Damien

Llamo a la puerta de la oficina.

Esperaba que Dane ya estuviera aquí. Sobre todo cuando quedan menos de cinco minutos para que empiece la reunión con Ryken.

Al entrar, me coloco en el extremo derecho, detrás del escritorio y junto a la ventana. Necesitaba una buena vista de todos los que estaban en la sala.

Brax aparece después y gira a propósito delante de mí mientras se levanta la blusa lo suficiente como para mostrarme que no tiene ningún arma guardada en el cinturón.

"Entonces sí me has escuchado". Murmuro.

"Puede que te sorprenda, pero en realidad me preocupo por mi hija y puedo seguir algunas reglas".

No respondo mientras Dane entra bostezando. "Tengo que ponerme al día con ustedes dos más tarde".

"¿Sobre mi niña?". Brax pregunta.

"No...".

Iba a decir algo más cuando aparece Ryken. Mira su reloj. "No estoy tarde, ¿verdad?".

"En realidad, llegaste justo a tiempo". Dane le dice. "Toma asiento".

"¿Y mi niña y su mocoso? ¿No deberían estar aquí también?". Brax des