El día transcurrió, Sandy sale de la escuela primaria rápido y va a su casa,al llegar deja los libros en una mesa, se coloca un delantal y empieza a hacer la cena.
Recuerda que a Santiago le gusta la comida suave sin picante o mucho condimentos, prepara una carne al horno con ensalada, mira su refrigerador y hace nota mental para comprar víveres, ya que solo compra para una persona. A las seis y media llega Santiago a la villa estaciona su auto y ve a Sandy regando las plantas, recuerda cuando iba de paseo a la casa de campo de sus abuelos y la veía siempre tan linda, delicada, con esa sonrisa encantadora, sus abuelos adoraban a Sandy, su padre la quería como una hermana pequeña, solo su madre y hermana no la querían y le hacían la vida imposible. Recuerda el último año que fue de paseo tenía 15 años y fue ese día que le dio un beso en los labios, el rostro de Sandy estaba rojo y él reía por eso. Al regresar a la ciudad y por la insistencia de su madre, hermana y amigos, se convirtió en el novio de Mina Pirs una hermosa rubia de buena familia. Al cumplir veinticuatro años sus abuelos insistieron en su boda con Sandy, él aceptó y la dejo en la villa, siguió su vida como si nada, ya que nadie sabe de esa boda solo su familia y su asistente Lucas. A su padre no le agrada la actitud de su hijo y se lo ha hecho saber en varias ocasiones, pero su madre siempre sale a favor de Mina y para no discutir, su padre no dice nada. Sandy entra a la casa y minutos después lo hace Santiago. — hola, ¿cómo te fue hoy?,--- pregunta Sandy — bien, como siempre, — Santiago no entiende porque fue a la villa. — ponte cómodo iré a terminar la cena, – dice Sandy Santiago mira a su alrededor, Sandy vive de manera sencilla, el piano frente a la ventana que da a el jardín, todo es muy sencillo, y acogedor, se quita el saco y su corbata. — está la cena pronta,--- dice Sandy Ambos van al comedor, Sandy sirve la cena, bajo la atenta mirada de Santiago. – gracias, – dice Santiago Sandy lo mira, — espero te guste, — La cena fue en silencio como el desayuno, solo se escucha el ruido de los cubiertos, al terminar Sandy limpia todo, busca con la mirada y no ve a Santiago. Mientras que en la habitación Santiago recorre con la mirada, las paredes pintadas de rosa pálido, la cama matrimonial perfectamente armada, el placard al abrirlo es grande, pero Sandy tiene poca ropa lo que hay ahí es muy sencillo, va al baño todo en perfecto orden se ducha y se mete a la cama. Sandy sube a la habitación al entrar ve a Santiago leyendo en su teléfono, este no la mira, ella va al baño se ducha y sale con un camisón rosa. A Santiago le causa gracia ese camisón hasta la rodilla con diseño de gatos, su pelo aún está húmedo, se levanta, toma la toalla y ayuda a secar su cabello, con delicadeza, Sandy está roja, ella no está acostumbrada a ser atendida. Al ver su rostro Santiago le agrada sus mejillas rojas, se acerca a su cuello y deja un suave beso, Sandy se tensa y de un momento a otro esta sentada en las piernas de Santiago, que besa sus labios y acariciaba su cuerpo sobre el camisón que desaparece rápidamente, quedando expuesta a él. Santiago besa y acaricia a Sandy con deseo, ella se deja llevar por sus sentimientos, porque no puede negar que desde niña ama a Santiago tanto, y recuerda su primer beso, pero después ya no regreso a la casa de campo, solo lo volvió a ver para la boda y de eso ha pasado tres años. Acostados en la cama Santiago no puede dormir mirando la belleza de Sandy, lo delicado y suave que es su cuerpo y como se entrega a él con pasión y deseo. Al despertar Sandy se encuentra sola se baña y baja a la cocina, pero Santiago no está, desayuna y sale como todas las mañanas a la escuela primaria, da sus clases y de ahí a la academia, ese día tiene clases y no puede faltar. Mientras tanto Santiago regresa a la villa tiene una valija en manos al entrar no hay nadie, sube a su habitación y deja su ropa en el placard. Las horas pasan y nada de Sandy, eso lo impacienta, cuando ve la puerta abrirse. Santiago la ve entrar con una mochila y bolsas del supermercado. — Sandy, estaba preocupado, — dice Santiago — fui a mi trabajo y de ahí a la academia,--- responde Sandy Santiago la ayuda con las bolsas, — me hubieras llamado iría por ti,--- — no tengo teléfono, — responde Sandy — cómo te comunicas con tus amigas, — pregunta Santiago – amigas no tengo y los abuelos me llaman al teléfono de la casa,--- responde Sandy restando importancia — te comprare un teléfono, ahora ve a cambiarte, yo cocinó, — responde Santiago Sandy sube y se cambia por algo cómodo, aunque duda que Santiago sepa cocinar, al bajar se puede sentir el olor a quemado. — esta pronta la cena, — dice Santiago que sirve los platos. Mira a Sandy que prueba la comida. — mmm está, está rico,--- dice Sandy El rostro de Santiago contento prueba su comida y la escupe, – esta horrible,--- Sandy se ríe mientras lleva nuevamente el tenedor a su boca. — no comas eso ordenamos pizza,--- dice Santiago, toma su teléfono y ordena una pizza grande. Sandy recoge la mesa, está limpiando en la cocina, Santiago estaba con su teléfono en mano, le envió un mensaje a su asistente. En caso de emergencia llama al número de línea de mi villa. Lucas esboza una sonrisa, era hora de que su jefe valorará a su esposa. El viernes los amigos de Santiago están en el Club nocturno que van a bailar. – ¿alguno ha visto a Santiago?,-- pregunta Peter — no, desde hace días,--- responde Ricardo — la última vez que lo vi fue el lunes, después de esa borrachera, — dice Benjamín — si, su padre debe estar enojado, pronto vendrá,--- dice PeterSantiago estaba en la sala con Sandy comiendo pizza, ambos sentados en la alfombra, disfrutan mientras hablan de su día, él no puede evitar sonreír al ver a Sandy, es tan bella, la acerca a él y estampa un beso en sus labios, pronto ambos están desnudos en esa alfombra donde Santiago disfruta de su hermosa esposa. Están acostados en la alfombra, Santiago acaricia su cuerpo, besó su hombro, le encanta todo de Sandy. — Sandy, voy a contratar una empleada que te ayude en las tareas,--- dice Santiago — solo una,-- dice Sandy— solo una, obedeceré sus órdenes mi señora,--- dice Santiago A Sandy le gusta esa faceta de Santiago y le gusta estar con él, no quiere preguntar nada y si es un sueño no quiere despertar, ama a ese tonto hombre. El fin de semana la pareja disfrutaba haciendo tareas juntos, en las tardes a Santiago le gusta escuchar la música del piano, sin duda Sandy toca excelente, los amigos de Santiago lo habían llamado, pero él no aparece ni contesta sus llamadas eso lla
La camioneta llega a su destino en la ciudad vecina, Sandy había despertado, tiene miedo y un escalofrío recorre su cuerpo, su cabeza aún sangra un poco, cierra sus ojos para simular que aún está inconsciente. --- Vamos dejemosla acá, nadie viene por estas zonas, --- dicel hombre veterano --- si, es lo mejor no quiero matar a una belleza,--- dice el más joven. Los hombres dejan a Sandy atada de pies y manos, su boca cubierta con cinta, el camino es desolado, a medida que pasan las horas se siente débil su cuerpo tiembla, sin que pueda hacer nada. En su mente sólo un pensamiento ese era su final, pero porque jamás le hizo mal a nadie, sus lágrimas salen sin su permiso, sus ojos poco a poco van cerrándose, cuando le pareció escuchar un grito. --- Julio, ven corre!!!,--- grita una mujer Sandy, ya no los puede ver solo siente cuando su cuerpo es levantado por unos brazos, parece flotar en el aire y una brisa llega a su rostro. La pareja todos los días recorre ese camin
Al llegar a la villa, Santiago ve un patrullero de la policía estacionado afuera de su casa, su corazón late desesperado, baja del auto y entra a la casa. --¡Sandy!,-- grita Santiago -- señor, ¿usted quién es?,-- pregunta un oficial de policía -- soy el dueño, mi esposa donde está,¡ Sandy!,-- vuelve a gritar Santiago -- señor calmese, -- dice el oficial Santiago ve a Teresa y va donde esta,-- Teresa, ¿ dónde está Sandy?,--- --- señor,--- llora Teresa Santiago esta como loco, sube las escaleras gritando, --- Sandy!,-- al llegar a la habitación sus ojos se posan en la sangre que hay la cama y suelo, toda la habitación desordenada, una voz lo vuelve a la realidad. -- señor, ¿ quién es usted?,--- pregunta el detective a cargo --- Santiago Lombardo, esposo de Sandy, ¿ dónde está mi esposa?,--- dice Santiago -- señor bajemos,-- dice el detective que baja a la planta baja junto con Santiago. Al llegar a la planta baja, Santiago mira a su alrededor dándose cuenta que hay o
Al llegar a la ciudad, Néstor y Camil Lombardo se dirigieron a la casa de su hijo. Al entrar, encontraron a su nuera María, su hija Lucrecia y Mina, todas absortas mirando revistas de bodas. La escena enfureció a Néstor, quien no podía dejar de pensar en Sandy y en cómo debía estar sufriendo. Mientras tanto, estas mujeres parecían indiferentes al dolor ajeno, sumergidas en sus propios sueños y planes. ---¿que significa esto?,--- pregunta con enojo Néstor --- suegro, estamos planeando la boda de Santiago y Mina, tiene que ser antes de que se le note el embarazo, --- responde Maria --- son unas descaradas, Santiago ya esta casado,--- dice Camil Mina mira a los mayores con desprecio, ellos siempre se han estado en contra de que se casara con Santiago. --- suegra le tengo noticias, Santiago se divorcio de Sandy, es un hombre libre,--- dice Maria con una sonrisa en su rostro --- abuelos tienen que entender Sandy es una muerta de hambre, ¿como puede ser la joven señora Lombar
María siempre había soñado con dejar atrás su vida en el pequeño pueblo donde creció. Hija de un matrimonio de clase media, vivía cerca de la imponente casa de campo de los Lombardo. Cuando conoció a Javier, un joven apuesto y de buena familia, decidió usar su encanto para ganarse su amor y asegurar un futuro mejor. Con su belleza y determinación, María logró conquistar a Javier, y pronto se casaron. Los padres de Javier, aunque inicialmente reticentes, aceptaron la unión al saber que María estaba embarazada. Así, María dejó atrás su pasado y comenzó una nueva vida, llena de promesas que Javier le había hecho. Una mezcla de emociones al dejar su pasado atrás. Por un lado, sentía una gran liberación y esperanza al comenzar una nueva vida con Javier, lejos de las limitaciones de su infancia. Sin embargo, también había una sombra de incertidumbre y nostalgia por lo que dejaba atrás. Aunque estaba decidida a construir un futuro brillante, no podía evitar preguntarse si realmente podría
Santiago no había podido dormir en toda la noche, su angustia era inmensa. El detective no tenía ninguna pista sobre el secuestro de Sandy, salvo que la doméstica había estado informando a su madre sobre los movimientos en la villa, convirtiéndose en la principal sospechosa de la desaparición de su esposa. El constante sonido de su teléfono lo tenía aturdido; Mina lo había estado llamando sin cesar, pero Santiago no tenía fuerzas para responder. Su mente estaba completamente enfocada en encontrar a Sandy y asegurarse de que estuviera a salvo, especialmente ahora que sabía que ella llevaba a su hijo. La desesperación y la impotencia lo consumían, mientras buscaba una manera de resolver esta pesadilla. La impotencia de no poder hacer nada para proteger a su familia lo consumía. Santiago se sentía responsable por no haber podido evitar el secuestro y por no haber estado allí para Sandy cuando más lo necesitaba. La constante preocupación por el bienestar de Sandy y su hijo lo mantenía e
Tres años han pasado desde su boda Sandy no había vuelto a ver a Santiago, solo deposita una mensualidad en su cuenta. Esa noche una gran lluvia torrencial azotaba la ciudad, el sonido de las gotas golpeando el techo era casi hipnótico. Sandy, estaba acurrucada en su cama, envuelta en una manta cálida. La puerta se abrió de golpe y su esposo, con el aliento cargado de alcohol, entró tambaleándose. Era la primera vez que lo veía así, y su corazón se llenó de una mezcla de miedo y tristeza. Él se dejó caer en la cama a su lado, murmurando palabras incoherentes. Sandy lo observó en silencio, sintiendo cómo la lluvia afuera reflejaba la tormenta que ahora se desataba en su interior. Las manos de Santiago empezaron a recorrer su cuerpo, con gran destreza, Sandy lo aparto, Santiago la toma con un brazo atrayéndola hacia él, mira sus ojos bellos y soñadores, sus labios perfectos. La besa con gran destreza, Sandy al principio no corresponde, pero poco a poco sede, correspondiendo a su beso