Al siguiente día como todos los día Anna se fue a la universidad pero esta vez estuvo distraída en la clase, pensando en el matrimonio y como sería su vida de casada de solo imaginarlo le daban escalofríos.
Días despuésAnna de vez en cuando iba a visitar a Sofía a petición de ella pues quería conocer más a su nuera.Las veces que Anna salía temprano era cuando podía ir a visitarla hasta que un día, Anna ya quería irse pues ya era tarde pero Sofía la comvencio para que se quedara a cenar, cuando llego Agustín a ver a su madre y vio a la chica ahi se sintió un poco molestoEntró y saludo a su madre— Mamá buenas noches — solo le dirigió una mirada a Anna y no dijo nada más.— Hijo, siéntate a cenar con nosotras, hoy tu padre llegará tarde y tus hermanos no están, mi única compañía fue Anna. — dijo Sofía que para que su hijo notará a la chica.— Esta bien madre, iré a lavarme las manos — respondió Agustín, sin prestarle atención a la chica.Cuando él regresó, se acomodó en su asiento, sirvieron la cena. Los tres comían en silencio Agustín a veces le hacía miradas furtivas a Anna, ella fingía que no se daba cuenta terminaron de cenar y Anna acompañó a Sofía a la sala mientras que Agustín subió al estudioDespués de conversar un rato, Anna se despidió de Sofía pues ya era muy tarde y tenía que conseguir un taxi para irse. Ah Anna no le gustaba manejar, no era que no supiera, pero ella prefería aveces caminar un rato para distraerse y después tomaba un taxi, Apesar de que era de una familia adinerada Anna no era pretenciosa tampoco le gustaba menospreciar a la personas.— Sra Sofía me tengo que ir ya es muy tarde, y mi padre y mi nana deben de estar preocupados por mi — dijo la chica.Agustín también ya se iba de la casa de sus padres, así que a Sofía se le ocurrió mandar a Anna con Agustín para que no se fuera sola y así se conocieran ella sabía que no se habían visto desde el compromiso.— ¿Ya te vas hijo? — preguntó Sofía— Sí madre, ya me tengo que ir — contestó él, sin poner mucha atención ñ.— Ha que bien, ¿Podrías llevar a Anna a su casa? por favor — al escucharla, Agustín frunció en ceño, pero al ver a su madre no le quedó de otra más que aceptar.Sofía salió junto con ellos para despedirlos. Anna subió al asiento del copiloto Agustín se sentó en el asiento del conductor se abrocho el cinturón de seguridad y hecho andar el autoEn el autoDespués de que salieron de la mansión Agustín y Anna iban en completo silencio, hasta que Agustín no aguanto más y detuvo el auto, le dío a Anna una mirada fría y preguntó.— Digame Srta Anna ¿Qué pretende con este adsurdo matrimonio? ¿Qué beneficios quieres conseguir? O acaso ¿Está usted enamorada de mí? Y no encontró otra manera de atraparme.Anna esbozo una sonrisa y le contestó.— Sr Álvarez, de verdad usted se cree tan bueno, para que cada chica caiga por usted. Talvez sea el caso de algunas pero no el mío yo tampoco quiero casarme con usted — esto molesto a Agustín— Me estas diciendo, que soy muy poca cosa para ti —contestó enojado AgustínAnna puso sus ojos en blanco, se canso de la discusión así que decido bajar del auto.— No es necesario que me lleve hasta mi casa — diciendo eso, se desabrocho el cinturón, abrió la puerta y se bajó del auto. Agustín se quedó perplejo, al ver lo que la chica había hecho.Pará fortuna de Anna iba pasando un taxi, ella lo detuvo, se subió y se fue dejando a Agustín ahí perplejo en el auto. El se enojo por la actitud de Anna encendió el auto y se fue pensando en que iba hacer con ella ya que nadie en su vida había actuado así con él.Mientras tanto, Anna llegó a casa y feu a ver a su nana María—Hola nana, ya llegue — Dijo Anna en un tono dulce.— Mi niña ya llegaste a casa ¿cómo te fue? Ya me había preocupado porque no llegabas, pero como sabia donde estabas me tranquilice y ya no moleste a tu padre — Anna suspiró — Hay nana ya ni me lo recuerdes, dentro de lo que cabe me fue bien, la señora Sofía es muy agradable y pero Agustín es grosero y prepotente, confieso que ya empiezo a odiarlo.— ¿Por qué dices eso mi niña? — pregunto María.— Verás, su madre y yo estabas apuntó de cenar, cuando el llegó a su casa, sólo salido a su madre y a mí me ignoró y después pues me dijo que si pretendo algo o estoy enamorada de él y no encontré otra manera de atraparlo, puedes creerlo nana, como si hubiese sido mi idea casarme con él —Maria acarició la cabeza de Anna— Mi niña, es normal que piense de esa manera — dijo la nana, para tranquilizarla.— ¿Normal nana? Eso no es normal, si no quiere casarse que solo le diga a sus padres y que cancele todo, por que demonios piensa que soy yo la que se quiere casar con él. Nana esto me frustra y me da coraje, no se ni siquiera como le voy hacer cuando me case con él, no se en que estaba pensando mi padre. — dijo la chica muy enojada y María solo sonrió, sabía de ante mano como era la chica, después de todo ella la había visto crecerEn un bar en el centro de la ciudad. Cuatro apuestos hombres entraron a un bar de lujo pidieron un lugar para ellos Los dirigieron a la zona vip y Agustín se sentó en un rincón mientras las otras tres personas pedían lo que querían para beber. Javier uno de sus mejores amigos, vio lo distante que estaba Agustín. — Agustín ¿Qué tienes hermano? ¿Hay algo que te moleste? — preguntó el hombre, Agustín solo lo miro pero no dijo nada. Solo se quedó en silencio pensando en la situación en la que se encontraba. Iván otro amigo también habló al ver la integración de la de los otros dos. — Agustín amigo dinos ya que es lo que te pasa ¿Por qué estas tan angustiado? —Rafael otro amigo se unió a la conversación. — Si amigo ¿Qué es lo que pasa? Hoy estas muy distraído. Agustín decidió contarle a sus amigos, pues ellos llevaban años de amistad y por lo regular conocían todo de cada uno, Agustín suspiro y solto lo que quería decir. — Bueno es algo complicado, yo me casaré en mes y medio — di
Mientras tanto Anna seguía desahogandose con su nana era la primera vez que salían juntos por así decirlo y Agustín pensó mal de ella, Anna estaba furiosaMaría trataba de tranquilizar a Anna— Ya mi niña, tienen todo el tiempo del mundo para conocerte, y para que él se de cuenta de que tú no eres esa clase de persona, él se dará cuenta de la mujer hermosa que eres.— Hay nana ¿Tú de verdad crees que eso sea posible? — preguntó Anna. — Ya verás que si mi niña, ahora vete a descansar, mañana será otro día. — Contestó María— Está bien nana que descanses, me iré a dormir, hasta mañana. — dijo ella dándole un beso a su nana. Anna se fue a su habitación se dio una ducha rápida se puso su pijama favorita seco su cabello y se fue a dormir. Anna se despertó era sábado así que decidió salir de casa y distraerse con su nana, bajo las escaleras y María ya la estaba esperando para servirle el desayuno. — Buenos días mi niña, el desayuno ya esta listo — dijo María. Anna saludo a su nana y se
Anna y María llegaron a casa. Anna acompañó a su nana hasta su habitación se despidió de ella y se fue a la suya.Ya estando sola se puso a pensar en lo que había visto y dedujo que la chica que estaba con Agustín era tal vez su novia, ella decidió no pensar más en eso así que se metió al baño a cambiarse para irse a dormir. Así pasaban los días y Anna sentía más presión por su dichosa bada, aveces no se concentraba en la universidad, por estar pensando en esa penosa situación. Un fin de semana se le ocurrió la idea de hacer galletas, le pido a su nana que la ayudara e hicieron galletas de chocolate y de vainilla, el aroma que salía de la cocina era riquísimo y José se asomo a ver que es lo que estaban haciendo cuando vio las galletas se le ocurrió una idea Anna tus galletas se ven muy ricas. Anna volteo hacia la puerta y vio a su padre ahí parado, y la sorprendió. —Lo están papá ¿Quieres unas? —preguntó la chica. José asintió con la cabeza. Anna puso unas cuantas galletas en un
Ella ya no dijo nada, solo se desabrocho el cinturón de seguridad, pero esta vez Agustín estaba preparado, así que tomo su mano, para detenerla. — No se te ocurra dejarme de nuevo, con la palabra en la boca, estoy hablando contigo y no me dejarás como la vez pasada. — dijo Agustín molesto, para él, ella solo huía de él. — ¿Que es lo que quiere? He! quieres que me quede aquí a escuchar una sarta de insensatezes que salen de tu boca, Dios no se que es lo que piensas de mí y la verdad no me importa, pero se que te arrepentiras de cómo me tratas ahora sueltame — contestó ella. Como pudo se soltó del agarre de Agustín, y salió del auto, por fortuna estaban parados en semáforo rojo, ella se fue hacia la banqueta y empezó a caminar.— Esta mujer esta loca o qué ¿Por que se baja a media carretera? — pensó Agustín. El iba siguiéndola hasta que pudo detener el auto y bajarse para enfrentarla. — Anna, de verdad que tienes una facilidad, para hacerme enojar, te estoy dando la opción de que
Las tres personas comían en total silencio, sólo se escucha a él sonido de los cubiertos, el silencio no era totalmente incómodo, pero aun así Agustín decidió romper el silencio. — Ya casi está todo listo, en donde Anna y yo viviremos, no quiero causar molestias así que me la llevaré a mi casa, espero y eso no le moleste. — dijo Agustín a su suegro y este sonrió. Estaba apuntó de contestarle cuando Anna lo interrumpió. — No, yo no quiero dejar solo a mi padre — contesto Anna, pero José ya no la dejó hablar.— Anna silencio, él va hacer tu marido y tiene el derecho de decidir donde van a vivir... —Padre pero... — ella intentó interrumpir de nuevo, pero fue silenciada por su padre. — Anna ¿Qué te he dicho siempre? — preguntó José y Anna, bajo la cabeza— Sí padre, entiendo. — respondió y guardo silencio. Agustín se dio cuenta de cuánto Anna obedecía a su padre, pero aún así él seguía teniendo sus dudas. En cierta manera no estaba tan equivocado habían muchas cosas tras de este mat
Uno de ellos se comunicó con Agustín, para decirle que Anna se les había escapado. Al escuchar, lo que estaba pasando Agustín se enojo. —¿Cómo es posible que una débil chica se les escape? Atrapenla y traiganla de inmediato, no me importa como lo consigan la quiero aquí ya. — dijo Agustín más que molesto, pues nunca se imagino que la chica haría tal cosa. — Si jefe, cómo usted ordené. — Contesto el hombre, Agustín terminó la llamada. Aquel hombre le dijo a sus hombres las órdenes de Agustín, de encontrar a Anna a como diera lugar y llevarla con él sin importar que. Apesar de haberlos perdido, ellos no tardaron mucho en encontarla, ella se defendió hasta donde pudo, pero aun asi lograron atraparla y llevarla ante Agustín apesar de sus protestas. Cuando Anna se dio cuenta ya estaba en la oficina de Agustín, se sorprendió al ver lo enorme que esta era, pero obvio no lo admitiria. Agustín no estaba solo, había otro hombre en el lugar, igual de apuesto que Agustín un poco más bajo d
Uno de ellos se comunicó con Agustín, para decirle que Anna se les había escapado. Al escuchar, lo que estaba pasando Agustín se enojo. —¿Cómo es posible que una débil chica se les escape? Atrapenla y traiganla de inmediato, no me importa como lo consigan la quiero aquí ya. — dijo Agustín más que molesto, pues nunca se imagino que la chica haría tal cosa. — Si jefe, cómo usted ordené. — Contesto el hombre, Agustín terminó la llamada. Aquel hombre le dijo a sus hombres las órdenes de Agustín, de encontrar a Anna a como diera lugar y llevarla con él sin importar que. Apesar de haberlos perdido, ellos no tardaron mucho en encontarla, ella se defendió hasta donde pudo, pero aun asi lograron atraparla y llevarla ante Agustín apesar de sus protestas. Cuando Anna se dio cuenta ya estaba en la oficina de Agustín, se sorprendió al ver lo enorme que esta era, pero obvio no lo admitiria. Agustín no estaba solo, había otro hombre en el lugar, igual de apuesto que Agustín un poco más bajo d
Mientras tanto Anna llego a casa, saludo a su nana y se fue a su habitación.María noto el cambio de humor de Anna, ella la conocía como la palma de su mano, al fin María la había criado desde pequeña. Ella fue tras Anna para platicar con ella.—¿Mi niña puedo pasar?— preguntó María, tocando la puerta de la habitación de Anna, que se encontraba abierta.— Adelante nana. — respondió la chica y María entro en la habitación.—¿Qué tienes mi niña? Últimamente no has sido la niña de siempre, ya no ríes cómo antes, ya no sales, has cambiado mucho. — dijo María. Anna suspiro antes de contestarle.— Qué te puedo decir nana, con todo esto no me dan ganas de nada. Saber que me voy a casar con un hombre que no conozco y que no amo, no me tiene nada bien, estamos en pleno siglo 21 y a mi padre parece no importarle y hacer conmigo lo que su voluntad dice ¿De verdad crees que con todo esto tengo ganas de salir? — pregunto ella, dejando a su nana muda.— Pero niña niña, lo vas a conocer, tendrán mu