Volvemos a casa, estamos cómodas, la verdad vivo muy como da con Amalia, ella es una mujer muy amable, me dijo que me hicieron varios chequeos, y todo salió bien, gracias al cielo.

Pasaron 5 días después de la salida al hospital, Amalia y yo recolectando las últimas verduras, la nieve no dejará volver a sembrar, así que comenzamos a cubrir el pequeño Granero, los animales se deben proteger del frío, Amalia coloca una escalera, y le digo que no puede subir así, puede caer.

Me pide que traiga unas mantas de la habitación, hay una parte donde se siente una brisa, y entonces voy a dentro y ella da un grito, se escucha un golpe, salgo de inmediato y la veo en el suelo, ella debió caer.

-Amalia te dije que podrías caer.

La ayudo a llegar a casa, y le pongo algunas pintadas, ella se queja del dolor, me dice que necesita arreglar el Granero, que tendrá que llamar a un ayudante, toma un pequeño radio, o teléfono, y llama por el, no sabía que tenía algo así, pues antes habíamos tenido que ir al