Han pasado dos semanas desde ese terrible accidente. Mi estadía en el hospital duró un poco más cuando caí de sentón en el pasillo, causándome una recaída horrorosa, pues sentí la columna como nunca antes. En mi defensa, Jace había tomado mi libro, tratándolo mal, así que tenía que defender a mi bebé. Por lo menos, el Dr. Blake me ha dado de alta esta misma mañana, diciendo que podía continuar con mi vida normal; sin embargo, no podría hacer ningún esfuerzo físico tan duro durante unas semanas. Lo que significa, no deportes. Irónicamente, parte de mí se siente mal por ello, aun cuando ya no los practico como antes; pero debo aceptarlo, estos siguen siendo parte de mi vida. —¿Estás lista? —pregunta mamá desde el marco de la habitación del hospital. Asiento en afirmación, tomando de una correa mi mochila con mis cosas, las cuales me son arrebatadas por mi progenitora con desaprobación. Paso por recepción, despidiéndome de las enfermeras y demás con una sonrisa enorme. Soy mala socializ
Nos soltamos de ese dulce beso y lamo mis labios, saboreando el sabor que él ha dejado en mí. Le sonrío tímidamente y me toma de la mano hasta guiarnos a la misma mesa de antes; tomamos asiento, acerca su silla hasta que su rodilla choca con la mía y se inclina hacia adelante, apoyando sus codos en sus muslos mientras entrelaza sus dedos. Su anterior semblante tierno se ha transformado por uno más serio e intrigante. ¿Qué más sorpresas hay?—Ya lo sabía —suelta sin más—. No todo, pero me hacía una idea de lo que estaba pasando.Alzo una ceja, no comprendo de lo que me está hablando. Acabamos de compartir un momento muy lindo y ahora me conduce con unas palabras que no sé qué quieren darme a entender.—¿A qué te refieres? —me aventuro a preguntar, jugando con mis manos en mi regazo y con mis cejas aún más arrugadas.Logan limpia el sudor de sus palmas en sus jeans sobre sus rodillas, nunca lo había visto haciendo esa acción en específico, pero podría jurar que es en nerviosismo. Abre la
LOGAN —¡Mayor precisión, Harris, mayor precisión! —Vuelve a gritar el entrenador después de dar mi último pase. El infortunio accidente de Dylan le trajo más presión a Donovan y con ello a nosotros, pues nos ha hecho entrenar más duro de lo que ya lo hacíamos. Los músculos me arden desde hace tres días y si no nos da un descanso pronto creo que ni siquiera seré capaz de participar; y dudo ser el único. Otros chicos hacen mueca al ir trotando en el campo de un lado al otro, sujetando sus piernas y cayendo sentados sin dar para más. —¡Ya no puedo más! —exclama Jace a unos metros de mí, cayendo sentado para terminar de estirar todo su cuerpo como si estuviera a punto de hacer un ángel de nieve, pero en la grama—. Me voy a morir, me duele hasta lo que no debería dolerme. Con el ceño fruncido y mi respiración pesada me le quedo viendo, poniéndome de cuclillas en mi lugar y sujetándome con una mano en el piso. Grandes bocanadas de aire salen de mi boca, intentado recuperar un ritmo más n
El Dr. Blake no creyó en mis palabras por más que lo prometí, por lo que me tendió una incapacidad larga, además de unos exámenes de rutina que no tomaba hace mucho y algunas terapias para cerciorarse que mi espalda y mis huesitos estuvieran bien. De hecho, dicha incapacidad tenía un límite hasta el día de ayer, por lo que hoy me toca ir a la escuela.Me encuentro revisando mi mochila y mis útiles cuando mamá entra en la habitación recitando el horario de mi medicamento en el horario escolar.—Mamá… —la llamo—. Mamá… —Termino riendo ante su vista perdida—. Estaré bien.—Lo sé, mi amor. —Se acerca y me da un beso en la mejilla—. Solo quiero que te encuentres bien.Le sonrío con dulzura. —Ya soy una niña grande, mami. Te prometo que estaré bien, nada pasará. Me cuidaré.Los ojos se le hacen brillosos y parece que va a llorar, sin embargo, no lo hace. Simplemente, pasa un mechón de pelo detrás de mi oreja, acariciando mi mejilla con su pulgar antes de darme un beso en la frente; deja mi m
Logan tiene algo que acelera mi pulso, que me hace ir más allá, sentirme más segura de mí misma y más competitiva de lo que ya soy. Y casi siempre que me siento de esta manera por él, es porque me está provocando, aunque él no lo sepa y es que las ganas de llevarle la contraria son gigantes. Pongo mis manos sobre la mesa y me levanto de mi asiento lentamente.—No. —Se tensa aún más en su puesto, sus dos manos convirtiéndose en puños sobre su mesa—. No me provoques, Dylan.Volteo para verlo directo a los ojos. —Tú me provocaste primero, niño bonito.Mi tono está cargado de malicia y arrogancia mientras mis dedos se deslizan por la mesa y le sonrío de manera “inocente”, pestañeando repetidamente para fastidiarlo y me volteo en dirección a los extranjeros.—Hola, chicos.Ahora que lo pienso, me siento estúpida…, muy estúpida. He venido a saludar a los dos chicos con los que prometí una cita y nunca fue y que, para rematar, les negué visitarme cuando ellos preguntaron insistentemente. Soy
LOGAN Hasta ahora mi idea de que los únicos amigos de Dylan son algo extraños no cambia. Desde que me pateó el trasero en la evaluación que tenía con Donovan la he estado observando y esto es lo que tengo de su círculo cercano: los Connor, quienes creí tenían una relación totalmente diferente a lo que es, una chica que dice lo que piensa y a veces la ve como si le gustara y un chico totalmente tímido y quien merece el título de ‹‹nerd›› al cien por ciento. Al último lo reafirmo cuando el chico cuatro ojos se aleja de nosotros con una mueca en su rostro. —Lo espantamos —comenta mi pelinegra, elevando la cabeza para conectar con mis ojos. Su rostro es la definición de timidez y vergüenza con esas mejillas en un tono carmesí. Le sonrío ladino. —Solo hablo con la verdad. Dylan se pega más a mí y yo doy pasos atrás hasta poder recostarme en la mesa de atrás, todo sin soltar mi agarre en sus bolsillos traseros y más bien, reafirmar mis manos en el lugar. —Creo que tus manos ya se pusier
Creer que este viaje en bus duraría menos de lo que llevamos fue crearme falsas ilusiones como las que me hago cuando escucho de alguna adaptación de un libro a una película o serie; termino como payasa. En todo caso, me alegra no haberle dado algún tiempo estimado a Logan, pues de otra manera, estoy segura que estaría escribiéndome y preguntándome cuando llegaré, del mismo modo que vengo haciendo yo con Becca. El tráfico está horrible y yo lo empiezo a sentir como una eternidad, lo cual tiene sentido cuando la hora del almuerzo está cerca.—¿Cuándo llegaremos? —chillo como niña pequeña que ya no aguanta por llegar a su lugar de destino, una vez más.Y es que, realmente, ya no aguanto; además de que me duele el culo por ir sentada en los incómodos puestos desde hace un buen rato, las ganas de ir al baño me están golpeando duro y hago lo posible por no pensar en ello, pero cada vez se me hace más difícil.—Ya deja de chillar y quédate quieta —rezonga Becca con la cabeza recostada en mi
~ADVERTENCIA~ *Este capítulo contiene escenas subidas de tono (?). Realmente no soy muy buena escribiéndolas, pero aun así es mi responsabilidad avisarles antes de que inicien. Igualmente, queda en ti si decides leerlo o no, ya que no hará ni un cambio con tu lectura.* La puerta se cierra con un ruido sordo, la calidez del interior me envuelve al instante, no obstante, es la calidez de las manos de Logan alrededor de mi cintura lo que me atrapa mientras me presiona contra la pared más cercana a la entrada. Mi respiración se corta al sentir su cercanía, su aliento chocando contra el frío de mi piel. Sus ojos recorren mi rostro, pero parece que mis labios son todo un espectáculo para apreciar. —¿Qué haces? —pregunto casi en un susurro, sintiendo como cada vez pega su cuerpo al mío. Nuestros pechos se tocan al tiempo que nuestras respiraciones se hacen pesadas y el ambiente se empieza a sentir más y más calor, aun cuando nuestra ropa sigue mojada de la lluvia de la tarde. Inconscient