día ha sido todo un ir y venir. Solo quiero ducharme, acostarme y dormirme. Me mata el dolor de espalda. Ayden le regala una sonrisa que apenas le llega a los ojos y le cede el tiempo en el baño. —Pasa primero entonces, para que descanses —sugiere y ella se pone de pie inmediatamente. —Gracias —dice entrando a la ducha con tan solo una bata de baño en la mano. Arya se desviste con la puerta encerrada. Abre la regadera y la pone en agua caliente para luego entrar a ella. El agua cala su piel poco a poco enrojecida. Le es agradable, podría quedarse largo tiempo ahí. Tom
Arya estaba extasiada. Sentir la sensación mágica del primer orgasmo (que no implicara un aparato o su mano), era algo mágico y evolutivo. Quería más, sin duda alguna, ella quería más de él en este momento. Y siempre. Ayden detiene sus movimientos en cuanto siente que ella ha terminado. Arya se encuentra en el limbo, no sabe si seguir por ese camino o detenerse completamente igual que él. De pronto todo se vuelve incómodo, tenso. —Creo, que aún tengo jabón en el cuerpo —susurra el millonario volviendo debajo de la regadera. En este momento poco importó que el agua corriera, aunque Ayden mantenía un sistema de reciclaje del agua, cosa que Arya ignoraba. Ella toma el champú y se pone un poco en la palma, comienza a masajear su cuero cabelludo a espaldas de Ayden. Sin decir, un ápice de palabra estudia el cuerpo del hombre que es dueño de sus pasiones. Es alto, es fornido, es fuerte, duro como roca, pero suave al mismo tiempo. No puede dejar de preguntarse que se sentirá ser completa
Los amantes despertaron uno abrazado al otro. Arya abrazaba a Ayden por el pecho y mantenía una pierna encima de la de él. Piel con piel. Desnudos del alma y del cuerpo. Un golpe en la puerta los despereza. Arya se estira, pero el calor de Ayden es más cómodo para ella. —¿Quién? —pregunta cuando vuelven a tocar. —Despierta, dormilona, tenemos que trabajar, vamos tarde —exclama Robín del otro lado de la puerta. Arya pega un brinco bajándose de la cama y rápidamente se envuelve en su sábana. —¿Dónde vas? —inquiere Ayden intentando alcanzarla cuando pasa, por un lado, de él. —Al trabajo, es tarde, nos quedamos dormidos —aclara Arya ajustándose la sabana alrededor para que no se vea nada. —¿Iras vestida así? Por qué si es así, creo que iré a por una consulta —bromea Ayden sentándose en la orilla de la cama completamente desnudo. —No, iré a mi habitación a cambiarme —responde ella y se acerca a él solo para darle un beso en los labios—. Lo de anoche, fue una de las mejores noches de
Todos se movieron directo al hospital. Nadie se detuvo a preguntar que hacían, simplemente fueron. Aryehn ya había sido estabilizado de la temperatura. Arya lo llevaba cubierto en una toalla, con la calefacción justa para mantener una corriente templada para él. Robín ha llamado a la clínica y ha avisado sobre su ingreso. Cuando llegaron a urgencias ya está el equipo médico esperando a por ellos. Arya se había cambiado rápidamente. Y como era de esperarse, ingresó junto a Robín para revisar a su hijo. —Tiene infección de garganta, Arya —informa Robín—. Por favor, tomen estas muestras y que los resultados sean con calidad de urgente —pide este a la enfermera que estaba en el turno. Arya no se despega de su hijo. —Arya, debes dejarlo en la camilla, sabes que tu calor puede hacer que suba su temperatura de nuevo —recuerda Robín. —Lo sé, pero no quiero dejarlo… —dice ella en un hilo de voz—. Solo míralo, está débil, esta… mal. Es mi culpa, yo no debí pasar su habitación de largo. Ni
—Sabías que no era nada grave —declara Robín a su amiga después de dos días de hospitalización—. No tienes nada de que preocuparte. Aryehn está fuera de peligro y la fiebre está a raya. Arya se levanta y lo abraza. —Lo sé, solo es que me preocupé. Ahora me siento como estúpida por exagerar —dice ella volviendo a su asiento junto a su hijo. Ayden había vuelto a su oficina, tenía muchos asuntos que resolver, principalmente desde que su padre había fallecido. Ahora él llevaba el control total de toda la compañía y aunque tenía gente de confianza bajo sus órdenes, estos no se involucraban con él en las cuestiones de su vida personal. Si algo sabían todos es que Ayden Emory, era buen jefe, de los mejores, pero era muy malo para relacionarse emocionalmente con cualquiera a su alrededor. «Un paralítico emocional» lo diagnóstico su psiquiatra y muchos otros que lo conocían. Pero a él no le importaba. Es cierto que no podía procesar las emociones de la misma manera que los demás, pero le v
Arya grita con todas sus fuerzas, ella había girado a ver quién era la joven que se acababa de marchar cuando explotó el auto. La policía empezó a movilizarse, Gabriel y Arya fueron arrastrados a un lugar seguro mientras se lograba controlar el fuego. Afortunadamente, la estación de bomberos estaba tan solo a la vuelta de la esquina, así que acudieron de inmediato. —¡Dios santo, esto es espantoso! —declara Arya—. ! Ella era una niña, santo dios! —Tranquila, Arya —pide él turbado por la situación, siente una opresión en el pecho, era Lily y él sabía claramente que de niña no tenía nada—. Deja hago unas llamadas y volveré, no te muevas. Gabriel se aparta un poco de dónde está ella y toma su teléfono con la intención de llamar a sus socios. Les informa de lo sucedido y saben que habrá una investigación al respecto. Ahora más que nunca está convencido que esto es algo personal en contra de los Emory y que no quieren que por nada del mundo se encuentre al asesino. El asesinato de Gerard
Arya se queda mirando muy pensativa a Ayden, esperando que le contase la idea que tiene.—Mira, básicamente es decirle a todos, o que crean todos, que me fui del país —comienza diciendo emocionado—. Confío en John y sé que él me ayudará a fingir mi escape —termina diciendo Ayden poniendo sobre aviso a Arya.—¿Pero para qué tratarías de fingir eso?, ¿qué es lo que esperas hacer? —pregunta Arya, quien lo mira pensativo, no tiene muy clara su idea, pero le va a decir lo que piensa.—Me gustaría fingir que me fui. De esa manera considero que ustedes estarían a salvo, y así, yo podría buscar al culpable desde aquí —explica Ayden caminando de un lado a otro—. Yo siento una corazonada. Siento qué Mark tiene que ver en esto —insiste el millonario con mucho ímpetu.—Cari&ntil
John medita un poco en lo que Ayden acaba de pedirle.—Está seguro que no decirle a la señorita Harley es lo más conveniente? —pregunta John dudando seriamente en eso.—Sí, hace un momento te hubiera dicho que ella ya tenía el lugar indicado para que nos quedemos, pero he hablado con Mark —revela dejando a John anonadado—. Ahora estoy cien por ciento seguro que él está involucrado.—Señor, si esto es verdad, ¿para qué dejar a la señorita Arya?—No la estoy dejando, ella sabe que estaré cerca y que tú serás mi enlace con ella —advierte Ayden—. Solo no quiero que sepa dónde estoy. Arya tiene una idea errónea de Mark, ella quiere que nosotros hagamos las pases y siento que es capaz de decir donde estoy con tal de que nos arreglemos. Esto también es por ella, quiero demostrarle que él es el culpable.John no está de acuerdo con la propuesta de Ayden, pero es su jefe, así que tiene que acatar las órdenes que este le da.—Bien, dígame que hacemos.Ayden le explica brevemente el plan, necesi