Tres años han pasado desde su boda Sandy no había vuelto a ver a Santiago, solo deposita una mensualidad en su cuenta.
Esa noche una gran lluvia torrencial azotaba la ciudad, el sonido de las gotas golpeando el techo era casi hipnótico. Sandy, estaba acurrucada en su cama, envuelta en una manta cálida. La puerta se abrió de golpe y su esposo, con el aliento cargado de alcohol, entró tambaleándose. Era la primera vez que lo veía así, y su corazón se llenó de una mezcla de miedo y tristeza. Él se dejó caer en la cama a su lado, murmurando palabras incoherentes. Sandy lo observó en silencio, sintiendo cómo la lluvia afuera reflejaba la tormenta que ahora se desataba en su interior. Las manos de Santiago empezaron a recorrer su cuerpo, con gran destreza, Sandy lo aparto, Santiago la toma con un brazo atrayéndola hacia él, mira sus ojos bellos y soñadores, sus labios perfectos. La besa con gran destreza, Sandy al principio no corresponde, pero poco a poco sede, correspondiendo a su beso torpemente, la mano de Santiago se desliza levantando su vestido la suave piel de la joven le gusta. Besa su cuello mientras deja pequeñas mordidas, muerde el lóbulo de su oreja y un tímido gemido sale de Sandy, en cuestión de minutos ambos están desnudos, Santiago besa cada centímetro del cuerpo de Sandy. Se posiciona sobre ella con cuidado, sin aplastarla sus ojos hacen contacto esos ojos grises que tanto le gustan a Sandy ve como refleja sus ojos avellanas, Sandy siente dolor y Santiago se mueve lentamente mirando esos hermosos ojos avellanas, sus movimientos empiezan a aumentar, sus cuerpos sudorosos y los besos dan paso a una oleada de jadeos y gemidos en la habitación. Mientras que afuera la gran tormenta, cómplice de los jóvenes amantes a su entrega, el sonido del agua es música en la oscuridad de la noche. La pareja llega a su clímax donde Santiago besa desesperado a Sandy, dejando por un instante sus cuerpos unidos, acaricia su cabello negro tan suave. La abraza y así se quedan ambos dormidos, los primeros rayos de sol entran por la ventana de la habitación, la gran tormenta se había ido dando paso a un hermoso día soleado. Santiago abre sus ojos parpadea para adaptarse a luz, mira y no reconoce la habitación, gira su cabeza y ve el rostro angelical de Sandy, la observa y a su memoria llegan recuerdos de la apasionada noche. Se levanta sin despertar a Sandy, sus ojos se posan en la mancha roja que hay en las blancas sábanas, suspira y va a la ducha, abre las llaves y entra a la regadera se maldice asi mismo por haber quitado la pureza de Sandy. Al salir del baño Santiago ve a Sandy despierta y su rostro rojo como un tomate, le agrada su timidez. — Sandy, yo no se que pasó anoche, – dice Santiago Sandy lo mira y Santiago se da cuenta de su desconcierto. — Sandy, estaba borracho y no se porque vine hasta acá, quiero disculparme contigo por lo sucedido, yo me iré a la empresa, — dice Santiago Sandy lo mira, cierra sus ojos por un momento, respira profundo, – espera te haré el desayuno, – Santiago no dice nada solo asiente con su cabeza y sale de la habitación rumbo al comedor, no ve ningún empleado en la villa. Minutos después baja Sandy su cabello húmedo y un lindo vestido rosa pálido que resalta su bella figura. Sandy va a la cocina y prepara el desayuno, lo lleva al comedor donde Santiago lee unos correos en su celular. — ¿no tienes empleados?,-- pregunta Santiago — no los necesito, soy yo sola no es difícil mantener el orden, — responde Sandy, sirviendo el desayuno para los dos. Santiago desayuna en silencio mira de reojo a Sandy que esta en silencio, — si no te molesta vendré en la noche, — — bien haré cena para dos,--- responde Sandy Santiago se levanta de la mesa y sale de la villa, puede ver unas hermosas plantas perfectamente cuidadas, mira hacia la casa, es linda y grande, jamás había ido, solo la vez que dejó a Sandy ahí. Conduce hasta la empresa, la villa no queda tan lejos lo que hace que llegue rápido, esa mañana su cabeza estaba en Sandy y en que haría ella ahí sola todo el día. — Lucas ven a mi oficina, — Santiago llama a su asistente personal – si, señor Lombardo,--- dice Lucas — averigua todo sobre mi esposa, lo quiero rápido, — dice Santiago, mientras trabaja en su computadora. — enseguida señor,-- responde Lucas y sale de la oficina. Veinte minutos después llama a la puerta y entra con una carpeta en sus manos. — ¿ que has averiguado?,-- pregunta Santiago, tirando su espalda en el respaldo de su silla. — la señora Sandy Lombardo, asiste a clases de cocina en la academia xxx xxx, por las tardes, en la mañana da clases en una escuela primaria de música y dibujo, con ese salario paga la matrícula de la escuela de cocina, sus gastos personales,--- Lucas es interrumpido por Santiago —¿ cómo dices?, todo el tiempo me llegan notificaciones de la tarjeta bancaria que le di, para sus gastos y se da la buena vida, — dice Santiago, confundido — Sobre eso, la señora no usa la tarjeta , es su hermana Lucrecia quien tiene la tarjeta, — responde Lucas. Santiago se masajea el puente de su nariz, — ¿ qué más?,--- – la señora es la mejor estudiante de su clase, y está en su último año, pronto tendrá que hacer sus prácticas,--- responde Lucas — gracias Lucas, — dice Santiago Lucas sale de su oficina, tiene curiosidad por que su jefe se interesa en su esposa después de tres años. En su oficina Santiago camina al gran ventanal, — cuantas cosas no se dé ti pequeña, — Santiago esta desconcertado con Sandy, la atracción que siente por ella y la investigación de su asistente personal, no puede entender porqué decidió trabajar y no usar el dinero de su mensualidad, porque no le informó que su hermana tomó el dinero.El día transcurrió, Sandy sale de la escuela primaria rápido y va a su casa,al llegar deja los libros en una mesa, se coloca un delantal y empieza a hacer la cena. Recuerda que a Santiago le gusta la comida suave sin picante o mucho condimentos, prepara una carne al horno con ensalada, mira su refrigerador y hace nota mental para comprar víveres, ya que solo compra para una persona. A las seis y media llega Santiago a la villa estaciona su auto y ve a Sandy regando las plantas, recuerda cuando iba de paseo a la casa de campo de sus abuelos y la veía siempre tan linda, delicada, con esa sonrisa encantadora, sus abuelos adoraban a Sandy, su padre la quería como una hermana pequeña, solo su madre y hermana no la querían y le hacían la vida imposible. Recuerda el último año que fue de paseo tenía 15 años y fue ese día que le dio un beso en los labios, el rostro de Sandy estaba rojo y él reía por eso. Al regresar a la ciudad y por la insistencia de su madre, hermana y amigos, se co
Santiago estaba en la sala con Sandy comiendo pizza, ambos sentados en la alfombra, disfrutan mientras hablan de su día, él no puede evitar sonreír al ver a Sandy, es tan bella, la acerca a él y estampa un beso en sus labios, pronto ambos están desnudos en esa alfombra donde Santiago disfruta de su hermosa esposa. Están acostados en la alfombra, Santiago acaricia su cuerpo, besó su hombro, le encanta todo de Sandy. — Sandy, voy a contratar una empleada que te ayude en las tareas,--- dice Santiago — solo una,-- dice Sandy— solo una, obedeceré sus órdenes mi señora,--- dice Santiago A Sandy le gusta esa faceta de Santiago y le gusta estar con él, no quiere preguntar nada y si es un sueño no quiere despertar, ama a ese tonto hombre. El fin de semana la pareja disfrutaba haciendo tareas juntos, en las tardes a Santiago le gusta escuchar la música del piano, sin duda Sandy toca excelente, los amigos de Santiago lo habían llamado, pero él no aparece ni contesta sus llamadas eso lla
La camioneta llega a su destino en la ciudad vecina, Sandy había despertado, tiene miedo y un escalofrío recorre su cuerpo, su cabeza aún sangra un poco, cierra sus ojos para simular que aún está inconsciente. --- Vamos dejemosla acá, nadie viene por estas zonas, --- dicel hombre veterano --- si, es lo mejor no quiero matar a una belleza,--- dice el más joven. Los hombres dejan a Sandy atada de pies y manos, su boca cubierta con cinta, el camino es desolado, a medida que pasan las horas se siente débil su cuerpo tiembla, sin que pueda hacer nada. En su mente sólo un pensamiento ese era su final, pero porque jamás le hizo mal a nadie, sus lágrimas salen sin su permiso, sus ojos poco a poco van cerrándose, cuando le pareció escuchar un grito. --- Julio, ven corre!!!,--- grita una mujer Sandy, ya no los puede ver solo siente cuando su cuerpo es levantado por unos brazos, parece flotar en el aire y una brisa llega a su rostro. La pareja todos los días recorre ese camin
Al llegar a la villa, Santiago ve un patrullero de la policía estacionado afuera de su casa, su corazón late desesperado, baja del auto y entra a la casa. --¡Sandy!,-- grita Santiago -- señor, ¿usted quién es?,-- pregunta un oficial de policía -- soy el dueño, mi esposa donde está,¡ Sandy!,-- vuelve a gritar Santiago -- señor calmese, -- dice el oficial Santiago ve a Teresa y va donde esta,-- Teresa, ¿ dónde está Sandy?,--- --- señor,--- llora Teresa Santiago esta como loco, sube las escaleras gritando, --- Sandy!,-- al llegar a la habitación sus ojos se posan en la sangre que hay la cama y suelo, toda la habitación desordenada, una voz lo vuelve a la realidad. -- señor, ¿ quién es usted?,--- pregunta el detective a cargo --- Santiago Lombardo, esposo de Sandy, ¿ dónde está mi esposa?,--- dice Santiago -- señor bajemos,-- dice el detective que baja a la planta baja junto con Santiago. Al llegar a la planta baja, Santiago mira a su alrededor dándose cuenta que hay o
Al llegar a la ciudad, Néstor y Camil Lombardo se dirigieron a la casa de su hijo. Al entrar, encontraron a su nuera María, su hija Lucrecia y Mina, todas absortas mirando revistas de bodas. La escena enfureció a Néstor, quien no podía dejar de pensar en Sandy y en cómo debía estar sufriendo. Mientras tanto, estas mujeres parecían indiferentes al dolor ajeno, sumergidas en sus propios sueños y planes. ---¿que significa esto?,--- pregunta con enojo Néstor --- suegro, estamos planeando la boda de Santiago y Mina, tiene que ser antes de que se le note el embarazo, --- responde Maria --- son unas descaradas, Santiago ya esta casado,--- dice Camil Mina mira a los mayores con desprecio, ellos siempre se han estado en contra de que se casara con Santiago. --- suegra le tengo noticias, Santiago se divorcio de Sandy, es un hombre libre,--- dice Maria con una sonrisa en su rostro --- abuelos tienen que entender Sandy es una muerta de hambre, ¿como puede ser la joven señora Lombar
María siempre había soñado con dejar atrás su vida en el pequeño pueblo donde creció. Hija de un matrimonio de clase media, vivía cerca de la imponente casa de campo de los Lombardo. Cuando conoció a Javier, un joven apuesto y de buena familia, decidió usar su encanto para ganarse su amor y asegurar un futuro mejor. Con su belleza y determinación, María logró conquistar a Javier, y pronto se casaron. Los padres de Javier, aunque inicialmente reticentes, aceptaron la unión al saber que María estaba embarazada. Así, María dejó atrás su pasado y comenzó una nueva vida, llena de promesas que Javier le había hecho. Una mezcla de emociones al dejar su pasado atrás. Por un lado, sentía una gran liberación y esperanza al comenzar una nueva vida con Javier, lejos de las limitaciones de su infancia. Sin embargo, también había una sombra de incertidumbre y nostalgia por lo que dejaba atrás. Aunque estaba decidida a construir un futuro brillante, no podía evitar preguntarse si realmente podría
Santiago no había podido dormir en toda la noche, su angustia era inmensa. El detective no tenía ninguna pista sobre el secuestro de Sandy, salvo que la doméstica había estado informando a su madre sobre los movimientos en la villa, convirtiéndose en la principal sospechosa de la desaparición de su esposa. El constante sonido de su teléfono lo tenía aturdido; Mina lo había estado llamando sin cesar, pero Santiago no tenía fuerzas para responder. Su mente estaba completamente enfocada en encontrar a Sandy y asegurarse de que estuviera a salvo, especialmente ahora que sabía que ella llevaba a su hijo. La desesperación y la impotencia lo consumían, mientras buscaba una manera de resolver esta pesadilla. La impotencia de no poder hacer nada para proteger a su familia lo consumía. Santiago se sentía responsable por no haber podido evitar el secuestro y por no haber estado allí para Sandy cuando más lo necesitaba. La constante preocupación por el bienestar de Sandy y su hijo lo mantenía e