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CHOQUE DE VOLUNTADES. La luz de la mañana se filtraba a través de los árboles, tiñendo el claro con tonos dorados. Lorenzo se detuvo, su figura imponente recortada contra el cielo crepuscular. La espera había terminado; después de siete largos años, estaba a punto de reencontrarse con Serafina. Aunque sabía que ella estaba viva, el saber y el ver eran dos realidades distintas. Cuando sus ojos finalmente se posaron sobre ella, un torrente de emociones la golpeó con la fuerza de una tormenta desatada. La primera y más poderosa fue el asombro, no por su presencia, sino por la oleada de alivio que lo inundó al verla. Era un alivio que había negado en la soledad de su ser, donde incluso su lobo interior se había rehusado a aceptar su pérdida. Serafina lo miró con frialdad, sin embargo, tan fiera y hermosa como la recordaba, quizás incluso más, su ropa de combate abrazaba cada curva, una segunda piel que no dejaba nada a la imaginación. La tela ajustada, permitía la libertad de movimient
CHOQUE DE VOLUNTADES (II) Serafina y Lorenzo se colocaron en lados opuestos del área designada para el enfrentamiento, sus miradas chispeantes reflejando el fuego interior que ardía en sus corazones. La tensión era palpable, como una tormenta a punto de estallar. El líder continuó con solemnidad. ―Este combate decidirá no sólo el destino de sus manadas, sino también la validez de sus reclamaciones y la naturaleza de su conexión. Que la Luna guíe sus movimientos y que la justicia prevalezca. Con un gesto majestuoso, indicó el inicio del enfrentamiento. En ese momento, los dos Alfas se lanzaron hacia el centro, listos para entrelazar destinos en el fragor de la lucha. La multitud observaba en silencio, consciente de que lo que sucedía en ese círculo definiría el rumbo de las manadas y pondría a prueba la antigua sabiduría de las tradiciones. Las emociones en juego eran tan intensas que el destino de Serafina y Lorenzo pendía de un hilo en la balanza de la batalla ritual. Serafina a
MI MANADA YA TIENE UN HEREDERO. La arena resonaba con los impactos secos de los golpes de Serafina. Lorenzo, sorprendido, se levantó, permitiendo que ella saliera debajo de él. Una serie de golpes se dirigieron hacia su estómago, haciendo que el Alfa se tambaleara hacia atrás y finalmente cayera al suelo. Serafina, impulsada por la frustración y el dolor del pasado, subió sobre él, liberando una ráfaga de golpes sin piedad. Cada puñetazo era una liberación de su rabia acumulada, una forma de desahogar el sufrimiento que había llevado consigo durante demasiado tiempo. Lorenzo, en lugar de defenderse, simplemente la miro. En los ojos de Serafina él percibió la tristeza y el dolor. A medida que los golpes se incrementaban, las lágrimas brotaron de los ojos de Serafina mientras seguía golpeando. El dolor, la ira y la tristeza se mezclaban en un torbellino de emociones. Finalmente, se detuvo. Se levantó, se limpió las mejillas con rabia contenida y observó a Lorenzo tendido en el suel
UNA EXTRAÑA CRIATURA. La sala de reuniones de la manada Shadow estaba impregnada de tensión mientras Lorenzo, acompañado de Zade y otros lobos leales, discutía las acusaciones en su contra. ―Necesitamos pruebas sólidas para desmentir estas acusaciones. Testigos, registros de movimiento, cualquier cosa que respalde nuestra versión. ―Estamos trabajando en eso, Alfa. ―dijo Zade ― Pero la manipulación de la información es evidente. Alguien quiere vernos enfrentados a Sigmur. Lorenzo asintió, su expresión seria reflejaba la determinación de limpiar su nombre. Cuando todos se habían ido, Zade se acercó con cautela. La tensión era palpable, y la sospecha pesaba sobre la manada. ―¿Sospechas de alguien en particular respecto a las acusaciones y ataques? Lorenzo, con la mirada fija en la distancia, respondió con seriedad. ―Hay sombras entre nosotros, Zade. Alguien conspira para debilitarnos. Pero aún no tengo nombres. El Beta intrigado continuó. ―Si descubres quién está detrás de esto,
LA REVELACIÓN OCULTA.—Mi alfa ha llegado esta carta para usted.—el guerrero le entrego el sobre sin remitente. —¿Viste quién lo trajo? No tiene remitente.—No, mi señor, apareció en la puerta de mi cabaña, y tenía su nombre.Las cejas de Lorenzo se crisparon, la entrada a la manada Shadow era limitada y nadie entraba o salía sin su autorización, lo que quería decir que quien envío la carta estaba allí mismo.—Puedes irte, Nick.Cuando estuvo solo miro el sobre que no tenía ni siquiera una letra, lo olió para asegurarse de que no estuviera envenenado con acónito, pero todo parecía estar normal. Así que la abrió, y leyó, lo que decía hizo que su corazón se acelerara.—¿Qué demonios…? La carta anónima que Lorenzo recibió contenía pistas intrigantes sobre los conspiradores que tramaban en su contra. Así que sin esperar más reunió a los miembros más confiables de la manada, para compartir la noticia y descifrar las pistas.En la sala de reuniones, la tensión era palpable. Los lobos int
LA ENCRUCIJADA DEL CORAZÓN. Serafina se encontraba nerviosa y llena de emociones encontradas mientras se preparaba para compartir la verdad con Alessio sobre su padre biológico. Con el corazón en la mano, decidió abrirse por completo y contarle la verdad que había ocultado durante tanto tiempo. ―Sí, Alessio ―dijo con voz temblorosa ―El hombre de las iniciales es tu padre biológico. Las palabras salieron con un peso abrumador, y Serafina pudo ver cómo los ojos del pequeño Alessio se llenaban de sorpresa y confusión. Sin embargo, las emociones se agolparon en el corazón del niño al escuchar la revelación. La alegría inicial se mezcló rápidamente con una profunda decepción al recordar las palabras de su madre, quien le había dicho que su padre no los merecía. El peso de esa decepción se reflejó en su mirada y Serafina sintió un nudo en el estómago al verlo. En ese preciso momento se encontraba en una encrucijada difícil. No quería revelar todas las cosas horribles que Lorenzo había h
YA TENGO UN PADRE AHORA. Sin embargo, Lorenzo no había llegado muy bien, cuando una mala noticia lo esperaba. Un lobo mensajero entró, portando noticias tan pesadas como la oscuridad de la noche. —Mi alfa, ha traigo noticias de la manada Sol. —Es Serafina, ¿le pasó algo? —preguntó Lorenzo con evidente ansiedad, dio un paso hacia el guerrero. —No, mi señor. Sin embargo, sucedió algo dentro de sus tierras. ―Bien, habla de una vez. ―El hijo de unos miembros de la manada fue asesinado, el cachorro tendría algunos siete u ocho años. —¿Qué demonios…? —murmuró para sí mismo mientras escuchaba las impactantes revelaciones. ―Pero eso no es todo, mi señor. El pequeño fue brutalmente asesinado, sus órganos… ―el lobo bajó la cabeza, estaba igual de impresionado que Lorenzo ―… desaparecieron. El shock se apoderó de la sala de reuniones cuando el guerrero compartió la devastadora noticia con su manada. —¡Esto no puede ser verdad! —exclamó Zade, su rostro reflejando incredulidad y furia. —
MAGIA OSCURA. La sala del consejo de Alfas resonaba con la impaciencia de Serafina, quien esperaba a Lorenzo con creciente irritación. Finalmente, llegó un guerrero, jadeante y con la ansiedad pintada en su rostro. —Lo siento, mi señora, tuve algunos inconvenientes para llegar. Serafina lo escrutó y, al no ver a Lorenzo detrás de él, frunció el ceño. — ¿Dónde está tu Alfa? —preguntó con impaciencia. El lobo se rascó la cabeza, incómodo ante la tarea de ser portador de malas noticias. —Mi señora, mi Alfa, pide disculpas, pero mencionó que tiene otros asuntos más importantes que atender que... Serafina, ya insatisfecha, lo interrumpió, exigiendo la verdad. ―¿Qué? ¡Dilo ya! El lobo inhaló profundamente antes de soltar la información con brusquedad. —El Alfa dijo que tiene otros asuntos que considera más importantes y que no vendrá aquí a escuchar sus pataletas. Los ojos de Serafina se abrieron con asombro, y una ceja se alzó en incredulidad. —¿Eso dijo? —Sí, mi señora —respon