Los días pasan, cada vez estoy peor, mi cuerpo comienza a sentir el cansancio, pero no quiero vivir sin ella, la necesito tanto, no comprendo por qué aún no se sabe nada, han pasado casi dos semanas, es imposible, mi desesperación es cada vez mayor, todos me han mostrado su apoyo, la familia de Anastacia ha estado apoyándome, se sienten muy mal por lo que hizo su hija, nada de lo que hemos hecho ha funcionado, es muy duro, no saber nada de ella, la amo tanto, la extraño, no puedo dejar de pensar, de ver su imagen sufriendo, gritando por mi, por que la ayude, no puedo dormir, no puedo cerrar mis ojos, cada vez que suena el móvil, el teléfono de casa, mi corazón late a mil por hora, pienso que al fin llegará la noticia, pero no, nada, nos han dado pistas, lugares donde la vieron, pero no, a nada nos lleva, es tan duro, tan difícil.

Suena mi móvil, y contestó, es el capitán, me informa que encontraron a Anastacia, y a una mujer que estaba con ella, quizá la cómplice, de inmediato le avis