—¿Siempre?—Sí. Noah me sonrió. —Así que Cristal—. Se adelantó guiándome hacia dos sillas de playa más cerca del fuego. —¿Desde cuándo trabajas en Sofia's?—Desde hace un par de años en realidad—. Con cautela tomé asiento a su lado. —Entré allí en primer año e inmediatamente me enamoré. Helen, la dueña de la tienda, me ofreció un trabajo y llevo allí desde entonces—. Sonreí mientras hablaba.—Si te gusta, ¿por qué te vas?—Además Helen necesita a alguien cerca por mucho que diga que no.—Así que trabajas en una librería y ayudas a los ancianos, ya me caes bien.—¿Y si en secreto soy una persona horrible? Podría odiar a los cachorros.—¿Odias a los cachorros? —
Las dos horas siguientes pasaron volando. Unos minutos después de que Alex se fuera, Noah se acercó y empezó a hablar conmigo. Por primera vez en mucho tiempo me sentí relajada con otras personas. Noah era muy dulce y parecía realmente interesado en conocerme. Yo esquivaba preguntas sobre mi familia y cosas del colegio, pero a él no parecía importarle.Era fácil hablar con Noah. No intentaba hacerme hablar de cosas que no quería. Se limitaba a asentir con la cabeza sin insistir en los detalles. Fue agradable que alguien me hablara y me escuchara. Ha pasado tanto tiempo que me desconcertó un poco.Unos treinta minutos después de que Noah y yo empezáramos a hablar, Alex volvió. No tenía ni idea de adónde había ido, pero cuando volvió no me miró ni una sola vez. Tenía curiosidad por saber adónde se había ido, pero sabía
—¿Estás bien ahí atrás?— preguntó Noah, girándose en su asiento para mirarme a pesar de que estaba oscuro en el coche.—Sí, estoy bien, sólo cansada—. Agradecí que no pudiera verme la cara. Miré a Alex y lo encontré mirándome a través de la ventanilla de revisión, las luces del salpicadero iluminando su cara. La forma en que me miraba era como si supiera que estaba mintiendo.Aparté la mirada y me quedé mirando por la ventanilla cómo pasaban las luces de la calle. Noah y Alex hablaban entre ellos mientras yo me quedaba sentada escuchando, repentinamente cansada. No tardamos mucho en llegar a casa de Noah y me sentí un poco triste. No estaba segura de volver a ver a Noah después de esta noche. Aunque era realmente atractivo, era agradable hablar con él. Antes de salir se dio la vuelta para mirarme.&md
—Eso es secuestro—. tartamudeé.—¿Y?—Y...— Me interrumpí sin saber qué más decir. No esperaba que aceptara tan rápido. —Es un secuestro—. Suministré cojo.—¿Vas a vestirte o qué?— preguntó Alex, que ya parecía aburrido.—¿Adónde vamos?—Lo sabrás cuando lleguemos.—Vaya, ¿podrías ser más imprecisa?—. Murmuré sarcásticamente. —Porque irrumpir en mi casa de madrugada y llevarme dios sabe dónde no es espeluznante—. Continué con mi taza de café. —Podría ser atraerme al bosque y cortarme en pedacitos.—Te das cuenta de que puedo oírte, ¿verdad?—. Le miré y puse los ojos en blanco.—¿Cómo se supone que voy a vestir
—¿Estás lista para irnos?— Pregunté finalmente, mi voz rompiendo sus pensamientos. Su cabeza se giró hacia mí y vi cómo me miraba de arriba abajo. Al instante me sentí cohibida bajo su mirada. Seguramente había visto chicas mucho más guapas que yo. Chicas seguras de sí mismas, no como yo.—Sí—. Su voz era suave mientras se levantaba. Jugueteé con mi bolso mientras él caminaba hacia mí. Podía sentir su mirada en mí y sentí que mi espalda se tensaba. Esperé a que llegaran las preguntas, pero no lo hicieron.Alex no dijo ni una palabra mientras se dirigía a la puerta de mi casa. Cuando no le seguí, me miró por encima del hombro.—¿Vienes? Tratando de ocultar mi sorpresa, asentí con la cabeza y me apresuré a seguirle.¿Por qué no me había pregu
—¡Lo lograron!— Una voz familiar gritó. Me giré y vi a los amigos de Alex que se dirigían hacia nosotros. Cuando estuvieron cerca, Derek me abrazó con fuerza. Mis manos colgaban sueltas a los lados y tenía los ojos muy abiertos. Al final me soltó y se fue a dar el apretón de manos con Alex.—Me alegro mucho de que hayas venido—. Olivia me sonrió. Estaba secretamente aliviada de que todos estuvieran aquí también.—Yo también.—Encantada de verte de nuevo Cristal—. Nico habló cogiéndome desprevenida. Lo miré con los labios entreabiertos sorprendida de que siquiera me hablara.—A ti también—. Dije con las mejillas sonrosadas. A su lado Lexi se me quedó mirando. Aparté rápidamente la mirada de su novio y me volví hacia Noah que me sonreía.—Hola&mdas
Las tres horas siguientes pasaron volando. Después de nuestro incidente en el minigolf con Derek, todo fue como la seda. El lugar tenía literalmente todo y usted podría pasar horas aquí y todavía no hacer todo.Después de mini golf salimos y corrimos coches alrededor de la pista. La pista era una especie de locura con un montón de vueltas e incluso tenía una parte donde se sube una pequeña colina y pasar por encima de un puente tipo de cosa antes de bajar. Fue, con diferencia, lo mejor que he hecho nunca.Después de unas cuantas vueltas aprendí algunas cosas sobre todo el mundo...Lexi: extremadamente competitiva, no tenía remordimientos por chocarme a mí o a cualquier otra persona contra el muro, aterradora.Nico: en realidad un buen tipo, pero tan competitivo como Lexi, en realidad podría sonreír mientras se divierten, super cerca de los chicos y man
—¿Vienes, Cristal?— Preguntó Noah, asomando la cabeza de nuevo. No me había dado cuenta de que Alex y él ya habían salido.—Yo... eh...— Está bien Cristal puedes hacerlo. Puede que no haya nadie que conozcas dentro. Sólo mantén la cabeza baja y estarás bien. Mi pequeña charla de ánimo hizo poco para ayudar a mis nervios.Cuando la puerta de mi izquierda se abrió pensé que era Noah pero en su lugar me encontré con los ojos grises de Alex mirándome.—¿Vienes?— Su tono era suave y sus ojos me tranquilizaron al instante. Esa sola palabra me hizo asentir y salir del coche. Casi podría jurar que vi en sus ojos la promesa de que todo iría bien. Quizá por eso me encontré caminando a su lado con Olivia al otro lado.En cuanto entramos por la puerta agaché la cabeza y me acerqué