+Narrador Omnisciente+Después de tener una mañana de miedos y confrontaciones, Anni terminó aceptando las condiciones. Luego de terminar de desayunar en compañía de Leonel, ella se levantó de su silla y sin objeciones fue a ducharse para luego escoger la muda de ropa que se debe poner para la ocasión, puesto porque el hombre que le ha brindado techo; comida, trabajo, también le ha dado un closet lleno de ropa a lo que ella quería negarse porque eso es más de lo que se le puede dar. Sin embargo, no tuvo de otra que aceptar porque mientras se duchaba pensaba los pros y los contras de aceptar o no la ropa, a lo que terminó aceptando porque su consciencia no dejó de repetirle que la presentación es lo primordial para su primer día de trabajo.Llena de ansias, ella se tomó todo el tiempo para escoger detenidamente la ropa adecuada para trabajar en una empresa de prestigio o medio, ir a la altura del hombre dueño de todo lo que le rodea. Al principio le costó tanto porque había tanta ropa
El asistente del jefe rápidamente se convirtió en su jefe directo, a lo que le dijo que cualquier cosa que se dirigiera a él.El nuevo jefe de ella le dijo que mientras mantenimiento hiciera acto de presencia para instalar el escritorio de ella a lado de la secretaria, le iba a dar un pequeño tour para que no se perdiera en su primer día.Anni empezó a sentir mariposas en su estómago porque estaba siendo tratada como un ser humano y no como una escoria que solo vino al mundo a contaminar. Su jefe directo la llevó al área de descanso del piso de presidencia, ahí donde se puede hacer el café que desee. Mostrándole la cafetera moderna a él le entra una llamada a lo que se disculpa y le dice que en seguida volverá por ella para mostrarle el siguiente sitio. Anni asintió gustosamente y mientras su jefe dio media vuelta para contestar, ella aprovechó el tiempo para ver todo lo que le rodeaba. Un fuerte suspiro salió de ella, se dijo así misma que la cafetería de presidencia era ideal para e
*Luego de un momento de reflexión de todo lo acontecido con la amante, Anni se levantó de la silla, llevó la taza de té al fregadero y lo lavó para luego ponerlo a secar. El jefe directo de ella no se alejó con la excusa perfecta de que le mostraría parte de la zona en la que trabajaría, no obstante, la verdad detrás de eso es que la estaba protegiendo de la mujer que hace un momento la amenazó.Anni tuvo la oportunidad de que le mostraran el área de fotocopiado y con mucha paciencia le enseñó como usar cada máquina. Ella dijo que eso no era tan difícil, ya que ha utilizado ese tipo de máquinas para sacar los dibujos para su hija, a lo que el jefe dijo que no era necesario estar más tiempo ahí, por el hecho de que su escritorio la esperaba. Anni, tan emocionada, asintió y siguió los pasos del jefe, a lo que la sorprendió al ver el escritorio a la par de la secretaria de presidencia.Ella apresuró sus pasos y con mucha confianza tomó asiento, alzó la mirada ante el jefe y le dijo que
*En el momento que la atractiva amante saliera de la empresa, Anni fue llamada ante su jefe de jefes.Anni salía de los tocadores y cuando volvió a su escritorio, su jefe directo la esperaba para decirle que el señor Leonel esperaba por ella, a lo que no demoró y enseguida estaba frente a la puerta del presidente de la empresa. Dio un par de golpes a la puerta para luego decir: “con permiso”. Ella entró y con mucha indiferencia le preguntó en qué podía ser buena, ya que estaba a punto de continuar con sus clases de computación.Anni mintió y Leonel lo sabía, hasta no le importó que le mintiera y que ella se dirigiera hacia él como un extraño, puesto que Leonel en ese momento se conformaba con su presencia.—Si deseas puedes tomar asiento o bueno puedes quedarte ahí, lo que te tengo que enseñar no necesita esperar más —el tono de Leonel sonó demasiado misterioso, Anni se llenó tanto de intriga que dio un paso hacia delante—, hace un par de horas me dieron la información del dinero que
Anni, al escuchar eso, supo que la causante de que a su hija le doliera su pequeño cuerpo era porque la amante había abusado de una indefensa criatura. Ella recuperó la compostura por su hija y le dijo a la profesora que se la llevaría, que no tiene por qué preocuparse, ya que llevaría a la niña a casa de su papá. Anni le dijo eso a la profesora con una segunda intención, puesto que iría a casa de aquel inhumano que no defendió a su hija, sino que fue partícipe del abuso que le hicieron a su pequeña.La profesora no se impuso, al contrario, la acompañó a la salida y le dijo que la niña podía tomarse dos semanas de descanso si eran necesario.Anni detuvo un taxi fuera del colegio, le dio la dirección de su ex casa tras pedirle que tenía mucha urgencia en llegar. Mientras el taxista conducía, Anni consolaba a su hija tratando de tranquilizar el llanto, ya que la pequeña temía que le sucediera algo malo a su madre. Por la mente de Anni pasaban muchas cosas y una de ellas es poner en su l
La valentía de aquella mujer era demasiado, que cada paso que daba era como si estuviese volando. Entre su desespero y las ganas de alejar a su hija de aquel par de monstruo, no había planeado dónde llevar a su hija.De un momento a otro ella empieza a desesperarse, acelera sus pasos, toma el rumbo de la carretera, Anni tiene miedo de que aquel hombre la siga y le arrebate a su pequeña.La niña empezó alarmarse y el llanto se hizo presente, le pedía a su mami que se detuviera, que sus piecitos le dolían y que sus ojos llenos de lágrimas no dejaban que ella viera por donde caminaba.Anni escuchó a su pequeña y se percató que su hija estaba lastimada, a lo que no dudó un segundo, la alzó, cargándola en sus brazos. Ella aceleró sus pasos y de pronto un auto se detuvo frente de ellas. Anni se alarmó, su cuerpo empezó a temblar y el corazón acelerado, su hija lo podía sentir.—Sube, no esperes que ese tipo te arrebate a tu hija —dice Leonel al salir del auto, su tono frío provocó que Anni
+Anni+Anoche fue un día terrible, pero luego de ver los ojos de mi pequeña todo se esfumó. Hace unos veinte minutos me levanté de la cama en compañía de mi pequeña, nos fuimos a enjuagar la boca y lavar la cara para decirle que me acompañé a la cocina. Sé que es demasiado atrevimiento de mi parte, pero mi hija necesita comer.Con el milagro de Dios pude encontrar la cocina y aprovechando que no había nadie preparé el desayuno; huevito, pan tostado, tocino, panqueque, frutas y jugo de naranja. Le llevé la comidita a mi niña en el desayunador y de pronto apareció el hombre de la casa, tomo asiento igual que nosotros; le serví lo mismo que a mi niña.La presencia de Leonel me afecta y por ende debo mantenerme fuerte para ganar dinero y pagarle. Aquí mi niña no le faltará comida y la seguridad ni se diga.No tengo derecho de desmoronarme, llorar incansablemente por todas las calamidades que me han pasado.—Hmmmm, está bueno, disculpa, no es que no haya comido antes, es que me sorprendes
Puedo hacer muchas cosas, él se puede burlar y no tener fe de lo que puedo conseguir a través de la música, perfecto, juro por mi hija que haré todo para pagarle.Suficiente de tantos rodeos, puedo trabajar para él y puedo hacer las cosas de la casa, ¡sí! No es tan difícil hacer el desayuno y poner la mesa, todo antes de ir al trabajo.Respiro profundo, radicalmente oprimo la sensación que provoca su cercanía, alzo la mirada y de una vez me armo de valor.—Sí, aparte trabajaré para ti y para que no veas tan largo lo de mi álbum, podría cocinarte todos los días, prepararte el desayuno y…—¿En serio? —frunció el ceño al mismo tiempo que llevo su mano hacia su boca, me miró con firmeza, provocando que tragará en serio—... Te puedes dar cuenta en donde estás, ¿o quieres que te lo explique? Perfecto, si no te has dado cuenta tengo una tonelada de empleados y todos a mi servicio, ¿crees que busco una cocinera personal?—bufó con molestia—, olvidaré lo que acaba de decir, a pesar de mi molest