Logan tiene algo que acelera mi pulso, que me hace ir más allá, sentirme más segura de mí misma y más competitiva de lo que ya soy. Y casi siempre que me siento de esta manera por él, es porque me está provocando, aunque él no lo sepa y es que las ganas de llevarle la contraria son gigantes. Pongo mis manos sobre la mesa y me levanto de mi asiento lentamente.—No. —Se tensa aún más en su puesto, sus dos manos convirtiéndose en puños sobre su mesa—. No me provoques, Dylan.Volteo para verlo directo a los ojos. —Tú me provocaste primero, niño bonito.Mi tono está cargado de malicia y arrogancia mientras mis dedos se deslizan por la mesa y le sonrío de manera “inocente”, pestañeando repetidamente para fastidiarlo y me volteo en dirección a los extranjeros.—Hola, chicos.Ahora que lo pienso, me siento estúpida…, muy estúpida. He venido a saludar a los dos chicos con los que prometí una cita y nunca fue y que, para rematar, les negué visitarme cuando ellos preguntaron insistentemente. Soy
LOGAN Hasta ahora mi idea de que los únicos amigos de Dylan son algo extraños no cambia. Desde que me pateó el trasero en la evaluación que tenía con Donovan la he estado observando y esto es lo que tengo de su círculo cercano: los Connor, quienes creí tenían una relación totalmente diferente a lo que es, una chica que dice lo que piensa y a veces la ve como si le gustara y un chico totalmente tímido y quien merece el título de ‹‹nerd›› al cien por ciento. Al último lo reafirmo cuando el chico cuatro ojos se aleja de nosotros con una mueca en su rostro. —Lo espantamos —comenta mi pelinegra, elevando la cabeza para conectar con mis ojos. Su rostro es la definición de timidez y vergüenza con esas mejillas en un tono carmesí. Le sonrío ladino. —Solo hablo con la verdad. Dylan se pega más a mí y yo doy pasos atrás hasta poder recostarme en la mesa de atrás, todo sin soltar mi agarre en sus bolsillos traseros y más bien, reafirmar mis manos en el lugar. —Creo que tus manos ya se pusier
Creer que este viaje en bus duraría menos de lo que llevamos fue crearme falsas ilusiones como las que me hago cuando escucho de alguna adaptación de un libro a una película o serie; termino como payasa. En todo caso, me alegra no haberle dado algún tiempo estimado a Logan, pues de otra manera, estoy segura que estaría escribiéndome y preguntándome cuando llegaré, del mismo modo que vengo haciendo yo con Becca. El tráfico está horrible y yo lo empiezo a sentir como una eternidad, lo cual tiene sentido cuando la hora del almuerzo está cerca.—¿Cuándo llegaremos? —chillo como niña pequeña que ya no aguanta por llegar a su lugar de destino, una vez más.Y es que, realmente, ya no aguanto; además de que me duele el culo por ir sentada en los incómodos puestos desde hace un buen rato, las ganas de ir al baño me están golpeando duro y hago lo posible por no pensar en ello, pero cada vez se me hace más difícil.—Ya deja de chillar y quédate quieta —rezonga Becca con la cabeza recostada en mi
~ADVERTENCIA~ *Este capítulo contiene escenas subidas de tono (?). Realmente no soy muy buena escribiéndolas, pero aun así es mi responsabilidad avisarles antes de que inicien. Igualmente, queda en ti si decides leerlo o no, ya que no hará ni un cambio con tu lectura.* La puerta se cierra con un ruido sordo, la calidez del interior me envuelve al instante, no obstante, es la calidez de las manos de Logan alrededor de mi cintura lo que me atrapa mientras me presiona contra la pared más cercana a la entrada. Mi respiración se corta al sentir su cercanía, su aliento chocando contra el frío de mi piel. Sus ojos recorren mi rostro, pero parece que mis labios son todo un espectáculo para apreciar. —¿Qué haces? —pregunto casi en un susurro, sintiendo como cada vez pega su cuerpo al mío. Nuestros pechos se tocan al tiempo que nuestras respiraciones se hacen pesadas y el ambiente se empieza a sentir más y más calor, aun cuando nuestra ropa sigue mojada de la lluvia de la tarde. Inconscient
JACEMe encuentro en la sala con mis hermanos jugando al Play, hace un tiempo que no pasábamos una tarde solo nosotros tres desde que Jason se fue a la universidad; aunque admito que es divertido verlo entrar por la ventana a escondidas por las noches como si fuera un gato. En fin, jugamos un partido de fútbol y en esta ronda vamos Jason y yo. ¿Y saben qué? Es este bebé el que va ganando.—Creo que has perdido la práctica, bro —le dice James a nuestro hermano mayor, dándole unas palmadas en el hombro, divertido. Mi sonrisa no ha desaparecido de mi rostro desde que empecé a llevar la ventaja y que James esté de mi lado lo hace más divertido.—Cállate —responde un poco molesto, concentrándose en la pantalla y moviéndose para apartar el toque de nuestro hermano—. Al menos, voy perdiendo por uno. No como tú, que Jace te iba ganando por cinco goles.Por su comentario, no puedo evitar empezar a reír a carcajadas, pero sin quitar la mirada de la tele. Puedo disfrutar de un buen chiste, pero n
Comida. Solo por eso.Simplemente salí de mi habitación por un poco de comida porque mi estómago empezaba a rugir de hambre y terminé con mis padres en una plática donde eran ellos los suplicantes. Cosa rara, en especial en mamá, razón por la que se resistió y nos dejó a papá y a mí. Media hora después de hablar con él, aquí estoy, cruzando el jardín hacia la casa de mis nuevos vecinos: los Miller. Al parecer, Jace les pidió a nuestros padres que hablaran conmigo para que recapacitara en venir a ayudarlos. Dijeron que debía tomarlo como una buena acción, pensar en ayudar antes que en mí primero. Y aquí estoy, viendo el musculoso cuerpo sin camisa de Mike salir de su casa con una radiante sonrisa.‹‹¿Cuál es la necesidad de estar sin camisa?››, pienso mientras me acerco más a él y el camión de mudanza.—Ey, hermosura —saluda, levantando ambos brazos—. ¿Qué hace por aquí la guapura de mi nueva vecina?En otra ocasión, hubiera rodado los ojos y probablemente le habría golpeado, pero es Mi
LOGAN Mi cabeza está que da vueltas, siento que el auto se hace cada vez más pequeño, pero intento mantener la calma y no explotar como en otras ocasiones. Mantengo presionada mi frente contra el volante, probablemente dejando marca, pero simplemente, no puedo verla a los ojos. No ahora, no en este momento. —¿Me hablarás o no? —insiste Dylan en un tono suave después de un largo silencio. Su suspiro a pesar de ser pequeño es lo suficientemente ruidoso para llenar el silencio por unos segundos. Sin despegar mi frente del volante, hago un intento de voltear mi cabeza para verla; su semblante es de preocupación, pero más que nada, es de tristeza. Sus ojos están puestos sobre sus manos en su regazo mientras juega con ellas, veo que lleva una camisa de mangas cortas, así que estoy seguro que extraña sus mangas para cubrir sus manos como suele hacerlo siempre. —¿Qué m****a fue todo eso? —pregunto de golpe, levantando mi cabeza. No la miro, solo mantengo mi mirada al frente. Sé que a ella
‹‹Mi padre era un alcohólico››, dijo con mucho pesar en sus palabras, fue incapaz de verme a la cara mientras las palabras fluían fuera de su boca. ‹‹Solía golpear a mamá y en ocasiones, me golpeaba a mí››, dijo después. Mi corazón se rompió al escuchar eso, pues todo era sinónimo de una dura infancia, situaciones por las que ni un niño debería pasar. ¿Qué hice yo mientras lo escuchaba hablar? Llorar. La acción que haces cuando algo te remueve en tu interior y no sabes muy bien como expresarte que simplemente, haces eso: llorar. En este caso, mi causante ha sido la historia de Logan. Su pulgar limpia otra de mis lágrimas rebeldes que siguen saliendo mientras su semblante ahora es mucho más relajado y calmado, a lo mejor, por sacar todo lo que tenía guardado. —Gracias por confiar en mí. —Mi voz sale casi en un hilo. Antes de empezar con su historia, me confesó que la única vez que había contado la historia completa había sido con un profesional poco después que pasó el gran incidente