Björn apretó su mandíbula con dureza, el imaginar que Carter podía tocarla o siquiera la viera, le provocó que la ira saliera de su escondite.
―No lo harás. ―dijo atrapando su brazo, Carter abrió su boca al sentir el dolor con el que lo sujetó.
― ¡Oye! ¡Eso duele! ¡Tranquilo, tranquilo! ―Carter comenzó a reírse hasta que Björn lo soltó del agarre. ―Solo quería ver tu reacción, Hoffmann.
―Deja de ponerme a prueba. Sabes que soy un hombre impaciente.
―Lo sé, pero en serio, Hoffmann, debes de divertirte un poco más...―luego palmeó su hombro y entró al privado.
Ava y su grupo de amigos se habían regresado a la pista de baile, Björn notó que ella bailaba algo incomoda alrededor de ellos, hasta que notó la presencia de un joven, intentó hacerla reír pero ella no lo hizo, a Bj&o
Bruno lanzó su cabeza hacia a atrás mientras la rubia hacía lo que más bien se le daba: el sexo oral. Ella estaba dispuesta a pasar una segunda noche con el billonario que había llegado a la ciudad, había escuchado por las demás chicas su adicción al sexo y a otros fetichismos. Al sentir el líquido tibio en su boca, se retiró y sonrió al ver al hombre satisfecho.―Buen trabajo. ―dijo Bruno jadeando, era adicto a la sensación que daba al llegar al orgasmo, sentía su piel erizarse hasta llegar a un dolor tan placentero que se hacía adicción, ver a la mujer arrodillada a sus pies, era un plus que nunca dejaba de gustarle. ―Ya puedes irte. ―notó la decepción en los ojos de la rubia. ― ¿Qué es lo que esperas? ―la mujer decepcionada de sí misma, tomó sus ropas y se marchó del lugar. Bruno caminó con las
Ava se aclaró la garganta, luego tomó más aire de manera brusca a sus pulmones, se sintió extraña, Björn y su cercanía habían dejado en ella un sentimiento extraño, al sentirse tocada unos momentos atrás, era para que Ava reaccionara de manera brusca y tajante, ya que repelaba todo hombre a su alrededor, pero desde que había estado en más contacto con él, le hicieron sentir un poco segura, como si la protegiera inconscientemente, “O simplemente es así con todos, Ava” se dijo mentalmente excluyendo de manera tajante todo pensamiento. ― ¿Ya se fue “nuestro” jefe? ―se escuchó a espalda de Ava su amiga, Alice. Tenía el rímel corrido, su cabello rubio de la frente, estaba adherido, no se sabía si era el sudor o se había mojado el rostro. Ava se volvió hacia a ella y asintió sin decir nada. ―Vaya, que “amable” de su parte hacer lo que debería de importarle una m****a. ―Ava arqueó una ceja a su comentario. ―Bueno, todos están ebr
Björn casi no durmió durante el resto de la madrugada, estaba esperando que fuesen las siete de la mañana para ir a buscar a Ava, para luego regresar al hotel.―Buenos días, ―se anunció Carter con aquel cabello alborotado, con una gran sonrisa en sus labios, Björn imaginó que una de las rubias había cedido de último momento pasar la noche con él. ― ¿Todo bien? Qué cara tienes…―se sirvió una taza de café, luego se sentó en la sala dónde estaba Björn, este dio un trago a su americano, luego miró a su amigo.―No he dormido lo suficiente y eso me pone irritable. ―confesó Björn.― ¿Por lo de tus empleados? ―preguntó Carter con el ceño arrugado mientras dejó su taza de café en la mesa del centro.―Sí, son unos inconscientes el querer irse en ese estado…―P
Ava bajó en el elevador hasta el lobby, luego buscó a su jefe y lo encontró un momento después sentado en uno de los sillones del lobby, Björn al ver que venía Ava intentando bajar la orilla de su vestido, se sintió de inmediato irritado por la gente que la estaba observando disimuladamente, el cabello lacio, se había convertido en ondulado y ella lo había recogido sutilmente, se veía demasiado sexy y llamativa ante los ojos de los hombres. Se levantó de su lugar y se retiró la americana que tenía puesta, Ava llegó y la tomó por sorpresa cuando la cubrió de inmediato, Björn miró más allá y los hombres retiraron sus miradas al ver a hombre.―Señor Hoffmann, no es necesario que…―fue interrumpida por Björn.―Es necesario. ―ajustó la americana de los hombros, luego cerró la parte de enfrente, pareciera que
Björn caminó de un lado a otro en la sala de la suite, se le hizo bastante extraño que Ava siguiera dormida, ya eran las nueve de la noche y no había conseguido que fuese. Tocaron a la puerta, Björn se giró de un movimiento y dio la orden de que podían pasar, la puerta se abrió y era Ava. ―Ava. ―dijo Björn para sí mismo. ―Aquí estoy, señor Hoffmann. ―Björn se tensó, lo había tomado desprevenido un momento, al darse cuenta que ella lo estaba mirando con el ceño arrugado, se aclaró la garganta. ―Oh. Si, señorita Gray. ―Björn le hizo una seña de que tomara asiento en una de los sillones de la sala. ―Tengo que hacer un viaje a la ciudad mañana por la mañana, así que usted se quedará al frente de la oficina central. ―Ava abrió sus ojos mucho más de lo normal con mucha sorpresa. ― ¿Qué? ―balbuceó. ―Solo tengo una semana como su asistente, bueno, oficialmente no llego a la semana, además, solo me ha tenido revisando números y discrepancias, no
"―Dios mío, me he detenido por temor a no poderme controlar..."―las palabras de Björn hicieron eco en Ava, "¿Qué es lo que acababa de pasar?" ¿Se había besado con su jefe? ¿Desde cuándo Ava Elizabeth Gray hacía ese tipo de cosas? ¿No tenía ya con la experiencia del pasado?― ¿Ava?―susurró Björn al verla que se había tranquilizado y su mirada estaba fija contra su pecho, un dedo de él se posó en la barbilla de ella y la levantó lentamente, necesitaba verla. Sus miradas se cruzaron y no dijeron nada por un par de segundos. ― ¿Estás bien?―Sí. Es solo que esto no está bien, ―bajó sus manos que tenían aprisionando la tela de la camisa de él. ―No sé qué me ha pasado para responder de esa manera a ese beso, yo, ―lo miró fijamente, ―...yo no soy así. No soy de la
Ava llegó a su habitación sin darse cuenta que Yany y Alice estaban en la sala viendo televisión y estaban a unos momentos de cada quién regresar a su habitación a descansar.Ava estaba recargada su espalda contra la puerta, se llevó una mano a su pecho para sentir como su corazón latió a toda prisa, había deseado, se había excitado con ese beso tan hambriento de parte de su jefe, cerró sus ojos recreó los dos besos, se llevó la otra mano a sus labios y con la yema de estos, los acarició suavemente, abrió sus ojos, tomó aire bruscamente para soltarlo de la misma manera:―Necesito una ducha fría.Björn había hecho lo mismo, al despedir a su amigo se había metido bajo el agua fría con todo y ropa, cerró sus ojos mientras sus manos estaban con las palmas abiertas contra el azulejo, repasó
Ava se perdió por un momento en la mirada de Björn al escucharlo decir que los dos besos anteriores en su suite…no eran un error.Sus dedos jugaron nerviosamente con los botones de su blusa del pijama, usaba un pantalón a juego en un color rojo sangre y estaba descalza, se llevó un largo mechón detrás de la oreja por el nervio de tener a Björn frente a ella, en su habitación, en su privacidad.― ¿No son un error? ¿El qué el jefe y su empleada se besara no ha sido un error? ―quería aclararle a Björn lo que realmente eran.―Sé lo que intentas, Ava. ―dijo Björn en un tono bajo y acusador.―No intento nada, solo tiene que entender que no se debió cruzar la línea, no sé ni cómo he llegado a esta situación con usted. ―Björn alzó sus cejas.― ¿”Situación”? ―preguntó Bjö