«Lo que me pasa a mí, no le pasa a nadie. Venirme a chocar con un desagradable. Espero no trabaje en el mismo edificio, para no tenerlo que ver otra vez.» —Eva va tan ofuscada que casi olvida presionar el número del piso al que va.
El ascensor abre las puertas en un recibidor muy elegante. Camina hasta la recepcionista, saluda y pregunta por Sofía. Le dicen que espere y a los cinco minutos le dicen que pase —esto asombra a Eva, por la rapidez— tiene que ir hasta una oficina que fuera dice «Dante Lombardi, Director Jurídico». Lo poco que ha visto de la empresa le gusta, la decoración del lugar es excelente. Sigue las indicaciones que le dieron y cuando llega a la oficina en cuestión bromea pensando:«¿La última oficina? Está muy lejos de recepción, espero no me envíen mucho allí.»
Entra a la oficina de la secretaria y Sofía se pone de pie cuando la ve, la invita a sentarse en el sofá que hay para que los visitantes esperen por Dante, hablan un poco de lo que tiene que hacer y que el jefe no va a estar para su entrevista.
Luego de ir a Recursos Humanos y firmar el contrato de prueba, regresan a la oficina. Eva está loca por iniciar, no tendrá problemas con el código de vestimenta, en el bufete tenían el mismo. Es miércoles y le dieron hasta el lunes para incorporarse a trabajar, pero ella decide iniciar al día siguiente, aunque no le paguen esos dos días serán buenos para familiarizarse con el trabajo.
Al final del día Eva y Sofía se van juntas a casa. —Lo bueno es que somos vecinas, si tienes dudas con algo podemos terminar de verlo en casa. —señala Sofía. —Sí, es muy conveniente, creo que te irás pronto de vacaciones. En el bufete lo que llevaba era inmobiliaria, pero puedo con esto también. —El problema no será el trabajo en sí, si no llevarlo como a Dante le gusta. —Aah ya, espero nos llevemos bien. Siguen hablando de las peculiaridades de Dante en el trabajo hasta que llegan a casa. Allí se despiden y quedan en irse juntas al día siguiente.♥♥♥♥
Lleva casi media mañana viendo documentos tras documentos, Eva piensa que está en el cielo. Cada uno que ve hace que le guste más el trabajo. Está tan concentrada que no vio acercarse al hombre que se sentó en la mesa junto a ella. —Hola Sofía, ¿qué tomaste ayer?, hoy estás muy joven. —Eva levanta la vista sobresaltada, y ve a un hombre muy guapo de unos 35 años. Está mirándola con una ceja levantada y cara de pícaro—. ¿Así que tú eres la nueva? —Hola, sí soy yo. Mucho gusto, me llamo Eva, ¿y usted es? —Lucas. Soy tu jefe. —le dice en forma juguetona.«¿Así que este es uno de los hermanos?, ¡¡es guapísimo!!» —Piensa Eva, deseando no estar con la boca abierta, se pasa la mano para asegurarse—. «Si, todo en su lugar»
—¿Y qué te parece lo que has visto hasta ahora? —Todo muy bien. Me va a encantar trabajar aquí. —Sip, todo está muy bien. —repite Lucas pasándose la mano por la barbilla y mirando a Eva. Ella cree que no está refiriéndose a la empresa. Y para que no haya dudas de que ella "sí" se refería a eso, destaca:—La empresa está muy bien, y los pocos compañeros que he visto también, me han hecho sentir muy bien aquí.
Lucas capta la indirecta, se levanta y sonriendo le dice: —Te dejo trabajar, ya nos veremos... Eva. —Y ya más serio indica—. Si Dante llama le informan que me llame, lo olvida muy seguido. Sofía va entrando en ese momento, estaba en el archivo, al escuchar lo último que dice Lucas menciona:—A mí tampoco me ha llamado, si lo hace, le daré tu recado.
Lucas vuelve a despedirse y se va. —Ya conociste a Lucas, es el menor de los dos hermanos, es muy juguetón pero buen jefe. —¿El menor? Casi siempre es el mayor el que lleva una empresa.—A Dante le gusta más lo jurídico, no me lo imagino en la dirección. Ya verás cómo es cuando entre, es un amor.
«Eso espero, quizás sea así con Sofía por los años que lleva trabajando aquí. Aunque si es como el hermano, nos irá muy bien.» —Es el pensamiento de Eva cuando Sofía termina de hablar.
♥♥♥♥ Ya ha pasado una semana, cinco días desde que inició su período de prueba. En este tiempo Eva ha hecho amigos. Las más cercanas han sido Laura la secretaria de Lucas, que tiene un hijo pequeño, y ha estado también ayudándola cuando ha podido. De Recursos Humanos está Lea, que es un poco extravagante y vive hablando del novio que es músico.«Si todo sigue como hasta ahora, estaré aquí hasta que me llegue la jubilación.» —reflexiona Eva.
Siente pasos y voces, escucha a Lucas, a Gael el jefe del departamento económico y otra persona. Cuando entran a la oficina ve al hombre que chocó con ella el día que vino a firmar el contrato. «¿Y éste qué hace aquí?, espero que sea un caso aislado, y no habitual.» —Eva frunce el ceño y fija la vista en él. Así la ve Dante cuando entra, viendo a la loca de hace una semana, sentada en la silla de Sofía, mirándolo fijamente. Sofía sale al encuentro de ellos y saluda muy efusiva, pero Dante no puede apartar la mirada de la extraña. Sofía se da cuenta como la mira y los presenta: —Dante, ella es Eva, tu nueva secretaria. «¿¡Mi secretaria!? ¿Es la loca que es cómo un vendaval?», «¿El mal educado es Dante, mi jefe, que según Sofía es un amor?» —Piensan los dos mientras se miran. Eva sale de su estupor y se levanta a saludar. —Hola, es un placer trabajar para su empresa, espero haya olvidado lo del otro día. Venia para la entrevista y no quería llegar tarde. —dice esto mientras extiende la mano, la cual Dante no toma, sigue mirándola muy fijo. —Hombre te están saludando, no dejes a esta belleza con la mano extendida. —le dice Lucas a Dante. Dante logra reaccionar y le toma la mano, la retiene un poco más y cuestiona:—¿Es siempre cómo el otro día? ¿O fue algo aislado?
—¿Chocar con otras personas? Es algo aislado, no se preocupe, espero no chocar más con usted. —Decía andar como una loca. Eva se aguanta la respuesta que según ella él se merece, ya tuvo un mal encuentro, no quiere que se repita como jefe-empleada. —Soy muy normal, y no andaba como loca —replica Eva, pero no se puede aguantar y dice—: Yo también espero que usted no sea el mal educado del otro día, y sea la persona educada que todos me han dicho. Los demás los miran, viendo el intercambio. —No sabía que se conocían —habla Lucas nuevamente. —No tienes que saberlo todo. —le responde Dante—. Mejor sigamos a mi oficina, hay mucho que tenemos que hablar sobre mi viaje.Y se va sin esperar a los demás.
Eva los mira hasta que cierran la puerta. —¿Cuándo se conocieron Dante y tú? ¿Y qué pasó? —pregunta Sofía. Eva le cuenta el incidente que tuvieron y su miedo de que no la quiera como secretaria. Sofía la tranquiliza y le dice que ese día andaba de mal humor, pero es un excelente jefe.«Eso espero.» —Piensa Eva y sigue en lo que estaba.
♥♥♥♥ Samael lleva varios días sin escribirle, se le hace extraño, ella le escribió y no obtuvo respuesta. No es algo que haga él, a veces demora tres o cuatro días, pero ocho ya es mucho. Trata otra vez, le preocupa. «—Hola Dios Negro, ¿pasa algo contigo?» No obtiene respuesta y Eva se va a preparar la cena. Está saliendo del baño cuando escucha que le llega un mensaje. «—Hola preciosa, tuve mucho trabajo, sin tiempo para nada más. ¿Cómo vas?» «—Yo muy bien, ¿y tú? Te perdiste mi celebración por mi nuevo trabajo.» «—Estoy cansado de tanto trabajo, pero bien. Cuanto me alegro por ti. ¿Es el trabajo que esperabas tener o no cumple tus expectativas?» «—Más de lo que esperaba, me encanta.»«—Hay que celebrarlo, ¿qué te parece una noche de sexo desenfrenado conmigo.»
«—¿Podrás tener sexo desenfrenado? Si estás cansado del trabajo, no tendrás buen desempeño 😏.» «—Para eso, siempre estoy listo 😈.» «—Ok, ok, espero no sean solo palabras.» «—Solo te pido que me des una segunda oportunidad, si mini Samael no responde a la primera. Llevamos tanto tiempo de juegos, que es posible que se paralice y no se ponga firme cuando te vea.» «—Jajaja, lo tendré en cuenta.» Charlan un poco más, y se despiden. Eva riendo sola de las ocurrencias de Samael. Pensado que a veces quisiera conocerlo en persona o al menos, aunque sea una video llamada, luego se lo piensa bien, y cree que mejor no, tiene expectativas tan altas que no quiere decepcionarse.Dante está en el garaje dispuesto a ir al terreno que compraron Lucas y él. Necesita salir de la ciudad, a un lugar tranquilo. Entre el trabajo, los problemas que tiene y su familia, lleva dos años seguidos sin vacaciones. Tal vez es hora de hacerle caso a su amigo el doctor Oliver, quien vive aconsejándole que tome un descanso. Ya es de tarde, pero no le importa que le coja la noche a donde va.La noche antes visitó a su familia como le prometió a su madre. Quería hablar con su papá y ver por qué quería divorciarse. Al final no era así, su padre cansado de la insistencia de su madre, le dijo esto para que lo dejara tranquilo. Faltaban unos meses para que cumplieran el quincuagésimo aniversario de su matrimonio y quería darle una sorpresa, las bodas de oro no se cumplen todos los días y quería hacer algo especial, pero su madre no cooperaba.«Si hubiera deseado casarme, mi esposa no se parecería a mi madre. Ella es muy buena y la quiero mucho,
Cinco meses despuésEva sale del salón de tatuajes eufórica. Después de mucho tiempo se hizo el tatuaje que tanto deseaba. Hoy sentía mucha alegría, y no solo por el tatoo, su abuela por fin regresaba, la extrañaba mucho.«Que bueno lo hace un fin de semana, así puedo pasar el día con ella.» —Es el pensamiento de Eva mientras se dirige a su casa.Se da un baño, teniendo el cuidado que el chico del salón de tatuajes le dijo debería tener. Se pone de espaldas al espejo y mira su nueva locura, no lo puede ver bien, pero le encanta, tenía pensado solo hacerse uno, pero quizás se haga 2 más, ya ira pensando que hacerse mientras este se cura. Se viste y va a la cocina, quiere preparar algo rico para cuando su abuela llegue. Tratará de hacer su tarta preferida, aunque la repostería no se le da tan bien como a su mamá, lo hará lo mejor
Eva da un grito ahogado, se pone la mano en el pecho y se gira para hablar con el recién llegado.—Me asustó señor Lombardi. Por favor, la próxima vez no sean tan sigiloso.—No fui sigiloso, usted venía distraída.—Bueno, igual está en su casa, puede estar como quiera. Y gracias por el elogio, usted también está muy guapo con ese esmoquin.—¿Qué hace tan lejos de la fiesta? ¿No es de su agrado?—Todo está muy bien, me gustó todo. No sabía que era la fiesta de sus padres.—¿No sabía? Pensé que sí al estar invitada.—No fui invitada. —responde Eva mordiéndose el labio y apartando la mirada—. Vine con Paul. Me convenció diciendo que no importaría, ya que es muy amigo de sus padres.—Sí, Paul es amigo de mis padres desde hace muchos años, y por supuesto usted es bienvenida, no se preocupe. —Dante calla un momento y pregunta—. ¿Cuál es su relación con él?<
Eva llega quince minutos tarde, está enojada con ella misma, es primera vez que le pasa. Entra a la oficina un poco nerviosa, no quiere que su jefe piense que porque estuvo en una fiesta en su casa ahora va a descuidar su trabajo. Deja el bolso en la mesa y va a hablar con Dante para disculparse. Hoy tiene la puerta cerrada, esto le extraña, no es común en él, y no tiene ninguna reunión programada para la mañana. Camina hasta la puerta y alza la mano para tocar, pero se detiene cuando escucha voces, hay otro hombre hablando con el señor Lombardi. Está al regresar a su mesa y ponerse a trabajar cuando escucha al hombre misterioso hablar un poco más fuerte, y Dante se queda callado, no responde, otra cosa extraña hoy. Se acerca más a la puerta para escuchar, pero da un grito ahogado cuando le tocan el hombro. Tiene la sensación que el corazón se le detuvo un momento. Quiere correr y esconderse por la vergüenza, Lucas está detrás de ella. La está mirando muy serio, no
Esta noche hizo algo imperdonable, llamó a su acompañante de turno por el nombre de su secretaria mientras tenían sexo. La mujer en cuestión paró toda actividad en ese momento y le dijo que no volviera a buscarla.«Ay Eva, ¿qué me estás haciendo?» —Piensa Dante mientras para frente a la casa de su acompañante. Se despide de la chica con un gesto desde el interior del coche mientras ella se mete dentro de la casa, mirándolo con ganas de matarlo.«Lástima, me gusta esta mujer.»Volvió a acelerar, y nada más entrar a su casa va directo a la habitación, se quita la camisa y se dirige al baño, necesita una ducha y terminar lo que dejó a medias, no hay razón para no saciar el deseo de su propio cuerpo. Pasa su mano lentamente sobre el pantalón, cerrando los ojos para evocar la imagen de su secretaria, la está deseando desde hace un tiempo. El baile sensual de hoy no ha hecho nada más que aumentar las
Un mes después Dante entra a la oficina y ve a su hermano coqueteando con Eva, y siente un pinchazo en el pecho. Ella ríe con lo que le dice Lucas, ¿lo encontrará más atractivo que él? es el pensamiento de Dante mientras sigue en la puerta. Sin poder creer que por primera vez sienta celos, ella es muy formal con él, nunca ríe así. Es algo que no había pensado mucho hasta ahora. Lucas y Eva aún no han reparado en su presencia. Dante hace ruidos con su garganta y camina un poco más fuerte. Eva y Lucas se giran a ver quién ha llegado.—Buenos días, ¿Lucas no es muy temprano para que estés por aquí? Estoy seguro que tienes mucho trabajo.—Buenos días —repiten Eva y Lucas.—No es tan temprano, además quería hacerle la visita a Eva.—¿Hacerle la visita? Desde cuando esto cambió de ser una empresa a un lugar de encuentros.—Ya me voy, se ve que estás de mal humor
Eva sale de su estupor, y se mueve nerviosa en la silla. Esto es algo que no esperaba, hasta hoy su jefe la miraba como si fuera a estar chocando con él o alguien más, listo para intervenir si hacía alguna locura. No imaginó que el hombre osco fuera a fijarse en ella y menos que se atreviera a hacerle semejante propuesta, una propuesta que le dan deseos de tirarle a la cabeza lo primero que coja en su mano.—Están hermosos, pero no los acepto. Tampoco su propuesta, no pienso pasar ni medio día con usted. —dice al fin.—¿No los aceptas porque no te los dio Lucas? Yo también soy dueño de la empresa, no soy un simple empleado.—¿Me acaba de llamar simple, e interesada?—No malinterprete mis palabras, solo le estoy haciendo saber mi posición en la empresa, nada más. Y hoy parecía muy amigable con Lucas.—Es mi jefe, ¿qué quiere que haga? ¿Echarlo cada vez que viene?, dígale usted que
Viernes, día de la fiestaHoy fue un día muy agitado, nadie quería dejar trabajo a medias. Lucas permitió que los empleados que decidieron asistir a la celebración de aniversario de creada la empresa salieran dos horas antes. Eva, Laura y Lea fueron a tomar un café en la cafetería cercana a la empresa antes de ir a prepararse para la fiesta. Lea dice que irá sola ya que su novio está de gira con el grupo. Laura logró que la niñera que de vez en cuando le cuida a su hijo estuviera disponible. Bromean con irse a un bar de stripper cuando termine todo.—¿Por fin usaras el vestido? —pregunta Laura.—Sí, me dejé llevar por ti y terminé aceptando.—Por mí dice... —dice Laura riendo.—Naah, metió a la madre por medio y acepté. Con dolor en mi alma, lo había rechazado. —¿Y entonces?—Será un préstamo, mañana lo devuelvo.