Arya se despierta en medio de la noche un poco acalorada. Cuando se da cuenta en dónde está, su corazón sufre un vuelco. Su pequeño yace abrazado a ella, envuelto entre sus brazos. Eso es algo con lo que soñó y por fin lo tiene. Está tan conmocionada que las lágrimas caen por sus ojos.Acaricia el pequeño rostro de su hijo y le da un beso en la frente.—Eres tan precioso, hijo mío —murmura—. Te he amado tanto, te he extrañado tanto.Aryehn se acurruca más a ella buscando calor, sus manitas yacen acomodadas debajo de su rostro y unidas.—Pareces un angelito hermoso —susurra Arya sin dejar de pasar sus dedos por el cabello del pequeño. De pronto un suspiro se escapa del niño.—Mami…Arya siente su corazón palpitar emocionado, él ha llamado a su mamá en sueños sin saber que la tiene a un lado.Luego de un tiempo, ella se levanta, necesita agua y un baño.Al salir al pasillo del lado opuesto de la puerta de su hijo, yace entreabierta una puerta. Dentro la lámpara de una mesita está abierta
—¿Y tú? —pregunta a cambio, dejando de pasar su arrepentimiento, él la mira y suelta una risita—. ¿Has pensado en eso?—Mucho. Me encontré pensando en eso más de lo que debería —declara él.—Será afortunada la mujer que elijas para ti, solo te pido algo, déjame estar en la vida de Aryehn, quiero que sepa que soy su mamá, quiero que sea mi hijo —afirma ella y eso provoca una alegría en el corazón de ambos.—Ya lo habías dicho, y te he dicho que sí, no dudes de eso —asegura él y levanta la mano solo para tomar la de ella que yace entremedio de los dos—. Es cierto cuando te dije que te amo. Dime que debo hacer para que me creas.La ternura en su voz no le pasa desapercibida, el día de hoy entre ellos todo ha sido demostraciones de cariño y ternura.Sus cuerpos estaban cerca, ella podía sentir el hormigueo en su piel con un simple tacto de su mano.—¿Por qué no me permitías tocarte en el pasado? —pregunta ella finalmente rompiendo el encanto.—No puedo decírtelo… no aún —confiesa él—. Pero
Arya esperaba que todo marchara mejor una vez que ella y Ayden hicieron las pases. Vaciar su corazón y decir lo que sentía fue liberador para ella. Sin embargo, sabía que Ayden seguía guardando con gran recelo el porqué no se dejaba tocar. Ella había intentado acercarse a él en el pasado y no se lo permitió, excepto cuando ella estaba vulnerable. Más ahora, el apuesto millonario le ha abierto su corazón esperando que ella le acepte.Luego de desahogarse, Ayden y Arya terminan de comer mientras aclaran algunas cosas. Son cinco años en los que ambos deben ponerse al corriente, especialmente cuando del hijo en común se refieren.—Tengo que volver a la oficina —anuncia Ayden cuando ve la hora—. Si decides ir con Gerard, solo avísame y paso por ti.—De acuerdo, gracias —musita ella sin decir más.Se acercan a la puerta y es un momento lleno de incomodidad en el que ninguno de ellos sabe qué hacer o qué decir. Arya toma la iniciativa y se acerca para darle un beso en la mejilla tal como él
—El problema no es el departamento, Arya —declara el millonario tomándola de los hombros—. El problema es que hay alguien que te busca para hacerte daño y no lo voy a permitir. Robín tiene razón, lo mejor es que vengas conmigo, pondré seguridad a tu lado, contrataré un sistema de seguridad para tu departamento para que estés tranquila de que Robín estará bien. Pero lo mejor, hoy, es que vengas a casa conmigo. La conmoción en Arya es inminente, no sabe cómo reaccionar adecuadamente, así que solo suelta una sonora carcajada. Ayden y Robín la observan con curiosidad, el primero sabiendo que es porque no está de acuerdo, el segundo creyendo que está conmocionada. Ambos tienen razón. —Ahí vamos de nuevo —comenta ella derrotada volviendo a su habitación. Sabe que no tiene caso discutir, porque Ayden encontrará la manera de que ella vuelva a su casa. Toma su maleta que aún no había terminado de desempacar y echa las pertenencias que quien sea que haya entrado a su casa tiro por el suelo.
Ambos habían decidido dormir como un día antes. Arya estaba segura de que no estaba segura para dar un paso para la intimidad, y aunque el beso había sido profundo y hermoso. Ayden había logrado mantener su distancia.Por la mañana, cuando ella despertó, él ya estaba tomando café en la cocina.—Buen día, dormilona —saluda Ayden acercándose a ella para darle un beso en la frente.—Buen día —dice estirándose—. ¿Y Aryehn? No lo vi en su recámara.—Está en el jardín, fue a darle “desayuno a las plantas” Es toda una alma vieja —comenta Ayden—. ¿Ya sabes cómo decírselo? O quieres que yo se lo diga.—No… aún no —declara ella.Arya busca en el refri y encuentra huevos y tocino.—Haré algo de desayuno, ¿te esperas o debes irte? —pregunta ella porque no sabe su itinerario.Ayden revisa su reloj y luego su teléfono.—Tengo tiempo. Dime en que te ayudo —se ofrece sonriendo.Ambos se dedican a preparar el desayuno, están por terminar cuando entra Sebas con Aryehn.—¡Buenos días, Arya! —saluda el a
George era un joven citadino, una mezcla entre hípster y muppy, lo que a Arya le resulta fascinante en cuanto lo ve llegar. Este les explica que desde anoche encontraron la Tablet, teléfono y computadora, totalmente destrozadas en un callejón cerca de casa. —He podido rescatar lo más posible, pero considero que si ha perdido bastante información —comenta él con un porte que deja claro que, si bien desciende de alguna familia adinerada, o tiene muy buenos modales. —Gracias, George —comenta Ayden—. ¿Sabes si tuvieron acceso a los aparatos? —Por lo que vi, no, sea quien haya intentado acceder terminó bloqueándolos y enojado los destrozó —explica con certeza sin siquiera mirar a Arya—. Fue cauteloso al cubrir la cámara para que estas no tomasen fotos de él. Esta es la memoria dónde está todo cuanto pude rescatar, señor Emory. Ayden la toma y revisa viendo que esté nueva. —¿Podrás conseguirle a la señorita Harley los aparatos, pero actualizados? —p
Arya estaba lista para decirle lo que quisiera oír al tío de su Aryehn. Una vez que le contó su «versión» de los hechos, hablaron más formalmente.Si algo sabía de Ayden es que nunca le confesó a Mark la verdad sobre su hijo.Luego de haberles hecho la entrevista les informó que hablaría con la junta directiva al respecto, y que les avisaría si quedaban o no en los puestos que buscaban. Robín Qué es conocido como una persona cautelosa, se despidió amablemente y salió de ahí, Arya, sin embargo, se quedó atrás esperando poder intercambiar unas palabras con Mark.—Solo quería agradecerte el tiempo que nos diste hoy —declara ella sin saber cómo abordar el tema—. He estado viendo a Ayden y por supuesto acercándome a mi hijo, las cosas están un poco complicadas ahora. Por eso quería pedi
Gerard se dedica a contarle a detalle cosas de su nieto y Arya escucha atentamente. Entre todo destaca que así no lo ve, ya sea por qué Ayden está trabajando o porque está enfermo. Esto le molesta a Arya, pues le hubiera gustado que fuesen más unidos. Al final de cuentas, esa era una de las motivaciones de Gerard cuando pidió a Ayden que tuviera descendencia para poder heredar. La conversación fluye, pues ella quiere ponerse al día en todo lo concerniente a su hijo.—Creo que ya hemos hablado suficiente de Aryehn —avisa Gerard cortando la charla de tajo. Arya se incomoda un poco, pero sonríe satisfecha, ahora se da cuenta de que su hijo es muy amado—. Me gustaría que me contaras sobre ti. ¿Qué has hecho estos años? Quiero oírte.—¿Yo? —inquiere con vergüenza.—Sí, cuéntame qué has hecho, alimenta la curiosidad de este viejo. Anda —insiste Gerard de buen ánimo.Arya se lo piensa un momento y luego ya sabe por dónde comenzar.—Luego de terminar las prácticas, pres