Tengo que ir a darle su pastel. – Caminó hacia la puerta.Ya es una niña grande puede tomarlo solita. – La detuvo agarrándole una mano y girándola hacia él.Es que, si no voy es capaz de comérselo entero y luego me recriminará por no haberla detenido. – Insistió tratando de liberarse sin resultados. – Le encanta ese postre, deberías probarlo es delicioso, se llama pasión oscura… - Siguió hablando sin parar tratando de ocultar sus nervios.Ahora mismo prefiero probar otra cosa. – Dijo dirigiendo su mirada hacia sus labios, logrando que Candy tragara saliva.No creo que sea buena idea.Ah, ¿pero es que sabes que es lo que quiero probar?Yo…¡Jefa! – Oyó a Murray por el pasillo, en cuanto entró Drake la soltó sin muchas ganas.No tenías que gritar Murray.Silk me dijo que lo hiciera si venía a la cocina y desde el pasillo, no entiendo por qué. – Candy sintió sonrojarse.Que amiga tan lista tienes. – Murmuró Drake.Necesito que vengas, es un pedido grande.Está bien. – Y escapó al mostrad
No creo que ella no haya creado el postre con el que te ganó.No me malentiendas, ella sí que lo creo, pero hace tiempo, no cuenta. Tenía que haberlo creado en el lapso de tiempo que le di, no antes, no después.Eso es injusto por tu parte ¿no crees? Así que, si has ganado la apuesta ¿cómo piensas cobrártela?Eso es lo interesante de todo esto ¿no? Créeme lo sigo pensando.¿Por qué no le dices que…? – Empezó Silk con una sonrisa maliciosa…Dime, soy todo oídos.Candy miraba extrañada a Silk, comía con lentitud su postre y a cada tanto soltaba risitas divertidas pero más que nada sonaba un tanto ¿esperanzada? Como si fuera una chiquilla a la que le han prometido un ansiado regalo.Casi temo preguntarte pero, ¿se puede saber que tienes?Nada, ¿Por qué?Para empezar, estás comiendo demasiado despacio. Ese postre no te dura ni cinco minutos.¡Oye! Que soy perfectamente capaz de saborearlo y…¿Y a que vienen esas risitas extrañas eh? –Candy se acercó más para verla a los ojos directamente,
Cinco segundos después Silk salía de la cocina no sin antes en un divertido gesto rebelde se llevaba unas barras de chocolate. Una vez sola y después de dar un sonoro suspiro empezó a decorar lo que ella sí había logrado llevar a buen término. La verdad es que estaba relajada y contenta, eso solo lo lograba el trabajar de esa manera, en esa esplendida cocina, con esos insuperables ingredientes y ese aroma fresco y puro que solo el campo podía dar. Abstraída en sus pensamientos no fue consciente de que era observada desde la puerta desde hacía unos momentos. Sintiendo de pronto la presencia de alguien, sin levantar la vista dijo:Silk, no pienso darte más chocolate. Pero si eres buena niña y estás quietecita te daré un poco de tu postre favorito. – Bromeó.Y si yo soy buen niño ¿Qué me darás? – La profunda voz de Drake hizo que pegara un respingo. – Aparte de esa mirada fulminante espero que algo un poco más dulce.¿Qué haces aquí?Bueno, es mi casa…Me refiero a aquí en la cocina. – S
¿Quién era ese? – Fue lo primero que Drake dijo frente a Melissa.Esperaba un hola por lo menos, serás mal educado…¿Quién es? No recuerdo haberlo invitado.Es Mark Callaham, de la famosa empresa pastelera Callaham, único hijo varón de los dueños y también el único agradable, por cierto. ¿Quién va ayudarme con mis maletas? ¿Drake? ¡Drake!¿Cómo rayos se conocen? ¿Y qué hace aquí alguien de esa área? No tiene nada que ver con…¿Con un agradable fin de semana en el campo?No, conmigo. No tiene nada que ver conmigo. – Seguía frunciendo el ceño y devanándose los sesos intentando saber qué hacía allí el tal Callaham.Quizás sí con tu hermano. ¿Podrías por favor hacer que alguien me ayude con las maletas?– Pareció reaccionar al fin a la presencia de Mellisa. – Lo siento. Enseguida te ayudo.¿Tú? ¿No hay empleados?Muy pocos, lo indispensable. – Vio pasar al chofer.Charly ayuda a la señorita a llevar esto ¿quieres? Y ¿Has visto a una de las dos personas que trajiste esta mañana?La señora
Estoy cambiándome Mark. – Habló ella antes que Drake lo hiciera.¿Todo bien? Me pareció oír voces.Es la televisión, voy a tomar una siesta. ¿nos vemos al rato?Por supuesto linda, que descanses. – Y se alejó.¿Linda? ¿te dijo linda?¿Es que acaso no lo soy al menos un poquito? – Preguntó Candy con el ceño fruncido.No me refería a eso, ¿Por qué te trata con tanta familiaridad?¡Por qué lo conozco de años! ¡por eso! Además… - Un momento ¿Por qué daba tantas explicaciones? Pero lo más intrigante era ¿Por qué él las pedía?¿Además...? – Exigió el saber más.¿Por qué tanto interés? – Preguntó ella.¿Por qué no tenerlo? La cena es a las 7 en punto, no llegues tarde. – Dicho eso salió de la habitación y cerró de un portazo dejando a Candy con demasiadas preguntas revoloteando cual mariposas en su mente.No tenía ni un minuto de haberse ido y ella seguía en la misma posición. Silk entró pocos minutos después y la encontró igual, en trance hipnótico.Cielos, el hombre sabe lo que hace. Es un
Eso me dio más sed. Vamos a buscar algo que tomar. – Insistió, estaba que se moría de los nervios. Estaba convencida más a cada momento que lo dicho por Silk eran puras especulaciones descabelladas y que estaba haciendo enormes castillos en el aire. La rubia siendo una probable rival le caía bien y eso indicaba que era más que posible que tuviera algo que ver con Drake. A él le gustaban las mujeres con sentido del humor ¿no? Y el de ella no era precisamente bueno, le acababa de lanzar mermelada y prácticamente corrido de la habitación ¿eso dónde la dejaba a ella? La dejaba como una neurótica y nada más. Drake la vio y ella emprendió la retirada ¿cobarde? ¡Oh sí!¡Oh ahí viene! – Le dijo Silk a la nada. – Luce normal, fresca, desinhibida… – Volteó a su lado al no tener respuesta. - ¡Diablos! – Dijo al ser consciente de la escapada de su amiga.¿Por qué tu amiga te ha dejado sola? – Le dijo Drake a Silk.Tenía sed. – Silk suspiró ruidosamente.Al parecer demasiada. – Bromeó él.No tiene
Probar, probar y probar.Es la clave para que todo al final salga bien.Nada sale perfecto nunca a la primera.Apasionadamente rico. K. Candy.- Nada sale perfecto nunca a la primera….- Decía Silk siguiendo a Candy por toda el área de cocina.- Ajá. – Se limitó Candy a contestar mientras tiraba con todas sus fuerzas una gran cantidad de masa a la mesa.- ¿Es que nos vas a escucharme?- Te estoy escuchando. – Matizó cada una de sus palabras. – Y debo añadir que me has dicho lo mismo desde que volvimos. Me disculparás si es que lo siento repetitivo. –Dijo ironizando.- Él por lo menos tiene derecho a que le dejes dar explicaciones ¿no crees?- Bueno, quizás tengas razón. – Candy volteó hacia su amiga y vio como Silk esbozaba una sonrisa tan grande que temió se le saliera de la cara y para evitar tal cosa remató diciendo.- Por supuesto que debo dejar que me explique porque cuando me puso sobre su cama encontré otra mujer entre las sabanas. – La sonrisa de Si
- No, espera… por favor… ¿Qué tengo que hacer para que me dediques un mísero minuto y me escuches? – Dijo Drake saliendo detrás del escritorio y avanzando hacia ella, instintivamente Candy empezó a ir hacia la salida. – Por favor, creo que merezco por lo menos presentar mi defensa. Explicar que pasó, ni eso me has permitido.- ¿Pero es que hay lugar para explicar algo? A mí me quedó todo muy claro. ¿A ti no Silk?- Pues, es cierto que tiene derecho a explicar ¿no? Y no me habías dicho que había intentado explicarlo todo.- No te entiendo Silk, juro que no te entiendo. Vienes a darle de pastelazos y luego resulta que merece ser escuchado.- Hasta el más miserable criminal tiene derecho a defenderse.- Gracias Silk… creo. Y te he buscado por todos lados y tú simplemente has huido de mí Candy, merezco ser escuchado, por favor… - Le rogó.- Anda, escúchalo. – Pidió Silk y salió de la oficina.- Habrase visto tremenda traidora. – siseó Candy.-