Mark estaba dolido y decepcionado porque su padre lo había ignorado toda su vida. Siempre supo que el predilecto en la familia Emory era el hijo mayor, Ayden. ¿Y cómo no lo sería?, si era el hijo de la mujer que realmente amo su padre. Todos sabían que Gerard Emory se había casado con la madre de mar solamente porque salió embarazada, él no quería traer deshonra a su familia.Y al igual que una vez Gerard presionó a Ayden por un hijo, los padres de Gerard lo presionaron a él para que se casara; de esta manera es que él contrajo nupcias con la madre de Mark.Ella había sido una mujer de la vida galante, de esa manera fue que Gerard la conoció, en un club de vida nocturna Por así decirlo.Sí bien Gerard quería a sus hijos,0 el desprecio por Mark creció en los últimos años, cuando se dio cuenta realmente quién era su hijo y lo que esté hacía a escondidas. No podía decir nada por qué el exponerlo sería una cuestión de escándalo público, por ello mejor decidió guardar silencio. Al final de
Un par de días después Ayden regresa a la compañía, el anuncio de que ahora eres el director general y accionista mayoritario de Capstone Gen se hace público. Todos quieren una entrevista con el nuevo director. Los teléfonos no paran de sonar; sí bien, él ya había estado al frente de la empresa durante los últimos dos años, ahora el anuncio oficial hacía de todo un revuelo. Ayden Emory era conocido por su astucia para los negocios, lo que provocó que las acciones aumentaran, todo mundo quería invertir con Capstone Gen ahora que él era el nuevo director general.Los días siguientes transcurrieron con calma, la carpeta de investigación sobre el asesinato de Gerard Emory seguía abierta. El detective Robinson continuaba su investigación y esperaba encontrar más pistas, el funeral del ama de llaves había sido días antes, pero al no tener familiares y contar solo con un puñado de amigos, hizo de la escena algo totalmente triste y desolador.Un día en el detective pidió volver a recorrer la
El día de las vacaciones se habían llegado. Faltaba exactamente una semana para Navidad. Arya había reservado en las Islas Fiji. Era un sitio al que nunca había ido, ni él, ni ella, por lo tanto, sería una experiencia que ambos disfrutarían en compañía de su hijo. Ese día saldrían temprano, en el primer vuelo de la mañana. Sebas y Bea los acompañarían junto a Daniel y Cathy; y por supuesto, Robín. El rumor de las vacaciones se había extendido, todos necesitaban un respiro después de todo lo que había pasado últimamente. Era bien sabido que todos necesitaban descansar y despejarse, así que cuando Arya les comento sobre las vacaciones decidieron unírseles. Ella no tenía ningún problema con eso, al contrario, disfrutaba de la compañía de Sebas y Bea, aunque Cathy no era de su total agrado, no tenía nada en contra de ella, se notaba que estaba muy enamorada de Daniel; sin embargo, había algo que no le terminaba de gustar o cuadrar de ella, le parecía falsa de alguna forma. John se que
Antes de salir del hotel y una vez que se quedan solos, ambos se acercan. Ayden se había levantado para comprarle unas flores.—Sonará redundante, pero te ves preciosa —señala Ayden mientras toma la mano de Arya—. Espero que no te moleste que te haya traído flores. Solo quería…—Me encantan —dice mientras las toma y las huele—. Su olor es embriagante.Arya lo suelta un momento para poner las flores sobre el tocador y llena un jarrón con agua para ponerlas dentro.—Listo —señala Arya, dejándolas a la vista de todos en la habitación—. Muchas gracias, en serio, se ven preciosas.—No agradezcas, solo es un detalle —Ayden le ofrece su brazo y esta lo toma—. Vamos que nos esperan todos.Después todos salen del hotel camino a un tour a las Islas Mamanuca, dónde solo se puede llegar en barco, así se quitan el estrés de la planificación del transporte organizando todo para ellos. Luego de recogerlos en el hotel en Denarau Island, abordaron el bote y este se dirigió a Sand Island, Isla Monu e I
Todos estaban alrededor de la mesa dónde festejarían la cena de Navidad. Ayden no podía dejar de ver de reojo a Robín. Arya le había preguntado qué fue lo que le dijo el detective, pero este no dijo nada, decidió no responder para no dañar el momento.—Por una nueva etapa y porque vengan nuevas aventuras juntos —brinda Daniel poniéndose de pie, de la nada.—¡Salud! —brindan todos.Una noche antes, habían cenado juntos. Al despertar se habían reunido para compartir un momento juntos, pero ese día cada pareja había dispuesto su tiempo para pasarla en pareja.Ayden, había llevado a Arya y a su hijo a montar a caballo. Fue una experiencia hermosa que compartieron como familia. Era algo nuevo para ellos y
Sebas y Bea habían estado llamando preguntando qué había pasado y el porqué de su súbita huida. Ayden les había dicho que no se preocuparan de nada, que tenía que ver algo la investigación.Arya venía sintiéndose aislada desde el veinticuatro cuando el detective le llamó. Era veintisiete de diciembre y Ayden parecía evasivo. Desde que llegaron no había parado en reparar como ella se sentía.La joven doctora había llegado a un arreglo con su nueva jefa, quien le permitiría ingresar al hospital a partir del siguiente año. Esto le permitía a Arya quedarse en casa con su hijo y así conocerlo más y disfrutar el tiempo con él.Ambos desayunaban solos y almorzaban juntos. Sebas, Bea, Robín y D
Los chicos llegaban al día siguiente, la joven doctora acompañada de John, irían a recogerlos al aeropuerto junto con el equipaje y los guardaespaldas que habían llevado a Fiji.Aryehn también los acompaño, iba muy emocionado. El pequeño estaba feliz por volver a ver a sus tíos, como él le llamaba. Todos, excepto Robín, sabían que el niño les llamaba tíos de cariño.Sin embargo, nada más aterrizar, Robín activo los datos de su teléfono y las notificaciones comenzaron a llegar una tras otra.Despreocupado los dejó sonar pensando que quizás eran mensajes del trabajo o de sus amistades, o de Arya, quien se había convertido en una especie de Hada Madrina.Así que para cuando se encontraron co
Arya camina hacia la encimera de la cocina y la toma, observa la dirección, no le parece algún lugar que ella haya conocido antes. Pero entonces termina por leer la “ciudad: Inglaterra” plasmado en el remitente.Su estómago decae, no puede creer que ella recibiera una carta de tan lejos. En su momento ella quiso averiguar sobre sus orígenes y la familia que nunca la quiso, sin embargo, no encontró nada relevante, salvo algunas notas en internet. Al parecer la familia de su madre había pasado sin pena y sin gloria. Sin embargo, fue la familia de su padre, la que aún existía en el sitio donde su prometido le había contado que vivía.Arya toma la carta y viendo la hora, sabe que debe de duchar a su hijo.—Ven cariño, vamos a la regadera. Es hora d