—El problema no es el departamento, Arya —declara el millonario tomándola de los hombros—. El problema es que hay alguien que te busca para hacerte daño y no lo voy a permitir. Robín tiene razón, lo mejor es que vengas conmigo, pondré seguridad a tu lado, contrataré un sistema de seguridad para tu departamento para que estés tranquila de que Robín estará bien. Pero lo mejor, hoy, es que vengas a casa conmigo. La conmoción en Arya es inminente, no sabe cómo reaccionar adecuadamente, así que solo suelta una sonora carcajada. Ayden y Robín la observan con curiosidad, el primero sabiendo que es porque no está de acuerdo, el segundo creyendo que está conmocionada. Ambos tienen razón. —Ahí vamos de nuevo —comenta ella derrotada volviendo a su habitación. Sabe que no tiene caso discutir, porque Ayden encontrará la manera de que ella vuelva a su casa. Toma su maleta que aún no había terminado de desempacar y echa las pertenencias que quien sea que haya entrado a su casa tiro por el suelo.
Ambos habían decidido dormir como un día antes. Arya estaba segura de que no estaba segura para dar un paso para la intimidad, y aunque el beso había sido profundo y hermoso. Ayden había logrado mantener su distancia.Por la mañana, cuando ella despertó, él ya estaba tomando café en la cocina.—Buen día, dormilona —saluda Ayden acercándose a ella para darle un beso en la frente.—Buen día —dice estirándose—. ¿Y Aryehn? No lo vi en su recámara.—Está en el jardín, fue a darle “desayuno a las plantas” Es toda una alma vieja —comenta Ayden—. ¿Ya sabes cómo decírselo? O quieres que yo se lo diga.—No… aún no —declara ella.Arya busca en el refri y encuentra huevos y tocino.—Haré algo de desayuno, ¿te esperas o debes irte? —pregunta ella porque no sabe su itinerario.Ayden revisa su reloj y luego su teléfono.—Tengo tiempo. Dime en que te ayudo —se ofrece sonriendo.Ambos se dedican a preparar el desayuno, están por terminar cuando entra Sebas con Aryehn.—¡Buenos días, Arya! —saluda el a
George era un joven citadino, una mezcla entre hípster y muppy, lo que a Arya le resulta fascinante en cuanto lo ve llegar. Este les explica que desde anoche encontraron la Tablet, teléfono y computadora, totalmente destrozadas en un callejón cerca de casa. —He podido rescatar lo más posible, pero considero que si ha perdido bastante información —comenta él con un porte que deja claro que, si bien desciende de alguna familia adinerada, o tiene muy buenos modales. —Gracias, George —comenta Ayden—. ¿Sabes si tuvieron acceso a los aparatos? —Por lo que vi, no, sea quien haya intentado acceder terminó bloqueándolos y enojado los destrozó —explica con certeza sin siquiera mirar a Arya—. Fue cauteloso al cubrir la cámara para que estas no tomasen fotos de él. Esta es la memoria dónde está todo cuanto pude rescatar, señor Emory. Ayden la toma y revisa viendo que esté nueva. —¿Podrás conseguirle a la señorita Harley los aparatos, pero actualizados? —p
Arya estaba lista para decirle lo que quisiera oír al tío de su Aryehn. Una vez que le contó su «versión» de los hechos, hablaron más formalmente.Si algo sabía de Ayden es que nunca le confesó a Mark la verdad sobre su hijo.Luego de haberles hecho la entrevista les informó que hablaría con la junta directiva al respecto, y que les avisaría si quedaban o no en los puestos que buscaban. Robín Qué es conocido como una persona cautelosa, se despidió amablemente y salió de ahí, Arya, sin embargo, se quedó atrás esperando poder intercambiar unas palabras con Mark.—Solo quería agradecerte el tiempo que nos diste hoy —declara ella sin saber cómo abordar el tema—. He estado viendo a Ayden y por supuesto acercándome a mi hijo, las cosas están un poco complicadas ahora. Por eso quería pedi
Gerard se dedica a contarle a detalle cosas de su nieto y Arya escucha atentamente. Entre todo destaca que así no lo ve, ya sea por qué Ayden está trabajando o porque está enfermo. Esto le molesta a Arya, pues le hubiera gustado que fuesen más unidos. Al final de cuentas, esa era una de las motivaciones de Gerard cuando pidió a Ayden que tuviera descendencia para poder heredar. La conversación fluye, pues ella quiere ponerse al día en todo lo concerniente a su hijo.—Creo que ya hemos hablado suficiente de Aryehn —avisa Gerard cortando la charla de tajo. Arya se incomoda un poco, pero sonríe satisfecha, ahora se da cuenta de que su hijo es muy amado—. Me gustaría que me contaras sobre ti. ¿Qué has hecho estos años? Quiero oírte.—¿Yo? —inquiere con vergüenza.—Sí, cuéntame qué has hecho, alimenta la curiosidad de este viejo. Anda —insiste Gerard de buen ánimo.Arya se lo piensa un momento y luego ya sabe por dónde comenzar.—Luego de terminar las prácticas, pres
—Yo voy a mi casa, John, informa Arya —notando que ha tomado la ruta a casa de Ayden.—No creo, tu casa aún no tiene instalado el sistema de seguridad, además Sebas ha dicho que Aryehn quiere verte —informa muy seguro de que con lo último que ha dicho ella accederá a ir a su casa.—¿Me estás manipulando con nuestro hijo? Porque eso parece —comenta ella con tono molesto, aunque no lo está.—No… yo no…—¡Es broma! —confiesa—. Quiero ver a mi hijo, necesito verlo, le he extrañado, pero también necesito llegar al departamento rápido. Mañana tengo cosas que hacer y debo ponerme de acuerdo con Robín.—¿Y por qué no le llamas?—No he oído por un teléfono, eso lo haré mañana —asegura, pero entonces Ayden saca del saco de su traje
El niño se quedó dormido en brazos de Arya, esa noche ella no tuvo que contarle un cuento, sino la historia de su vida. Ayden le había dicho que había lastimado a su mamá y que por eso ella se fue. Nunca le contó el porqué, el cómo ni el cuándo. Eso eran cosas que ellos como adultos solucionarían con el tiempo. —Debes descansar —comenta Ayden mirando que está incómoda—. Deja te ayudo a acomodarlo, además tienes que hablarle a Robín. —Es cierto… —ella se levanta de poco y sale de la cama mientras Ayden acomoda a su hijo y lo arropa. Arya camina hasta la salida y toma de su bolso el celular. Busca el número de Robín en el respaldo de su email y le llama. —Hey, ¿sigues vivo? —pregunta ella cuando descuelga. —¡Aún! ¿Vendrás a dormir hoy o ese millonario tuyo ya te secuestró? —inquiere riéndose. A lo lejos se escucha que ve alguna película. —Mañana te cuento, solo hablaba para avisarte que paso por ti a las nueve, ¿está bien? —explica ella.
El sueño les llega y los amantes quedan dormidos uno en el brazo del otro hasta que llega la mañana y Aryehn les despierta brincando sobre ellos en la cama.—¡Papi, mami! —grita el pequeño emocionado de verlos juntos.Ayden es el primero en abrir del todo los ojos.—¡Buen día mi campeón! —saluda y este se lanza a sus brazos.—¡Buenos días, mis chicos guapos! —saluda Arya efusiva.¡Tía Bea trajo pan cakes! —comenta sonriendo el pequeño y se acuesta entre los dos—. ¿Puedo comer tres?Ayden lo mira sabiendo que son muchos, está por negarse, pero Arya se adelanta.—Mejor, vamos a ver si la tía Bea trajo suficiente para todos. No quieres dejar a Sebas sin comer, ¿verdad?Aryehn niega con la cabeza y entiende la situación.—Está bien, mami, no quie