Recuerdo que se hospedaba en el mismo hotel, en la primera planta, creo que es una buena idea darle las gracias en persona, y agradecerle el gesto de las flores.
Salgo de la habitación y voy al primer piso, a la derecha, toco tímidamente la puerta esperando a que sea la suya.
Un Chandler sonriente me abre la puerta y me invita a entrar, al entrar, cierra la puerta suavemente.
No he estado en una habitación con Chandler desde que éramos adolescentes, me está haciendo recordar momentos muy lejanos, pero muy tiernos al mismo tiempo, eso me atrae.
- Supongo que recibiste mis flores. - dice con una sonrisa pícara.
- ¡Los claveles! Son mis favoritos, no pensaba que te acordarías. - no sabía donde meter las manos.
- Por supuesto que me acuerdo, me acuerdo de todo lo que me has dicho, todos estos años he recordado cada detalle de ti, cada película, cada comida, todo. -
Los dos estamos en pie, cerca del otro, mirándose a los ojos, ninguno de los dos dice nada.
No voy a fingir que todavía no siento nada por él.
Me acerco decididamente a Chandler, agarrándolo por el pelo de su nuca y atrayéndolo más a mi, para darle un beso.
- Oh, no me esperaba eso, pero me ha gustado. - dice coqueto.
- Te he extrañado estos años. - digo en un suspiro.
Estamos tan absortos en nuestras miradas que no oímos abrirse la puerta de un golpe.
- ¿Qué demonios? - entra una chica rubia, gritando y enfurecida. - ¿Quién eres tú? - está gritando en medio de la habitación. - ¡Aleja tus manos de mi prometido! -
- Tu...¿Prometido? - estaba blanca como la leche, parecía que había visto un fantasma pasar delante de mi.
Herida y avergonzada, salgo corriendo, esquivando a la rubia.
- Leah, ¡Espera! Puedo explicarlo. - dice triste y nervioso.
- Claro, ¿Cómo explicas que tienes prometida? Supongo que son cosas que se olvidan con facilidad. - digo seca y con sarcasmo.
Estaba demasiado enfadada para tratar con él, me doy la vuelta para llamar al ascensor y perderlo de vista.
Pero siento a Chandler agarrar mi brazo fuertemente para no dejarme ir.
- Por favor Leah, tienes que dejarme explicar todo esto, te prometo que no es como lo has visto, quédate y te lo explico mucho mejor. -
- ¡Chandler! ¿Qué crees que estás haciendo? ¡Suéltala! -
Antes de que pudiera darme la vuelta para ver la procedencia de la nueva voz, un chico me quita el brazo de Chandler de encima y me separa de él.
- Cálmate Chandler, esto no es lo que eres, yo te conozco. - dice mientras lo agarra por cada lado de la cabeza para que lo mire directamente a los ojos.
Avergonzado, desaparece sin decir nada y vuelve a su habitación, cerrando con cuidado la puerta.
Es ahora cuando el chico se gira hacia mi y puedo ver su rostro por primera vez en mi vida.
- ¿Estás bien? Siento que hayas tenido que ver eso, él no es así, es un chico muy tranquilo y centrado en su trabajo. -
Al mirarlo más de cerca, me doy cuenta que es un chico realmente atractivo, ese acento inglés y esos ojos tan azules cristalinos, tiene el pelo rubio, y ondulado, algunas ondulaciones caían por su frente, dándole un toque desenfadado, su sonrisa era cálida, hogareña.
- No te preocupes, yo también lo conozco, tampoco había visto esta reacción nunca, pero gracias por todo. - estoy tan avergonzada que apenas puedo mirarlo a los ojos.
- Me alegro de haber estado en este momento, no creo que te hubiera hecho daño, pero esas maneras no son las correctas de tratar a nadie. -
Vaya, a parte de ser elegante y muy guapo, también está bien educado.
- Todos en algún momento hemos tenido malos momentos o encuentros que no han sido agradables, pero intenta que eso no te arruine tu noche, no vale la pena. - dice con una sonrisa.
El chico me mira a los ojos, sonríe y da una pequeña reverencia haciendo gesto que se va.
Con las manos puestas en su baja espalda, se marcha a paso tranquilo.
Emocionalmente agotada y un poco sobresaltada, subo al ascensor para ir a la segunda planta, no sé si quiero llorar, dormir, celebrar el desfile o hacer las tres cosas a la vez.
Cuando salgo del ascensor, me encuentro de cara con Rachel y David, que están discutiendo en medio del pasillo.
- No puedes aparecer así y cambiar mis planes. - dice Rachel completamente enfadada.
- Perdón por pensar que mi novia podría querer pasar estos días conmigo. -
¿Estos dos alguna vez han pasado una hora sin discutir? Desearía que Rachel lo dejara y se buscara algún chico mucho mejor, con metas en la vida y que pudiera tener una vida y una familia tranquila.
- ¡Volé desde Milán para estar contigo! -
- ¿Por qué? ¿Tu otra novia te dejó este fin de semana? - Rachel realmente esta desquiciada.
Todavía no me han visto, no me quiero meter entre ellos dos, pero para llegar a mi habitación tengo que pasar por delante de ellos, supongo que hacer la técnica de agachar la cabeza y pasar rápido será mi única opción.
- Leah, ahí estás. - exclama Rachel.
M****a, me han descubierto.
- ¿Crees que te pertenezco David? Pues no es así, así que ahora me voy a celebrar el gran desfile con mi mejor amiga. - dice mientras entrelaza mi brazo con el suyo.
- Cuántas veces tengo que decirte que... - Rachel no le ha dejado terminar.
- Ahórratelo, nos vamos de fiesta. -
Oh, de fiesta, que ilusión...
Entro a mi habitación para ponerme algo no tan vistoso como el vestido del desfile.
Encuentro un vestido corto, plateado y con escote, algo sencillo que me permita bailar y quitarme la pena que tengo dentro, aunque es agridulce, tengo que celebrar el desfile de hoy.
- ¡Pero chica, vas a encender el club con ese vestido! - dice Rachel mientras entra por la puerta de tu habitación.
Las dos nos vamos al club que está en la esquina del hotel, tiene pinta de tener buena música.
Al pagar nuestra entrada, los golpes de los bajos que emiten los altavoces nos golpea el pecho, y las luces de colores nos meten en una cueva oscura, perdiendo la noción del tiempo.
- Uf, David es insoportable, no lo aguanto más. - Rachel se sacude el cuerpo, como si se quisiera deshacer de las palabras de David.
- ¿Qué ha pasado? ¿Por que peleabais otra vez? - realmente no era una novedad, pero me daba curiosidad el motivo de la discusión, normalmente eran por temas absurdos.
- Fingió que quería sorprenderme, pero sé que solo me estaba controlando, se piensa que soy infiel, creo que ve unicornios donde no los hay. Me estoy cansando de sus celos, es demasiado controlador, pero ahora no quiero hablar de ese estúpido, quiero beber y bailar. - dice levantando un brazo para anunciar que la fiesta ha empezado para ella.
- Después del día que he tenido, suena perfecto, ¡basta de hombres por hoy! -
- Yo pago la primera ronda y luego te encargas de la segunda. - dice mientras pide dos margaritas.
Nos vamos a la pista de baile con nuestras bebidas en las manos, bailando y bebiendo de nuestra copa.
Perdemos la noción del tiempo, no sé si llevo una hora o tres horas sin parar de bailar, la música electrónica hace que no pueda parar de mover mi cuerpo, al compas de las movidas canciones.
Llega un momento que tanto bailar, he acabado mi bebida, y me apetece alguna otra cosa. Me giro a mirar a Rachel, pero ella todavía tiene su copa por la mitad.
Me salgo de la pista de baile y me voy al bar a pedirme algo.
Mientras espero a que un camarero me atienda, noto que alguien se acerca a mi.
- Te veías muy bien bailando en la pista de baile, ¿Puedo invitarte a una copa? -
- No, gracias, estoy aquí con... - dejo de buscar mi monedero y alzo la mirada para ver quién me está hablando.
Es el mismo chico que me había encontrado hace un rato, cuando Chandler me agarró del brazo.
- Oh, eres tú, que coincidencia volver a verte. - digo con una sonrisa.
- Cuando te vi bailar, no estaba seguro de si debía acercarme para bailar contigo o decirte algo. -
- Estoy avergonzada por lo que pasó hace unas horas, fue lamentable. -
- No es necesario que te disculpes, como muestra de que te perdono, déjame invitarte a una copa. -
- Claro, no hay problema. Mi madre me enseñó que es de mala educación rechazar un regalo. - digo riendo.
- Tu madre parece una mujer inteligente. - exclama el chico riendo.
- Perdón, pero yo venía con mi amiga, ella está... -
Me doy la vuelta para buscarla con la mirada y mostrarle que no voy sola, pero cuando la encuentro, está junto a David en otra discusión, cuando de repente se besan, y salen juntos del club, agarrados de la mano.
¡Qué estúpida! ¿Acaba de dejarme sola?
El chico se levanta del asiento y con un gesto de mano, me invita a la pista de baile con él.
Realmente no me había dado cuenta de lo definido que está su cuerpo hasta que le vi bien la espalda.
⚠️ Atención⚠️ Este capítulo contiene escenas explícitas y puede no ser del agrado de todos los públicos, puedes saltar la escena e ir más abajo si no te apetece leerla.⚠️⚠️Mientras bailábamos, no perdía el tiempo acercándose a mi, lo hace con ligereza y decididamente.Al rato, lo acompaño a su habitación de hotel.Estoy ebria y me cuesta un poco caminar con los tacones, intento no caerme de cabeza contra el enmoquetado suelo del hotel.Entro en su habitación y casi sin poder sostenerme, me siento en la cama.¿Estoy ebria? Sí, pero me siento tan feliz y despreocupada, que estoy segura de que floto entre las nubes.- Así que eres una diseñadora de moda. - dice tomando un trago de agua de la pequeña nevera de la habitación. - Eso debe ser emocionante, los desfiles, la dificultad de crear diseños impresionantes. -- Siempre ha sido mi sueño desde que tenía memoria, la verdad es que me encanta. -- Y has
Recogí todas mis cosas en un momento y nos encontramos todos en la entrada del hotel.Al salir de la habitación, desafortunadamente me vuelvo a encontrar con Rachel y David en el pasillo.- Rachel, muy amable de tu parte haberme abandonado ayer, y menos cuando ves que estoy hablando con alguien que no conocemos. - digo enfadada.- Oh, ¿De qué te quejas? Parece que te fue bien sin mí. Y parece que tu también tuviste una noche llena de placer, pude oírlo. -- No sabes de lo que estás hablado, es muy rastrero haberme dejado sola y desaparecer sin decir nada, no te costaba acercarte y decirme que te ibas, y yo valorar si me quiero quedar o irme contigo al hotel, eso no es de ser una buena amiga, me podría haber pasado algo malo Rachel. -- Honestamente odio el drama, David y yo nos vamos de aquí, ciao. - dice dándome la espalda y dejándome sola.Ya en el aeropuerto hicimos todos los trámites para volver a nuestro país.Ot
Salgo con las pruebas y me siento en mi escritorio, mirándolas fijamente.- Oye jefa, acabo de tener una idea interesante. - dice Catalina entrando en mi despacho, sin tocar a la puerta.Ella nota mi mirada en el rostro, se acerca a mi rápidamente.- ¿Va todo bien? - dice mientras se sienta delante del escritorio, en ese momento se da cuenta de las pruebas de embarazo positivas en mi mano.- Supongo que es una noticia inesperada. -- ¿Sabes que es lo que está mal? Ni siquiera sé el nombre del padre. - digo con los ojos llorosos.- ¿Qué vas a hacer? Quiero decir, ¿Te lo vas a quedar? -Antes de que pueda contestar, el teléfono del escritorio empieza a sonar.Catalina alarga el brazo para agarrarlo y contestar.- No lo hagas. - digo en un hilo de voz. - Deja que suene, no puedo hablar con nadie ahora mismo. -Después de unos segundos, el teléfono deja de sonar, y se conecta el contest
Al llegar a casa pienso en llamar a Chandler, para aceptar su jugosa oferta.Después de una hora más o menos, tengo la entrevista programada para el día siguiente.¡Londres allá voy!Compro un billete de avión económico para hoy mismo, y me aseguro de que Catalina vuelva a reservar el mismo hotel que la vez anterior.Hago mis maletas rápidamente con lo que puedo necesitar para unos días.Y en unas cuantas horas me encuentro subida en el avión, no tenía previsto irme hoy mismo a Londres, pero estoy segura que es mejor tomar estas decisiones en caliente.Al momento de bajar del avión me pongo a esperar mi maleta de color tan poco frecuente.Juro que si vuelven a perder mis maletas, voy a enloquecer, no puedo permitir volver a perder tanto tiempo.Mientras estaba inmersa en mis pensamientos delante de las cintas de equipaje, un apuesto extraño pasa junto a mi.Lleva una capucha negra q
- Intenta no parecer demasiado impresionada, a nuestro cliente no le gustan los mirones, y una advertencia, puede ser muy difícil de manejar. -Lewis me da un golpecito en el brazo y ves a una hermosa chica bajar por una de las escaleras.- Lewis, supongo que recibiste mis diseños, lo necesitaré para el fin de semana. - se acerca a nosotros con una elegancia que me deja desconcertada.- ¿Fin de semana? ¿Cómo es posible? - pregunto sorprendida.Tanto Lewis como la joven se giran para mirarme.- Por favor, no hables mientras me dirijo a Lewis. - dice con cara de asco y dándome la espalda.- Pero ella tiene razón, una semana no es suficiente tiempo para estos diseños con tantos detalles. - dice Lewis con calma.- ¡Anunciaré mi compromiso con el Príncipe de Inglaterra este fin de semana! Todo tiene que ser perfecto, y tendré ese vestido, si no lo tengo en el tiempo estipulado, tu casa de moda tendrá mucho que
Cuando recupero todos mis sentidos, abro mis ojos y me encuentro a Catalina mirándome fijamente a pocos centímetros de mi.- ¿Dónde estoy? - estoy tumbada en una cama, pero no es mi habitación.- Estás en mi habitación. - dice Aiden, a los pies de la cama.- ¿Estás bien? ¿Te sientes bien? ¿Necesitas ver un médico? - Catalina no deja de hacer preguntas que me aturden.- Me siento tan avergonzada, no puedo creer que me haya desmayado. -- Caíste muy fuerte, si hubiera grabado el momento, se volvería viral en pocas horas. -- Gracias Catalina, aprecio el apoyo. -- De hecho, debo agradecértelo, alejaste la atención de mí, bueno, casi. Victoria todavía me odia, y lo hará por siempre. - Aiden se acerca más a la cama.- Bueno, nos tomó a todos con la guardia baja. - dice Chandler apoyado en una esquina de la habitación.- Chandler, tú también estás aquí. - digo sorprendida.Ai
Ya en el trabajo, en la empresa del señor Dialise, me encuentro temblorosa por los acontecimientos de la noche anterior, ir a trabajar se siente como unas vacaciones relajantes.- ¿Se siente diferente? - pregunta Catalina mientras mira su tablet y comprueba unos papeles. - El estar embarazada me refiero. -- No, en realidad no. Solo lo típico, ya sabes, despertar con náuseas en medio de la noche o aprensión por algunos olores. -- Debe ser una sensación increíble, sentir a un bebé crecer dentro de ti, ¿Crees que será niño o niña? -- ¡Quiero un niño! Especialmente porque su padre va a ser el futuro Rey. - es solo recordar eso, y mis mejillas se encienden.- Sí, eso es cierto, ¡Qué locura! ¡Estás llevando al futuro Rey! -- Casi no se siente real, pero pronto lo será. - una pequeña sonrisita tonta se me escapa de los labios.- Y no quiero seguir siendo una molestia, pero, ¿Ya has ido al médico? - pregunta r
¡Papá, Nidia! Chandler no es el padre. - lo digo con toda la tranquilidad que me permite la situación.- ¿El qué? ¿De qué estás hablando? - pobre Chandler, él no sabe que estoy embarazada todavía.- ¿No es él? Entonces, ¿Quién diablos es él? - mi padre empieza a perder la poca paciencia que le queda.Pero no puedo decirles la verdad, no me creerán si les digo que el bebé es del Príncipe de Inglaterra.Y mucho menos que pasó en una noche de borrachera después del desfile que me catapultaría hacia la fama.- Charles, Nidia. Hoy todos hemos tenido un largo día. Déjame llevarte a vuestro hotel en mi coche. - replica Catalina con una sonrisa.- Pero si acabamos de llegar... -- Está bien, papá. Te veré mañana. - digo levantándome para que quede claro que la velada ha terminado.Le doy a Catalina una mirada de gratitud y ella me guiña el ojo mientras me sonríe.Mi padre y Nidia se despiden de mi y si