CAPÍTULO 42. CULPA, AMOR Y TEMOR.

Adara suspiró estando en la cama abrazada por Abner, ahora sentía que había un contrato invisible entre ellos que no podía romperse, estaba más que segura que no podría entregarle su cuerpo a ninguna otra persona que no fuera él, se necesitaba confianza, conocimiento el uno del otro, saber que sería cuidada amada y respetada, para estar en intimidad con alguien, solo Abner podía cumplir ese requisito, ya que solo él había sido escogido como su esposo, en el inicio solo por eso ella podía permitirle a él tales cosas, porque conocía su forma de pensar, su vida familiar, su educación y la forma en cómo concebía el matrimonio, ahora también tiene sentimientos por él y entiende lo complejo de su unión.

Al pensar en eso se sintió culpable por lo que había hecho más temprano arrojando a su madre a los brazos de Asaf, que aunque en el pasado la había amado, ahora era un hombre casado, había una mujer que le esperaba en casa, Belén quién ha sido amable con Ada