—Estás repitiendo lo mismo una y otra vez. Estás actuando muy extraño, Kary, ú no eres así. Me estás ocultando algo ¿Verdad?—Mira Mar, solo puedo decirte que te lo diré o al menos trataré de explicártelo cuando las cosas se calmen un poco ¿Si?—Vale, no confío en ese pueblo pero confío en ti, Kary. Cuídate mucho y no olvides llamarme cada vez que tengas tiempo.—Espero que puedas ser tú la que me llame, cuando tomes cualquier decisión y yo aún no esté por allí, ¿Si?—Está bien, lo haré. Trataré de investigar también por qué a veces actúan tan extraño por aquí.—Mar, son de la realeza, claro que son extraños.—No, no lo entiendes, hay un tipo de ambiente frío y un aura rara alrededor de las personas…—Por favor, no te metas en nada. No quiero que tengas problemas.Kary podía escuchar la sonrisa en su voz.—Problema es mi segundo nombre…La científica se volvió seria, no podía estar jugando con esa gente, no cuando el príncipe la mandó asesinar sin siquiera pestañear.—Lo digo en serio
Era, de hecho, la inestabilidad en el tejido del mundo. Kary no sabía cómo lo sabía, solo que lo sentía. Era muy extraño, como si de alguna manera estuviera conectada a ese lugar. La inestabilidad crecía cuanto más se acercaban al lugar.—La tierra que rodea ese lado lado del pueblo parece extremadamente vasta—reflexionó Kary en voz alta.—Se extiende muchos kilómetros en todas direcciones. Sin embargo, hay algunos agujeros en medio de ella—el alfa explicó la distribución de su territorio —. En teoría, nadie vive allí. Sólo encontrarás mercaderes y negocios comerciales bordeando la circunferencia de ese lugar, y algunas granjas y fábricas detrás de ellos. Pero cuanto más te adentres, sólo encontrarás criaturas salvajes y tierras indómitas en las que de vez en cuando cazamos o en las que los soldados van a practicar la transformación de lycan o a pasar solos sus celos al no querer encontrar a una hembra para satisfacer sus deseos.—¿Por qué no?—Kary no entendía. No tenían ninguna regla
El lycan sonrió mientras la guiaba hacia uno de los quioscos del mercado al aire libre. —Acertada observación—se sintió halagado de que Kary se haya dado cuenta de un pequeño detalle como ese—. Que yo pueda tener los cinco dedos funcionales, o solo cinco dedos normales y el poder que puedo liberar en cualquier momento incluso al estar distraído, constituyen mi soberanía como alfa de mi manada. Es lo que me identifica como alfa de alfas, dueño y señor de todas estas tierras—saludó con un asentimiento de cabeza a un anciano que pasó a su lado y observó a su pareja con fascinación—. Verás algunos otros lycans alfas como yo, pero tendrán cuatro dedos en cada mano, mostrando un rango menor al mío, en vez de cinco dedos como los míos y no podrán exudar energía como lo puedo hacer yo.—Eso está muy bien. ¿Tienen algún propósito?—preguntó la mujer luego de algunos segundos—. Digo, para algo más que tener mejor agarre con las cosas y todo eso.La genuina curiosidad de Kary lo complació enorme
—Disculpe, Alfa de la manada Hanjx, Emerson, presento mis respetos como también lo hace mi familia—lo llamó una voz molesta y familiar.Lark se giró para mirar al intruso. Era Lok, su compañera y sus dos crías adolescentes lo miraban expectantes. Sus crías no eran tan pequeñas como para que el ambiente en la superficie los moleste o haga daño, pero no lo suficientemente grandes como para formar parte de los soldados rasos de la manada.Entrecerró levemente los ojos en su dirección. El hombre jamás tenía algo bueno que decir y el hecho de que haya llamado su atención precisamente cuando estaba con su mate, era la confirmación exacta de que no traía buenas noticias.—Siento molestarlo durante su tiempo con su mate, luna oficial de su manada, mi señor. Pero, ¿podría molestarle por un poco más de poder a las piedras de cerca de mi casa?Automáticamente Emerson endureció su rostro. Su paciencia se agotaba con esos nobles tacaños que siempre buscan un poco más y más de poder, jamás es sufi
Esa constatación lo hizo notar además la total ausencia de náuseas o incluso mal humor que normalmente sentiría en ese momento por estar tanto tiempo en el mercado, rodeado de tanta gente.Lark lanzó una mirada a su mate, con el corazón hinchado de gratitud, sólo para encontrarla mirándolo y a su vez a los nobles tacaños, una y otra vez. Inmediatamente el calor subió a su nuca, haciéndolo sentir avergonzado. ¿Ahora Kary lo consideraba frió egoísta y carente de compasión por negarles algo que podía hacer tan fácilmente?Sin pensarlo, el alfa se concentró lo máximo que pudo, agregando más energía a las piedras cerca de sus casas, cuidando que su cuerpo no quedara más débil de lo previsto. Apenas reconoció que Lok y su compañera multiplicaban sus agradecimientos mientras desaparecían de la vista de la luna y el líder de la manada. Disipó el poder en cuanto todos desaparecieron, previendo de que ya era energía y poder más que suficiente para esa pequeña familia y observó a su Kary con r
El alfa de ojos heterocromáticos no podía creerlo, su mujer se había alejado de él solo unos metros, pero el lycan ya estaba volviendo a sentir las náuseas familiares, instalándose en la boca de su estómago. Eso sucedía cada vez que visitaba el pueblo por A o B motivo, ese era el motivo principal por el cual se empecinaba tanto en quedarse encerrado en su castillo con sus soldados lycans, correr sólo por los bosques de los alrededores sin llegar hasta ese límite o pasarse horas bajo tierra, en los subterráneos, visitando a los cachorros, cuidando de sus plantas y supervisando la producción de verduras o frutas que no podían crecer en la superficie.Pero, por algún motivo, no podía estar cerca de nadie del pueblo. Y tampoco recuerda si eso fue así siempre o solo cuando la maldición les cayó encima.Ahora mismo, sin embargo, quería mandar a ese poblador imbécil a la mierda y hacerlo fingir que hoy no se había topado con él, un alfa y no sólo con cualquier alfa, sino el alfa de la manad
Kary no se lo dijo al alfa, con la intención de no dañar sus sentimientos o plantar semillas de la duda de forma inútil, pero, necesitaba averiguar más cosas sobre aquel asunto de la Luna. Si ella estaba allí para cuidar de él, ¿incluía eso el derecho -si no el deber- de mandar a la mierda a la gente que se aprovechaba de él? ¿Ciudadano o no ciudadano? ¿Lycan o no lycan?La veterinaria de verdad esperaba que eso estuviera escrito en la letra pequeña. No tendría ningún problema en hacerlo. Aunque normalmente era dulce, podía ser una zorra despiadada cualquier día de la semana. Y más si se aprovechaban de manera tan descarada sin ningún tipo de remordimiento o preocupación por alguien que literalmente está dando su vida para mantener a flote y vivo el lugar.Sin embargo, entre pensar en cómo hacer las cosas, calcular como no hacer enojar a la manada y que la acepten como una digna Luna, una repentina corriente de aire frío la cogió por sorpresa. No era tanto una corriente de aire como s
Una vez más, Kary acalló el miedo que intentaba arraigarse a medida que más pasillos se alargaban y otros se acortaban. ¿Se supone que así se imaginó que sería el espacio tiempo? Bueno, la verdad que jamás se le ocurrió el hecho de perder en una grieta tridimensional. Debe agregarlo a su currículum."Hacer viajes entre el espacio tiempo y…"Casi se sobresalta cuando la voz de Emerson gritando su nombre resonó de repente en todas partes a la vez. ¿O en su cabeza? ¿Estaba usando la conexión mental que usa con los demás lycans, también con ella? Un segundo, acaso se podía…?Un sentimiento de desesperación horrible aflora en su pecho momentáneamente. Se frotó el esternón tratando de despejar ese sentimiento que obviamente no venía de ella. ¿Será de su mate? ¿Podía sentir lo mismo que sentía el alfa?La voz tronó de nuevo.Kary ni siquiera podía empezar a adivinar de qué dirección procedía o si de verdad provenía de su propia cabeza. Pero la esperanza se apoderó de su corazón. El alfa sabí