“¿No tienes curiosidad sobre la alfa?”. Sus ojos verde salvia tienen pizcas de azul mientras me mira.

Bufo ante esto. “Ya la conocí y no me importa”.

Él pasa una mano por la sombra de la barba en su mentón. “¿Por qué?”.

“¿Por qué quieres saberlo?”.

Él se sienta en el mismo banco que yo, lo que me impide el paso mientras su olor a cuero y tabaco me golpea con fuerza. Me golpea tan fuerte que casi me deja sin aliento. Era de esperar con todos los licántropos en movimiento, pero yo ya estaba marcada. Si hacía algo, me mataría.

“He pasado la mayor parte de mi vida escuchando cómo un día tendremos un alfa que no sea como el resto. Nadie sabía cuándo aparecería hasta que recibimos ese mensaje por el enlace”. Su voz ronca manda un escalofrío por mi espalda y hago mi mejor esfuerzo para mantener la compostura. No importaba que fuera mi pareja destinada, pues ya era pareja de Jenson. Me había entregado a Jenson por completo y estaría con él de nuevo.

“Crees en esa mierda”.

Él asiente. “¿