Capítulo 67. Adam

Néstor tardó mucho más que los diez minutos que había dicho que tardaría, y cuando volvió a la sala en la que Adam no paraba de dar vueltas, haciendo círculos, y mascullando en voz baja, sin darse cuenta; quiso gritarle al anciano que se diera prisa. Al final, se apenó de sus viejas piernas, y de su expresión cansada, y le pidió que se fuera a la cama, pues no creía que fuera adecuado que el pobre hombre estuviera dando vueltas por la parte más fría de la casa a esas horas de la noche.

- Señor Adam, seré viejo,pero le aseguro que estoy en plena forma, y si usted ha llegado a esta hora, y es cuando necesita mi ayuda, se la prestaré.

- Pero Néstor, ya has traído linternas, ropa, comida… no necesito que colabores más, has hecho mucho más de lo que podía esperar.

- Señor Adam, puede que usted sea muy testarudo, pero le aseguro que no voy a dejar que un renacuajo al que he visto correr en pañales, me diga donde puedo estar o no, esta será su propiedad, pero yo he cuidado toda mi vida de es
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP