Después de pasar todo el día haciendo llamadas, estaba agotada y frustrada. Solo había recibido rechazos e insultos. Sabía que Lotte y Elizabeth estarían encantadas de verme fracasar. Tuve que entregar el reporte de lo que había conseguido. El balance no me favorecía. Había llamado a más de cien negocios, y solo había conseguido dos citas y una venta. Era un fracaso rotundo, y lo sabía. Esas dos también lo sabían, y me esperaban en la oficina de Lotte con una sonrisa maliciosa.— Buenas tardes, Sunny. ¿Qué tal te fue hoy? — me preguntó Lotte con sarcasmo, apoyando los codos sobre el escritorio.— Buenas tardes, Lotte. Buenas tardes, Elizabeth. Pues... fatal, la verdad — admití, bajando la cabeza.— ¿Eso es lo único que tienes que decir? — intervino Elizabeth con tono de reproche, cruzando los brazos.— Verán, la tarea que me asignaron es imposible. Los negocios que contacté no estaban receptivos a nuestros servicios, o ya tenían otro proveedor. No pude convencerlos de que nos dieran u
Aún me encontraba nerviosa por lo que acababa de pasar, con el corazón latiendo rápidamente y la mente llena de situaciones negativas. Sin embargo, a pesar de mi estado emocional, Samantha se veía orgullosa por su acción. Observé cómo su rostro se iluminaba con una sonrisa de satisfacción, aparentemente convencida de que había hecho lo correcto.No pude contener mi reacción y me acerqué rápidamente a ella, sintiendo mi voz temblorosa por la preocupación. Le reproché en voz baja, tratando de transmitir mi desaprobación y el impacto que su acción tuvo.— ¿Estás loca? ¿Cómo se te ocurre entrar así en su oficina y soltarles eso? ¿Sabes lo que has hecho? — Sí, Sunny, sé lo que he hecho. He defendido tu honor — respondió Samantha con firmeza.— Pero Samantha, no puedes hacer las cosas de esa forma. No tienes pruebas, solo tu palabra. Ellas pueden negarlo todo, y acusarte de mentir o de querer chantajearlas. — le advertí con preocupación. — Además, Lotte es muy poderosa, puede arruinar tu c
Llegué a casa exhausta, sintiendo el peso de la tensión en mis hombros. Cerré la puerta y dejé escapar un suspiro, deseando encontrar algo de paz en mi hogar. Justo cuando me estaba quitando los zapatos, el sonido del teléfono rompió el silencio. Era Vanessa otra vez, y aunque mi primera reacción fue ignorar la llamada, decidí contestar, esperando que fuera para aclarar las cosas.— ¿Quieres continuar con tu drama? — le pregunté con cansancio.— No, Sun. Perdona mi actitud. No tengo razón para enfadarme — dijo con su peculiar voz infantil.— Está bien, nena. No discutamos por tonterías.— De acuerdo. Además, como ya no tenemos planes para hoy, decidí aceptar la invitación de Raven para pasar la noche en su departamento.Un intenso dolor me atravesó el pecho al escuchar esas palabras, como un pinchazo profundo. Estaba segura de que Vanessa era consciente de mis sentimientos por Raven, a pesar de que nunca se los había confesado. Ella me conocía mejor que nadie, sabía mis deseos y mis l
Antes de que pudiera procesar completamente lo que acababa de suceder, mi teléfono comenzó a sonar, anunciando una video-llamada entrante de Raven. Me invadieron los nervios. ¿Por qué querría verme en video?— ¡No! — grité frustrada — Estoy destruida.En ese instante, me miré apresuradamente en el espejo, ajusté mi cabello intentando que luciera lo mejor posible, rebusqué en mi mente las palabras adecuadas y respondí la video-llamada con un poco de temor y anticipación. Quería presentarme de la mejor manera posible.— Hola de nuevo — dijo él al verme. — ¿Sabías que es de mala educación dejar a las personas hablando solas? — añadió, alzando una ceja con diversión.Su cabello crespo se arremolinaba en sensuales espirales a lo largo de su rostro, todavía empapado por la ducha. La falta de una camiseta me permitió apreciar la exquisita piel bronceada y desnuda que se revelaba ante mí, avivando el fuego lujurioso que ardía dentro de mi ser.— Lo siento, no quise ser descortés — dije, sinti
— Fue un gran golpe — dijo con el rostro ensombrecido.Me encontré en un dilema angustiante, sin saber qué decirle a Raven para ocultar la cruda verdad sobre el maltrato que estaba sufriendo. Busqué desesperadamente una salida, así que terminé inventando una mentira poco creíble. — Me resbalé en la ducha y fui a dar con la cara en las baldosas. — le contesté torpemente.Sin embargo, Raven percibió la falsedad en mis palabras.— ¿Sueles golpearte mucho con las baldosas? — me interrogó examinándome a fondo con su mirada.Su intuición innata le permitió detectar el engaño en mi intento de ocultar la verdad. Por ello, me sumergí un silencio incómodo.— No — murmuré, sintiendo cómo el nudo en mi garganta se contraía con mayor intensidad.— ¿También te maltratan verbalmente esas baldosas? — preguntó con delicadeza, acercándose un poco más a mí.— Sí — dije aguantando las lágrimas mientras sentía su mano cálida sobre mi hombro.Sentía cómo un nudo se formaba en mi estómago, y mi mente se ll
— Nos alegra que hayan recapacitado y reconocido su error. Pero no crean que con eso basta para olvidar su ofensa. — advirtió Lotte.— Tienen que demostrarnos su arrepentimiento y su obediencia — exigió Elizabeth sintiéndose enseñoreada.— ¿Qué quieren de nosotras? — pregunté, tratando de mantener mi actitud sumisa.— Para expiarse, tendrán que continuar haciendo las llamadas de la lista que te entregué Sunny.— ¿No hay otra forma de demostrarles nuestro arrepentimiento? — preguntó Samantha con descontento — esa es una tarea de lo más frustrante. Por favor.— Tienen que hacerlo hasta que nosotras digamos, hasta que queramos — respondió Elizabeth bruscamente. Su arrogancia caía en cascadas desde su boca.— Guarda silencio Green — le espetó Lotte con irritación. — ¿Sabes qué es frustrante Shaw? Que tengas la osadía de venir a mi oficina a gritarme y acusarme como lo hiciste ayer y luego pretender que con una disculpa queda todo solucionado. Así que si digo que harás llamadas, entonces h
Decidí llamar a Raven. Tenía la esperanza de poder conversar un rato mientras terminaba mi tarea. Su voz cariñosa me saludó al otro lado del teléfono. — Hola, Sunny. ¿Cómo has estado?— Hola, Raven — le dije con dulzura, mientras mis labios se curvaban en una sonrisa — ¿Te interrumpo?— Para nada. Me alegra que hayas llamado.— Quería disculparme por no haberte escrito antes. Aprecio tu preocupación por mí. Hoy ha sido un día agotador en el trabajo. Sigo inmersa en una tarea aparentemente imposible.— ¿Qué tarea es esa? — preguntó, genuinamente interesado.— Hacer inventario de toda la mercancía en los almacenes — confesé, dejando escapar un suspiro —. Y lo peor es que estoy sola en esto.— ¿En serio? ¿Tú sola? — exclamó, impresionado.— Si, con mucho esfuerzo y dedicación. Aunque admito que mi cuerpo no da para más.— Wow, eres increíble, Sunny — su admiración era palpable en sus palabras.— Gracias, Raven. Eres realmente dulce por decirlo — respondí, agradeciendo sus halagos desde
En medio de la espera angustiante, me examiné minuciosamente frente al espejo, perfeccionando mi apariencia y perfumándome con esmero. Los segundos se arrastraban con dolorosa lentitud, mientras mi estómago rugía con creciente intensidad, recordándome cuán desesperadamente famélica estaba.Llegó en menos tiempo de lo esperado, con una bolsa de comida en la mano. El desordenado y oscuro torrente de cabello que enmarcaba su rostro, le confería un aura de rebeldía irresistible.—Hola, Sunny — Me saludó con una sonrisa encantadora y me dio un beso en la mejilla. — Le traje su pedido.Como un susurro cósmico, su beso desencadenó una ráfaga de escalofríos que surcaron mi ser, mientras cada latido en mi pecho se convertía en el eco palpitante de un amor incendiario.— Hola, Raven — le respondí con voz dulce —. Gracias por venir.— No hay de qué, solo no olvide dejar una buena propina — dijo bromeando —. Es un placer verte. — comentó adquiriendo su habitual actitud educada y seriaBajo su int